Trump y Reino Unido firman acuerdo en aranceles , te lo explicamos

- El acuerdo reduce drásticamente los aranceles del Reino Unido del 5,1% al 1,8%, mientras que los de EE. UU. suben del 3,4% al 10%.
- La conclusión de Trump: los «aranceles recíprocos» ahora nivelan el campo de juego. El acuerdo promete un «acceso sin precedentes» para productos estadounidenses
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro británico, Keir Starmer, anunciaron este jueves un nuevo acuerdo comercial que levanta parcialmente los aranceles estadounidenses sobre productos del Reino Unido, aunque mantiene restricciones clave. El anuncio marca el primer avance comercial significativo desde que la administración Trump impuso fuertes aranceles el mes pasado, provocando turbulencias en los mercados y afectando incluso al precio del Bitcoin.
Desde el Despacho Oval, Trump comunicó que el pacto abre nuevas oportunidades para las empresas estadounidenses, incluyendo un mejor acceso a sectores como carne de res, etanol, productos agrícolas, químicos, maquinaria e insumos industriales. Según la Casa Blanca, estos sectores representarían un mercado adicional de $5.000 millones y 6.000 millones de dólares en ingresos arancelarios
Uno de los puntos clave es la eliminación del arancel del 25% sobre las exportaciones británicas de acero y aluminio, medida que Starmer celebró desde una fábrica de Jaguar Land Rover en Midlands. Además, se reducirá del 27,5% al 10% el arancel sobre casi todos los automóviles británicos que ingresen a EE. UU., aplicando este beneficio a los primeros 100.000 vehículos importados por año.

Pese a estas concesiones, se mantendrá el arancel general del 10% sobre la mayoría de las importaciones británicas. Trump aseguró que esta tarifa base se mantendrá como parte de su política de “aranceles recíprocos” para incentivar la producción local y corregir desequilibrios comerciales.
Starmer destacó que Reino Unido es el primer país en alcanzar un acuerdo de este tipo con EE. UU. en el actual contexto de incertidumbre global. «Este acuerdo protege empleos británicos y demuestra nuestra capacidad para negociar tratados bilaterales tras el Brexit», afirmó, aludiendo al proceso de renegociación comercial iniciado tras la salida del país de la Unión Europea.
El secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, detalló que el acuerdo también incluye la eliminación de aranceles sobre motores Rolls-Royce y componentes aeronáuticos, y anticipó un anuncio sobre la compra de $10.000 millones en aviones Boeing por parte del Reino Unido.
Más allá del Reino Unido
Trump afirmó que este es solo el primero de muchos acuerdos en proceso. Desde el 2 de abril, su administración ha impulsado una serie de conversaciones con socios como Japón, Corea del Sur, Vietnam e India, tras imponer un arancel base del 10% a todas las importaciones, además de tarifas adicionales dirigidas a productos específicos y a países con superávits comerciales elevados.
Aunque algunas subidas fueron suspendidas temporalmente tras la caída de los mercados, aranceles elevados como el 145% aplicado a productos chinos siguen vigentes. Economistas advierten que esta política podría generar escasez y elevar los precios al consumidor.
Postura frente a China
Trump también descartó cualquier relajación de las tarifas impuestas a China antes de las conversaciones programadas para este fin de semana en Ginebra entre delegaciones de ambos países. El presidente fue tajante al responder “No” cuando se le preguntó si reduciría los aranceles del 145% para facilitar el diálogo.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante comercial, Jamieson Greer, se reunirán con el vice primer ministro chino He Lifeng para intentar destrabar un conflicto que ya ha dañado a empresas de ambos lados del Pacífico. No obstante, las posibilidades de lograr un acuerdo siguen siendo inciertas, debido a la falta de claridad sobre las exigencias de Washington.
Las autoridades estadounidenses aseguran que fue Beijing quien solicitó la reunión, en contraste con la versión china. “Creo que deberían revisar sus archivos”, ironizó Trump.
Trump concluyó reiterando su postura firme: “El Reino Unido obtuvo un buen trato. Otros países con grandes superávits comerciales podrían no tener tanta suerte.”