¿Por qué tantos aún no entienden Bitcoin?

 ¿Por qué tantos aún no entienden Bitcoin?
  • A pesar de la adopción institucional, Bitcoin aún genera desconfianza en figuras clave del sistema financiero tradicional.
  • Adam Back, pionero en el desarrollo de Bitcoin, apunta a un escepticismo profundo ligado a su naturaleza intangible y disruptiva.

El escepticismo hacia Bitcoin persiste incluso en un contexto donde su legitimidad ha sido reforzada por actores como BlackRock, Fidelity o el propio gobierno estadounidense. Hoy, más de 3 millones de BTC están en manos de instituciones, pero para figuras como Jamie Dimon o Warren Buffett, el activo sigue siendo poco más que una ilusión tecnológicaEsta aparente paradoja adopción masiva frente a rechazo persistente invita a revisar los límites culturales y cognitivos que muchos enfrentan al intentar comprenderlo.

Fuente: Tradingview

Adam Back, uno de los primeros desarrolladores en interactuar con Satoshi Nakamoto y actual CEO de Blockstream, ha abordado este fenómeno con una mezcla de sorpresa y resignación. En recientes declaraciones, Back calificó de “confuso” que incluso individuos con formación técnica en criptografía, redes descentralizadas o privacidad digital hayan sido escépticos desde el principio. Para él, este rechazo no tiene que ver tanto con una falta de capacidad técnica, sino con un apego emocional al paradigma financiero tradicional.

En ese sentido, Back sugiere que la falta de comprensión de Bitcoin no se debe únicamente a su complejidad tecnológica, sino también a su naturaleza abstracta. No tener una forma física, ser limitado a 21 millones de unidades, y operar sin una autoridad central, rompe con todos los principios monetarios heredados del fiat y el oro. “Algunos se muestran escépticos ante algo que no es físico y, sin embargo, es escaso”, reflexiona. Esta desconexión entre la lógica económica tradicional y la innovación digital parece ser el eje del malentendido.

Jamie Dimon, CEO de JP Morgan, lo ejemplificó en una entrevista de 2023 cuando puso en duda el límite de suministro de Bitcoin: “¿Cómo sabes que se detendrá en 21 millones?”, preguntó con escepticismo. Aunque su empresa ha adoptado la tecnología blockchain, no ha extendido esa confianza a Bitcoin como activo monetario. Lo mismo ocurre con Warren Buffett, quien ha calificado a Bitcoin como “veneno para ratas al cuadrado”, a pesar de que fondos como BlackRock ya tienen miles de millones de dólares invertidos en ETFs respaldados por BTC.

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Fuente: Squawk Box

Esta desconexión también tiene una dimensión social. Para quienes se benefician del sistema actual profesionales bien remunerados, con acceso a crédito, estabilidad laboral y cuentas bancarias Bitcoin no representa una solución, sino una disrupción innecesaria. Según Back, “si el orden establecido funciona para ti, es difícil ver una necesidad de cambio”.

La ironía es que Bitcoin nació precisamente como respuesta al colapso del sistema financiero en 2008. El mensaje incrustado en su bloque génesis, una referencia al rescate bancario británico, es un recordatorio de su propósito: ofrecer una alternativa descentralizada frente al riesgo sistémico del modelo fiat. Hoy, su escasez programada, su resistencia a la censura y su neutralidad algorítmica lo posicionan como una posible cobertura frente a la inflación o la intervención estatal.

Y sin embargo, su comprensión sigue limitada, incluso entre quienes más podrían beneficiarse de ella. El problema no parece estar solo en la tecnología, sino en lo que exige de quien la adopta: cuestionar las bases del dinero, del poder financiero y de la confianza institucional.

Bitcoin no necesita ser entendido por todos para cumplir su función. Pero como con toda innovación radical, su adopción será inevitablemente desigual. El reto, como sugiere Back, es superar las barreras mentales que impiden a muchos ver en él no una amenaza, sino una evolución necesaria del sistema económico global.