24 de abril de 2025

Bitcoin se fortalece en el fuego cruzado entre EE. UU. y China

 Bitcoin se fortalece en el fuego cruzado entre EE. UU. y China
  • La tensión entre EE. UU. y China podría tener un impacto colateral inmediato en la liquidez de mercados globales, incluidos los criptoactivos.
  • Bitcoin y otros activos digitales se perfilan como posibles refugios en un contexto de incertidumbre comercial prolongada.

145 % de aranceles y cero diálogo: Las recientes declaraciones de China descartando avances en las negociaciones y exigiendo la eliminación de aranceles unilaterales siembran dudas sobre cualquier desescalada cercana.
El Tesoro estadounidense estima que un acuerdo podría tardar de dos a tres años, lo que implica una presión sostenida sobre el comercio mundial y la producción industrial global.

La volatilidad de los mercados financieros tradicionales volvió a quedar en evidencia tras los mensajes contradictorios sobre el estado de las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos. En una sola jornada, los índices bursátiles oscilaron bruscamente al compás de titulares que iban desde un presunto relajamiento de aranceles por parte de la Casa Blanca, hasta un desmentido total por funcionarios del Tesoro estadounidense y del Ministerio de Comercio chino.

China fue clara: no habrá negociaciones mientras persistan las tarifas impuestas unilateralmente. En palabras del portavoz He Yadong, “los reportes sobre avances son infundados” y la única vía para avanzar sería la “remoción completa” de las tarifas, que actualmente alcanzan niveles récord del 145 % en algunos rubros, según declaraciones del propio presidente Trump. Esto coloca al conflicto comercial en un punto muerto, sin reuniones bilaterales programadas y con ambas potencias en posiciones firmes y distantes.

Para los inversores en Bitcoin y activos digitales, el contexto macroeconómico cobra particular relevancia. La incertidumbre prolongada en los mercados tradicionales suele incentivar la búsqueda de activos no correlacionados. Bitcoin, históricamente presentado como “oro digital”, se ha comportado en algunos momentos como refugio ante riesgos geopolíticos. En los últimos ciclos, se ha observado un repunte en la cotización del BTC en períodos de crisis comerciales, devaluaciones o tensiones internacionales.

El caso actual no es menor. Si bien los aranceles en sí afectan principalmente al comercio físico, su impacto repercute en el sentimiento de los mercados, la inversión extranjera directa, la planificación industrial y la cadena global de suministros. Según Zhang Zhiwei, economista jefe de Pinpoint Asset Management, los efectos de los aranceles “golpearán al comercio global durante varios meses”, incluso si las negociaciones comenzaran hoy. Esto sugiere que no solo las acciones y los bonos soberanos podrían sufrir presión, sino también las monedas fiduciarias de economías exportadoras clave.

Adicionalmente, existe un componente psicológico. Los discursos ambiguos, las filtraciones interesadas y el uso geopolítico de medidas arancelarias han generado una creciente desconfianza en la estabilidad del sistema financiero internacional, lo que a su vez alimenta narrativas pro-Bitcoin. No es casual que durante episodios como el conflicto con Irán en 2020, la crisis bancaria estadounidense en marzo de 2023, o la reciente inflación en Argentina, el precio del BTC haya registrado reacciones inmediatas y, en ocasiones, alcistas.

Por supuesto, Bitcoin no es inmune a la macroeconomía. Factores como el endurecimiento de la política monetaria en EE. UU. o un colapso de la demanda global también podrían presionar su cotización. Pero en un entorno de distorsiones comerciales, intervención estatal y fricción entre potencias, su arquitectura descentralizada y su oferta limitada siguen siendo sus mejores credenciales.

Mientras tanto, los efectos colaterales de la guerra comercial ya se sienten: cancelaciones masivas de pedidos en Amazon, cierres de fábricas de plásticos en China por falta de etano estadounidense, y desplome en la actividad portuaria en la costa oeste de EE. UU. La desaceleración es tangible y el riesgo sistémico se incrementa.

La lección para los inversores es clara: en un mundo donde las reglas del comercio global se reescriben a golpe de tweet o comunicado, y donde los ciclos de incertidumbre se extienden por años, Bitcoin se presenta no solo como un activo especulativo, sino también como una herramienta de diversificación estratégica. No como garantía de rentabilidad, pero sí como símbolo de independencia frente a las políticas de corto plazo que definen los mercados tradicionales.

Publicaciones relacionadas