Bitcoin alcanza niveles históricos de sobreventa: ¿antesala de un repunte de gran magnitud?

- El indicador MVRV Z-Score de 2 años registra su lectura más baja de la historia, comparable únicamente con los fondos de 2018 y 2022.
- Bitcoin rebota a 91.000 USD tras la mayor fase de liquidación desde FTX/LUNA, mientras traders e instituciones comienzan a posicionarse al alza.
Bitcoin vuelve a situarse en el centro de la conversación global. La criptomoneda líder, tras semanas de presión vendedora y un mercado cargado de liquidaciones forzadas, ha recuperado el nivel psicológico de 91.000 dólares, al mismo tiempo que uno de los indicadores on-chain con mayor respaldo técnico el MVRV Z-Score con ventana de dos años marca su peor registro desde que existen datos comparables. Para los inversores de ciclo, este detalle no es menor: cuando el mercado cotiza por debajo del valor base de la red de forma tan prolongada, suele ser señal de agotamiento vendedor y, por ende, de proximidad a un posible fondo macro.
El MVRV (Market Value to Realized Value) compara el precio de mercado frente al costo promedio al que fueron adquiridos los BTC en circulación. Cuando la métrica cae profundamente por debajo de 1, el inversor promedio opera en pérdidas no realizadas territorio históricamente asociado con zonas de acumulación. El Z-Score, por su parte, añade una capa estadística al calcular cuántas desviaciones estándar se aleja el mercado de su media estructural. Hoy, esa desviación se encuentra en niveles más bajos que 2018, tras el colapso de ICOs, y que 2022, en pleno derrumbe post-FTX/Luna. Es decir, el punto exacto donde, en ciclos anteriores, el precio comenzó fases de recuperación acelerada.

Señales técnicas, divergencias y la lectura del mercado
El analista Michaël van de Poppe plantea que esta caída masiva ocurrió después del evento de liquidación del 10 de octubre, el mayor registrado en los últimos dos años, y lo interpreta como una purga necesaria para “reiniciar” el mercado. Destaca además la presencia de una divergencia alcista oculta, donde el precio continúa marcando mínimos más bajos mientras los indicadores de tendencia comienzan a revertir al alza. Históricamente, este patrón suele anticipar rotaciones agresivas de corto plazo, especialmente cuando la liquidez se concentra en rangos estrechos y el apalancamiento empieza a reconstruirse desde niveles más limpios.
No solo Bitcoin muestra comportamiento extremo. Ethereum y otras criptomonedas de alta capitalización también han vivido presión, pero el posicionamiento de grandes operadores indica un cambio progresivo de sesgo. Plataformas de derivados han registrado aperturas de posiciones largas de alto apalancamiento, sugiriendo que los agentes con mayor capacidad de riesgo apuestan por una reversión de tendencia, aunque aún en fase temprana. La volatilidad implícita en opciones BTC y ETH permanece elevada, reflejo de un entorno aún incierto donde la confirmación del fondo necesita volumen real de compra, no únicamente métricas históricas.
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Altcoins en foco: el caso de NEAR y el interés institucional selectivo
En paralelo, NEAR Protocol llama la atención por una confluencia poco común: precio en zona de soporte anual, desarrollos tecnológicos relevantes y un reciente recorte de inflación que redujo la emisión del 5% al 2,5% anual. Su adopción en Brave para funciones de privacidad e IA, así como su integración en mercados de predicción como Kalshi, fortalece el argumento de que el mercado podría estar pasando por alto valor fundamental frente al ruido macro. El volumen y los ingresos de NEAR Intents han crecido de forma notable mientras la acción del precio apenas reacciona, un contraste que suele anticipar revalorización futura si el ecosistema continúa expandiéndose.

Otro movimiento destacado proviene de Arthur Hayes, figura influyente del sector y ex-CEO de BitMEX, quien ha incrementado su exposición en ENA, ETHFI y PENDLE, además de apoyar públicamente a Zcash. Estos comportamientos sugieren que, mientras el mercado minorista se retira en miedo, ciertos actores profesionales están posicionándose de manera selectiva en activos con narrativas claras y potencial de retorno asimétrico.
¿Dónde se encuentra Bitcoin dentro del ciclo?
Los niveles actuales reflejan un punto donde la psicología del inversor suele fracturarse: miedo profundo, pérdidas generalizadas y una narrativa que oscila entre capitulación y oportunidad. Los mínimos de 2018 y 2022 demostraron que comprar cuando la presión es máxima puede transformar la curva de rendimiento a largo plazo. Sin embargo, es vital reconocer que sobreventa extrema no equivale a rebote inmediato. El mercado puede permanecer infravalorado más tiempo del que un operador apalancado puede resistir y ese es, precisamente, el riesgo central del momento.
La lección para el inversor intermedio es clara: los ciclos de Bitcoin no premian la euforia ni el pánico, sino la capacidad de interpretar datos con frialdad. El MVRV Z-Score envía una señal tan rara como poderosa, pero no sustituye al análisis de liquidez, flujos institucionales y contexto macro. Si este nivel efectivamente marca un fondo, será recordado como una de las mejores ventanas de entrada del ciclo. Si no lo es, será un recordatorio de que incluso las señales más convincentes requieren confirmación antes de traducirse en tendencia.
El mercado ofrece números que invitan a la reflexión: máxima sobreventa en la historia, rebote técnico, liquidez reducida y acumulación inteligente en activos selectos. El inversor que comprenda este cruce de señales y actúe con criterio, no con impulso será quien pueda convertir la volatilidad actual en oportunidad, como ya ocurrió en ciclos anteriores. Aquí, como siempre, Bitcoin no recompensa la prisa; recompensa la convicción informada.