Dogecoin y XRP caen un 7% ante amenazas arancelarias de Trump

- Durante las primeras horas del mercado asiático, se observó una caída superior al 5% en Dogecoin, Ether y XRP, mientras Toncoin registró un incremento del 5%.
- Más de 12.200 millones de dólares en opciones de Bitcoin expirarán próximamente, con un “max pain” situado en los 85.000 dólares, lo que podría influir en el comportamiento del mercado ante la inminente publicación del índice PCE en Estados Unidos.
En un contexto marcado por la incertidumbre en torno a las políticas comerciales y monetarias globales, los mercados de criptomonedas han mostrado una marcada volatilidad. Durante la sesión asiática, los principales tokens –incluidos Dogecoin (DOGE), Ether (ETH) y XRP (XRP)– sufrieron descensos de más del 5%, en parte debido a que los operadores tomaban ganancias tras un rally de alivio registrado a principios de semana. El descenso se enmarca en una tendencia generalizada reflejada por el índice CoinDesk 20 (CD20), que evidenció una baja promedio del 4.5%, siendo Dogecoin el que experimentó la mayor merma, con una caída del 7%.

Paralelamente, Toncoin (TON) se destacó como el único token de la lista con una apreciación en las últimas 24 horas, alcanzando un alza del 5%. Este comportamiento heterogéneo en el mercado de criptomonedas coincide con movimientos paralelos en otros activos financieros. Por ejemplo, el precio del oro alcanzó nuevos máximos, superando los 3.109 dólares, mientras que los índices bursátiles, tanto a nivel global como en Asia, mostraron tendencias bajistas.
Otro factor de gran relevancia es el vencimiento de opciones de Bitcoin, valoradas en más de 12.200 millones de dólares, que se encuentran próximas a expirar con un “max pain” en torno a los 85.000 dólares. Los analistas, como los de QCP Capital en Singapur, han señalado que el comportamiento lateral del mercado y la disminución en el interés abierto (OI) apuntan a una falta de optimismo a corto plazo. Esta coyuntura se ve agravada por la expectativa en torno a la publicación del índice de precios del consumo personal (PCE) en Estados Unidos, un indicador clave que refleja la evolución de la inflación y que puede influir en las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.
El índice PCE, que se publica mensualmente, se utiliza para medir la variación de los precios en una amplia gama de bienes y servicios, y ha sido un referente en la evaluación del comportamiento inflacionario. Un PCE elevado podría presagiar nuevas subidas en las tasas de interés para frenar la inflación, lo cual, en un entorno de incertidumbre, podría hacer que los inversores se muestren más reacios al riesgo, afectando negativamente el precio de Bitcoin. Por el contrario, cifras moderadas en el PCE podrían incentivar una mayor liquidez y un repunte en la valoración del Bitcoin como activo especulativo o refugio contra la inflación.
Las tensiones en el ámbito internacional se han intensificado con las declaraciones del presidente Donald Trump, quien ha advertido sobre la posibilidad de imponer aranceles más severos a Canadá y la Unión Europea en caso de que estas naciones coordinen políticas que afecten la economía estadounidense. Dichas amenazas han generado reacciones en los mercados globales, reflejadas en la caída de los principales activos financieros y en una mayor cautela entre los inversores. Esta situación se suma a la declaración del primer ministro canadiense, Mark Carney, quien indicó que el país aceleraría la diversificación de sus relaciones comerciales ante la percepción de que Estados Unidos ya no es un socio tan confiable.
La coyuntura actual nos invita a reflexionar sobre la sensibilidad de los mercados financieros ante las políticas monetarias y comerciales de las grandes economías. Los movimientos bruscos en el sector cripto, sumados a la inminente expiración de opciones de Bitcoin, demuestran que, en un entorno global de creciente volatilidad y cambios estructurales, es fundamental que los inversores adopten una postura informada y analítica. El equilibrio entre riesgo y oportunidad, sustentado en un profundo entendimiento de los indicadores económicos y técnicos, se convierte en la clave para navegar en este escenario de incertidumbre, donde cada cifra y cada dato pueden marcar la diferencia en la toma de decisiones estratégicas.