Strategy consolida el 3,2 % del suministro de Bitcoin

- 671.268 BTC en balance corporativo convierten a Strategy en el mayor tenedor público de Bitcoin, con compras cercanas a USD 2.000 millones en apenas dos semanas.
- ¿Hasta qué punto una sola empresa puede redefinir la narrativa de escasez, tesorería corporativa y crédito sobre Bitcoin?
En un mercado que ha mostrado debilidad en los últimos meses y donde el sentimiento ha oscilado entre la cautela y el miedo, Strategy volvió a hacer exactamente lo que su fundador y principal estratega, Michael Saylor, ha defendido desde hace más de un lustro: comprar Bitcoin de forma agresiva, sistemática y sin atender al ruido de corto plazo. En las últimas dos semanas, la compañía destinó casi USD 2.000 millones adicionales a ampliar su tesorería, elevando sus reservas hasta 671.268 BTC, el equivalente a 3,2 % de todo el Bitcoin que existirá jamás.
Una estrategia sin precedentes en el mundo corporativo
Desde el tercer trimestre de 2020, Strategy ha incorporado Bitcoin a su balance en cada trimestre, acumulando un total de 90 adquisiciones. Ninguna otra empresa pública se acerca siquiera a esta escala. Según datos de Bitcointreasuries, la compañía posee 12 veces más Bitcoin que MARA Holdings, el segundo mayor tenedor corporativo, y supera ampliamente a empresas cuyos balances oscilan entre 13.000 y 53.000 BTC dentro del top 10.

Esta concentración no es un accidente ni una apuesta táctica. Es el resultado de una tesis de largo plazo: Bitcoin como activo monetario superior, reserva de valor global y base de un nuevo sistema de crédito digital. Desde una perspectiva puramente numérica, la magnitud impresiona; desde una perspectiva estructural, plantea preguntas incómodas para el mercado.
El costo, el valor y el riesgo de escala
Strategy declara un costo total de adquisición cercano a los USD 50.000 millones, con un precio promedio de USD 75.000 por BTC. A precios actuales, el valor neto de sus reservas ronda los USD 60.000 millones, lo que le otorga un colchón contable relevante, pero no exento de volatilidad.
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Consciente de los temores recurrentes sobre una posible liquidación forzada en escenarios adversos, la compañía tomó una decisión clave este mes: crear una reserva de efectivo de USD 1.440 millones destinada a cubrir dividendos e intereses futuros. Financiada mediante la venta de acciones Clase A, esta reserva cubre inicialmente 21 meses de obligaciones, con el objetivo explícito de extenderla a 24 meses. El mensaje es claro: reducir al mínimo la probabilidad de vender Bitcoin incluso bajo presión financiera.
Desde el punto de vista del inversor, este movimiento es tan relevante como las compras mismas. Strategy busca blindar su narrativa de “hodl corporativo” frente a uno de los mayores riesgos percibidos: la necesidad de liquidez en mercados bajistas.
Bitcoin como capital digital y motor de crédito
Más allá de los números, la visión estratégica de Saylor ha evolucionado. En foros recientes, como la conferencia Bitcoin MENA, describió a Bitcoin no solo como reserva de valor, sino como “capital digital”, capaz de sustentar un sistema de crédito más eficiente y predecible que el actual.
En este marco, Strategy ha desarrollado instrumentos financieros sobrecolateralizados como STRK, con un dividendo del 8 %, y STRF, un bono perpetuo con retorno del 10 %. El objetivo es transformar un activo volátil en flujos de caja relativamente estables, manteniendo e incluso ampliando la exposición a Bitcoin a largo plazo.
Saylor sostiene que este enfoque permitiría duplicar el Bitcoin por acción cada siete años, una afirmación ambiciosa que depende tanto del comportamiento del precio como de la estabilidad del marco regulatorio y crediticio. No es casual que destaque el avance institucional: grandes bancos estadounidenses como Bank of America, JP Morgan, Citi y Wells Fargo ya ofrecen custodia y productos crediticios vinculados a Bitcoin, reduciendo barreras que antes eran estructurales.
Impacto en el mercado y preguntas abiertas
Que una sola empresa concentre más del 3 % del suministro total de Bitcoin tiene implicaciones profundas. Por un lado, refuerza la narrativa de escasez y absorción de oferta en manos de actores con horizonte de largo plazo. Por otro, introduce un nuevo vector de riesgo sistémico: la dependencia del mercado respecto a las decisiones financieras de una corporación altamente apalancada a un solo activo.
El hecho de que Strategy conserve su lugar en el Nasdaq 100, pese a la reciente reconfiguración del índice, añade otra capa de relevancia. La empresa ya no es solo un proxy de Bitcoin; es un componente estructural de carteras pasivas que, indirectamente, amplifican su influencia.
El avance de Strategy no invalida los riesgos inherentes a Bitcoin ni elimina la volatilidad. Lo que sí hace es redefinir el debate: Bitcoin ya no es únicamente un activo especulativo o una reserva alternativa, sino una herramienta central de estrategia corporativa, ingeniería financiera y visión monetaria de largo plazo. En un ecosistema donde muchos reaccionan al precio, Strategy sigue actuando como si el tiempo fuera su principal ventaja competitiva.