Michael Saylor rechaza pruebas de reservas on-chain: “No protegen, exponen”

• Strategy descarta el uso de pruebas de reservas on-chain por motivos de seguridad, según Michael Saylor
• La firma ya controla más del 2.7% del suministro total de Bitcoin, con ganancias no realizadas que superan los $23 mil millones
Strategy, antes conocida como MicroStrategy, ha reforzado su postura institucional sobre la tenencia de Bitcoin al rechazar públicamente el modelo de prueba de reservas on-chain. Su cofundador y presidente ejecutivo, Michael Saylor, ha calificado esta práctica como una “mala idea” debido a los riesgos de seguridad que representa para emisores, custodios e inversionistas. La declaración fue realizada durante un evento paralelo al Bitcoin 2025 en Las Vegas, justo después de que la compañía anunciara una nueva adquisición de 4.020 BTC por aproximadamente $427 millones, elevando su posición total a 580.250 BTC.
I asked @saylor if @MicroStrategy has any plans to publish on-chain proof of reserves
— Mitchell ✝️🇺🇸 (@MitchellHODL) May 27, 2025
His answer will SHOCK you
“It’s a bad idea.”
– Security Risk
– Irrelevant without also having Big 4-audited liabilities
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Saylor cuestiona el valor real de las pruebas de reservas en la era post-FTX
Desde el colapso de FTX, muchas plataformas cripto han adoptado mecanismos de transparencia mediante la publicación de carteras públicas para demostrar sus activos on-chain. Sin embargo, para Saylor, este enfoque está mal dirigido: “Publicar tu wallet es como divulgar la dirección y cuentas bancarias de tus hijos. No protege a tu familia, la expone”.
El argumento de fondo gira en torno a que, si bien estas prácticas pueden parecer una solución superficial a los problemas de confianza, ignoran componentes fundamentales del análisis financiero como el pasivo, los compromisos ocultos y la posibilidad de rehypothecation (rehipotecación de activos). En sus palabras, “los inversores institucionales no quieren un balance de wallet, quieren estados auditados firmados por un CFO y una junta directiva con responsabilidad legal”.
Saylor subraya que ningún analista de seguridad empresarial recomendaría hacer pública una dirección de wallet, dado que esto abre una variedad de vectores de ataque, desde hackeos hasta rastreo transaccional y amenazas geopolíticas. Su énfasis es claro: la seguridad institucional no debe ser sacrificada por una ilusión de transparencia.
Una narrativa distinta para cada tipo de inversor
En el ecosistema cripto, la auto-custodia es vista por muchos como el ideal soberano. Y Saylor no lo niega: “Si eres un maximalista, compra Bitcoin y guárdalo tú mismo. Es obvio”. No obstante, añade que en el contexto de inversión en valores, lo que se requiere es una prueba institucional de activos y pasivos auditada por firmas como las Big Four, no simplemente una dirección pública en la blockchain.
La distinción entre el inversor minorista y el institucional es crucial. Para estos últimos, la responsabilidad legal, el cumplimiento normativo y la rendición de cuentas pesan más que la transparencia on-chain. “Los mercados públicos valoran mucho más un 10-K que una prueba de reservas”, remata Saylor.
Cifras que consolidan la narrativa institucional
Con la compra más reciente, Strategy controla más del 2.7% del suministro total de Bitcoin (21 millones de BTC). La firma ha invertido aproximadamente $40.600 millones a un precio promedio de $69.979 por BTC, y actualmente su portafolio tiene un valor superior a los $63.500 millones, lo que implica una ganancia no realizada de cerca de $23.000 millones. En términos de exposición y compromiso institucional con el activo, no existe precedente similar.
A pesar de esta enorme posición, Strategy ha optado por no mostrar públicamente sus direcciones, y basa su transparencia en informes auditados, aprobados legalmente, y presentados de acuerdo con las regulaciones del mercado de valores estadounidense.
La enseñanza tras el rechazo a la prueba de reserva Lo que plantea Saylor no es un rechazo a la transparencia en sí misma, sino un llamado a replantear qué tipo de transparencia es efectiva y segura en un entorno donde los ataques son sofisticados y constantes. Para el inversor institucional, la confianza no se gana con una blockchain expuesta, sino con auditorías verificables, estructuras legales claras y compromiso a largo plazo. En un ecosistema que aún busca aprender de los errores del pasado, las palabras de Saylor invitan a mirar más allá de los gestos simbólicos y priorizar la solidez estructural. La confianza real no se publica en un hash: se construye con responsabilidad.