Reservas Bitcoin de Bután representan casi el 40% de su PIB

• ¿Cómo logró el pequeño Reino de Bután acumular Bitcoin por valor cercano al 40 % de su PIB
• ¿Es este modelo de minería verde de Bitcoin y soberanía energética un camino replicable para otras economías pequeñas?

En las cumbres del Himalaya, lejos del ruido financiero de Wall Street, el Reino de Bután está ejecutando una de las estrategias de adopción de Bitcoin más significativas a nivel mundial. Las tenencias de Bitcoin de la nación, gestionadas por su fondo soberano Druk Holding & Investments (DHI), han alcanzado un valor cercano a los $1.300 millones, según datos de Arkham Intelligence. Esta asombrosa cifra, alcanzada con su apuesta de minería de BTC a nivel gubernamental, representa cerca del 40% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, estimado en unos $3.400 millones para 2025.

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Uno de los países con más Bitcoin del mundo

De acuerdo a los datos de Arkham, actualmente las reservas de Bután superan los 12.000 BTC, valorados en aproximadamente $1.290 millones. Estas reservas le ubican como uno de los países con mayor cantidad de Bitcoin, sólo por detrás de naciones como Estados Unidos, China y Reino Unido, y con más tenencias que El Salvador. Además, también reflejan la capacidad acumuladora Bután, cuyas tenencias de BTC han incrementado casi un 20% desde finales de marzo, cuando superaban los 10.000 BTC.

Estrategia de minería nacional: energía limpia por Bitcoin

Pero, ¿cómo ha logrado esta pequeña nación budista, ubicada en el sudeste asiático, convertirse en uno de los países con más bitcoins en el mundo? La estrategia de Bután se fundamenta en su mayor bendición natural: un excedente masivo de energía hidroeléctrica —aproximadamente 2.500 MW instalados y un potencial de casi 30.000 MW—. Durante años, el país exportó esta energía limpia a la India a precios relativamente bajos. Sin embargo, el gobierno butanés, con una visión de futuro notable, identificó una oportunidad de oro: en lugar de vender su energía barata, podría usarla para minar Bitcoin, convirtiendo un recurso natural en un activo digital duro, global y escaso. Esta decisión transforma la energía de sus ríos glaciares en una reserva de valor soberana.

Para materializar esta visión, Bután no ha escatimado en esfuerzos. En una alianza estratégica con el gigante de la minería Bitdeer, empezó a construir una de las operaciones de minería de Bitcoin más grandes y sostenibles del planeta. El plan incluye el desarrollo de hasta 600 megavatios (MW) de capacidad minera, alimentada al 100% por energía renovable, y respaldada por un fondo de inversión de $500 millones. Actualmente, se estima que el país cuenta con al menos seis granjas de minería de Bitcoin operativas.

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Bitcoin como modelo a largo plazo

Las autoridades de Bután han dejado claro que ven a Bitcoin como un activo de reserva a largo plazo, que sirve como una herramienta de diversificación y crecimiento económico. De esta forma, Bután no solo ha adoptado Bitcoin; ha integrado su existencia en el núcleo de su estrategia nacional a largo plazo.

El Reino del Dragón, ha utilizado parte de sus ganancias de BTC para respaldar iniciativas que buscan mejorar la vida de sus habitantes. Por ejemplo, ha vendido parte de sus ganancias para financiar políticas públicas, como duplicar los salarios de empleados públicos y ofrecer incentivos para evitar el éxodo de jóvenes. Así, Bitcoin no solo es reserva de valor, sino un pilar para fortalecer servicios y mejorar la vida de sus habitantes.

Además, el gobierno local también ha estado promoviendo el uso de Bitcoin y otras criptomonedas en áreas claves para la nación, como el turismo. En mayo estableció un acuerdo con Binance y el banco DK Bank para desplegar el primer sistema de pagos con criptomonedas para turistas del mundo, aprovechando la plataforma de Binance Pay. Gracias a esto, el flujo de turistas que llegan al Reino, en crecimiento durante los últimos años, puede acceder a múltiples servicios turísticos y más de 100 comerciantes locales con BTC y otras criptomonedas.

¿Qué otras naciones seguirán el camino del Reino Dragón?

Con su modelo, Bután está demostrando cómo una nación pequeña puede aprovechar sus ventajas únicas —en este caso, la energía limpia— para participar en la red monetaria más segura del mundo en la búsqueda de un futuro próspero. Su modelo contrasta con el de otros países que toman BTC por incautaciones o especulación; aquí se trata de minería activa, ingresos tangibles y retornos para servicios públicos.

¿Podrían otras naciones con recursos renovables asumir este modelo y reforzar su propia autonomía financiera? Si algo demuestra Bután, es que no hace falta ser una gran economía para adoptar Bitcoin como reserva soberana y motor de desarrollo con miras al futuro.