Japón redefine el marco cripto: impuesto del 20% y nuevas reglas

- La FSA propone reclasificar 105 criptomonedas como productos financieros y aplicar un impuesto fijo del 20%.
- Japón prepara las primeras normas de divulgación e insider trading aplicadas directamente a activos digitales.
La Agencia de Servicios Financieros de Japón (FSA) está preparando una de las reformas regulatorias más amplias de los últimos años en la industria cripto global. El organismo busca reclasificar los activos digitales como “productos financieros” bajo la Ley de Instrumentos Financieros y de Intercambio, una categoría que actualmente regula valores, derivados y fondos tradicionales. La medida responde a una necesidad creciente: ofrecer claridad jurídica, uniformidad fiscal y estándares de transparencia más exigentes en un mercado que ya forma parte del sistema económico japonés.
Además de redefinir la naturaleza legal de las criptomonedas, la FSA quiere imponer nuevas normas sobre divulgación, información técnica, gobernanza y uso de información privilegiada a los 105 tokens que cotizan en bolsas registradas del país.
Entre ellos están Bitcoin (BTC) y Ether (ETH), cuyos volúmenes y volatilidad influyen directamente en la actividad del mercado doméstico.

Marco regulatorio más estricto para 105 criptomonedas
Si la propuesta se aprueba, los exchanges japoneses deberán ofrecer una divulgación detallada de cada uno de los activos listados:
Suscríbete y recibe las mejores actualizaciones e informes en tu bandeja de entrada
- si el token cuenta con un emisor identificable;
- qué tecnología blockchain lo respalda;
- cuál es su perfil de volatilidad;
- y qué riesgos enfrenta desde el punto de vista regulatorio y operativo.
Japón adoptaría así un enfoque similar al de los mercados de valores tradicionales, donde cada producto financiero debe cumplir con estándares estrictos de información previa a su comercialización. En términos prácticos, esto elevaría el nivel de exigencia para los emisores, reduciría la asimetría informativa para los inversores minoristas y haría más difícil listar tokens sin una base tecnológica sólida.
Al mismo tiempo, la FSA contempla aplicar por primera vez normas de insider trading al comercio de criptomonedas. Esto impediría que quienes tengan acceso a información no pública como futuras inclusiones o exclusiones de listados, fallas técnicas graves o problemas financieros del emisor operen con ventaja respecto al mercado.
La reforma fiscal: del 55% a un impuesto único del 20%
Uno de los cambios más significativos está en materia fiscal. Hoy, las ganancias provenientes del comercio de criptomonedas se clasifican como «ingresos diversos», lo que implica que un inversor con altos ingresos puede terminar pagando hasta 55% en impuestos. Este esquema ha sido objeto de críticas por parte de empresas, desarrolladores y minoristas, que argumentan que limita la competitividad del país frente a otros centros cripto en Asia.
La FSA propone equiparar el tratamiento fiscal de las criptomonedas con el de las acciones, aplicando un impuesto fijo del 20% sobre las ganancias de capital. De implementarse, Japón podría transformar su mercado en uno de los entornos más atractivos de la región para traders profesionales, empresas con tesorerías en activos digitales y fondos especializados.
La propuesta será presentada en la principal reunión parlamentaria de 2026, lo que otorga tiempo suficiente para que los actores del sector adapten procesos y sistemas contables.
Bancos y cripto: un giro histórico en la custodia
Otro eje del debate regulatorio es la posibilidad de permitir que los bancos japoneses posean y custodien Bitcoin y otros activos digitales. La normativa actual prohíbe esta práctica debido a la volatilidad del mercado, pero la FSA considera flexibilizar esta restricción dentro de la próxima reunión del Consejo de Servicios Financieros.
Si los bancos pudieran registrarse como casas de cambio autorizadas, ofrecerían servicios integrados de trading, custodia y administración de activos. En un país con alto grado de bancarización y confianza institucional, esto podría impulsar la adopción de Bitcoin como un activo patrimonial más dentro de las carteras de inversión tradicionales.
Un posible nuevo referente para la regulación global
El entorno regulatorio japonés suele adelantarse a las prácticas internacionales, como ya ocurrió tras el colapso de Mt. Gox en 2014, que llevó a Japón a implementar requisitos de custodia y auditoría antes que la mayoría de países. Si esta reforma se materializa, Japón podría convertirse nuevamente en un referente global, sobre todo por combinar tres elementos clave:
- Transparencia obligatoria en listados.
- Protección al inversor mediante normas anti–insider trading.
- Competitividad fiscal que incentiva la inversión.
La iniciativa japonesa muestra que la madurez de Bitcoin y los activos digitales requiere un marco más coherente y exigente. Si bien la regulación puede parecer restrictiva en el corto plazo, crea las bases para mercados más seguros y profundos en el futuro. Para los inversores, el mensaje es claro: la industria deja atrás su fase experimental y entra en una etapa donde la transparencia, la gobernanza y la integración con el sistema financiero tradicional serán decisivas para su legitimidad global. Japón, una vez más, está dispuesto a marcar el ritmo.