9 de mayo de 2025

Por qué Microsoft debería comprar Bitcoin

 Por qué Microsoft debería comprar Bitcoin
  • En los últimos cinco años, las acciones de Microsoft generaron un retorno anual del 18%, pero Bitcoin alcanzó un impresionante 63%, superando a todos los activos tradicionales.
  • Michael Saylor plantea que adoptar Bitcoin no solo mejora el rendimiento financiero, sino que convierte a Microsoft en una empresa impulsada por el activo digital más sólido del siglo XXI.

Bitcoin: la oportunidad que Microsoft no puede ignorar
Las cifras son claras: en un entorno marcado por riesgos económicos, presión regulatoria y transformaciones tecnológicas aceleradas, Bitcoin no solo destaca como el activo de mejor desempeño de la última década, sino como la próxima gran ola tecnológica. En Strategy World 2025, Michael Saylor no dejó espacio para ambigüedades: Microsoft debe comprar Bitcoin.

En su intervención en Strategy World 2025, Michael Saylor lanzó un mensaje directo a los gigantes tecnológicos: “Microsoft va a recomprar acciones. Comprar Bitcoin sería diez veces mejor que eso”. Con datos en mano, comparó la rentabilidad histórica de Bitcoin frente a la de las acciones de la propia Microsoft, subrayando que el rendimiento anualizado de BTC (63%) deja muy atrás el 18% de la firma de Redmond. Y si se amplía la comparativa al resto del espectro financiero, el argumento es aún más contundente: los bonos han caído un 5% anual durante el mismo periodo, generando una destrucción de valor real para los inversores.

Para Saylor, esto no es solo una cuestión de rentabilidad. Se trata de comprender el papel que juega Bitcoin como capital digital, una nueva clase de activo que redefine la preservación de valor a escala global. En su presentación también expuesta ante accionistas de Microsoft en diciembre de 2024 posicionó a BTC como la “séptima gran ola tecnológica”, tras la computación personal, la interfaz gráfica, internet, el móvil, la nube y la inteligencia artificial.

Actualmente, Bitcoin tiene una capitalización de mercado de $2 billones, convirtiéndose en el séptimo activo más valioso del mundo y en el más digital, global, útil y descentralizado. Según el modelo proyectado por Bitcoin24, se prevé que alcance los $280 billones hacia 2045, con un rol central como reserva de valor en el nuevo orden económico global.

Saylor también cuestionó el uso del flujo de caja de Microsoft para dividendos y recompras, señalando que en los últimos cinco años la compañía ha “cedido” más de $200.000 millones en capital con estas estrategias. A su juicio, este enfoque expone a la firma a más de 25 factores de riesgo, incluyendo amenazas regulatorias, geopolíticas y tecnológicas. Bitcoin, en contraste, es un activo sin contrapartes: no depende de países, empresas, gobiernos ni monedas. “Es invisible, indestructible, inmortal y teletransportable”, argumentó.

En un momento donde más de 115 entidades públicas y privadas incluyendo ETFs, gobiernos y compañías cotizadas ya acumulan más de ₿2,6 millones (≈$264.000 millones), Saylor insistió en que Microsoft debe adoptar una estrategia activa de conversión de sus flujos de caja a Bitcoin. El modelo que propone muestra que, si Microsoft transiciona progresivamente su tesorería hacia BTC, su capitalización bursátil podría aumentar entre $1 y $4,9 billones para 2034. En términos de precio por acción, eso implicaría un salto adicional de entre $155 y $584, dependiendo del nivel de exposición adoptado.

Además, sostuvo que incorporar Bitcoin no solo reduce el valor en riesgo (VaR) asociado a las proyecciones financieras de la empresa, sino que diversifica la tesorería con un activo no correlacionado, altamente líquido y sin riesgo de dilución política o bancaria. Como lo dijo en su presentación: “Bitcoin es una fusión perpetua, rentable y universal que cualquier compañía puede hacer todos los años”.

La postura institucional hacia BTC también está cambiando rápidamente. En EE.UU., tanto la Casa Blanca como el Congreso y Wall Street están comenzando a respaldar iniciativas pro-Bitcoin, incluyendo la creación de una reserva estratégica nacional. La narrativa se ha movido: de ser un activo especulativo a convertirse en una pieza estratégica del futuro económico estadounidense.

La propuesta de Saylor no es una simple apuesta; es un llamado a la evolución financiera. Microsoft, cuya historia ha sido forjada sobre la innovación tecnológica, tiene hoy la posibilidad de posicionarse como pionera en una nueva etapa: la del capital digital. Ante un mundo cada vez más volátil, Bitcoin representa una herramienta no solo para preservar valor, sino para impulsar crecimiento sostenido y estratégico. La elección está sobre la mesa: continuar en el paradigma del pasado o liderar la arquitectura financiera del futuro.

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