JP Morgan sigue contra Bitcoin, mientras se anuncian compras relevantes

 JP Morgan sigue contra Bitcoin, mientras se anuncian compras relevantes
  • Jamie Dimon (JPMorgan) reitera que EE. UU. no debería acumular bitcoin, aunque su propio banco permite la compra del activo.
  • PSG y Trump Media refuerzan sus estrategias, convirtiendo parte de sus reservas en bitcoin y consolidándose como pioneros corporativos.

En un contexto donde Bitcoin sigue ganando protagonismo en la economía global, la postura de los actores más influyentes está lejos de ser unánime. El CEO de JPMorgan, Jamie Dimon, expresó en el Foro Económico Nacional Reagan que Estados Unidos no debería acumular bitcoin como reserva estratégica. “No deberíamos acumular bitcoin”, reafirmó Dimon, conocido por su escepticismo hacia las criptomonedas.

Sus declaraciones surgen poco después de que EE. UU. anunciara a principios de este año la creación de una reserva estratégica de bitcoin, conformada inicialmente por monedas confiscadas por el gobierno. Este enfoque ha generado intensos debates sobre el papel de la criptomoneda en la soberanía financiera del país.

Dimon, sin embargo, no cierra por completo la puerta a las criptomonedas: aceptó que JPMorgan permite a sus clientes comprar bitcoin, aunque aclaró que el banco no ofrece servicios de custodia para este activo. El banquero suele comparar bitcoin con el tabaquismo: no lo aprueba personalmente, pero entiende que algunos clientes buscan exposición a él, bajo su propio riesgo. No obstante, incluso dentro de esta visión crítica, JPMorgan anticipa que bitcoin podría superar al oro en la segunda mitad del año, demostrando la complejidad de la narrativa institucional en torno al activo digital.

Mientras la cautela de Dimon destaca el escepticismo persistente en parte de Wall Street, en el otro extremo aparecen casos como el del Paris Saint-Germain (PSG) y Trump Media, que han decidido reforzar su relación con bitcoin.

El PSG, finalista de la Champions League que enfrentará al Inter de Milán, confirmó que convirtió parte de sus reservas fiduciarias en bitcoin. Según Pär Helgosson, director de PSG Labs, esta estrategia busca alinear la identidad digital del club con el potencial disruptivo de la criptomoneda. “Incluimos bitcoin en nuestros libros. Tomamos nuestras reservas fiduciarias y las asignamos a bitcoin”, explicó Helgosson en Bitcoin 2025. El PSG, que cuenta con 550 millones de fanáticos, la mayoría menores de 34 años, ve esta jugada como un puente con su audiencia joven y nativa digital.

La visión del PSG no se limita a la compra de bitcoin. El club también planea invertir en empresas y emprendimientos relacionados con la criptomoneda, posicionándose como un acelerador de innovación en el ecosistema cripto. Esta postura contrasta con otros clubes que solo han lanzado tokens de fan: el PSG es, hasta la fecha, el equipo deportivo de mayor calibre en adoptar públicamente bitcoin como activo de tesorería.

Por su parte, Trump Media –propietaria de Truth Social y Truth.Fi– ha cerrado una colocación privada de 2.440 millones de dólares con alrededor de 50 inversores institucionales. Según Devin Nunes, CEO de la empresa, gran parte de los 2.320 millones de dólares netos se destinarán a la compra de bitcoin y a fines corporativos generales. Nunes destacó que esta operación otorga a Trump Media más de 3.000 millones de dólares en activos líquidos, consolidando a la firma como uno de los mayores tenedores de bitcoin entre las empresas estadounidenses que cotizan en bolsa.

El mercado respondió con volatilidad: las acciones de DJT cayeron un 10% tras el anuncio, pero repuntaron un 5% el viernes tras la finalización del acuerdo. Para Nunes, esta jugada fortalece la posición de la compañía en la llamada “economía de Estados Unidos Primero”, reforzando su independencia y ambición de crecimiento.

Estos movimientos contrastan con la postura de Dimon y, en general, con la tradicional cautela de la banca frente a bitcoin. Mientras algunos ven la criptomoneda como un activo de riesgo excesivo, otros la consideran un componente esencial de sus estrategias a largo plazo. El debate se intensifica en la medida en que bitcoin se consolida como un activo con peso en la tesorería de instituciones no financieras, reconfigurando los límites entre innovación y prudencia.