Bitcoin ya no está en tus manos: más de 500.000 BTC migran a instituciones

- Inversores individuales vendieron más de 525.000 BTC en 2024, mientras que instituciones y ETFs acumularon +831.000 BTC.
- Sky Wee advierte: “Bitcoin no necesita a Wall Street. Pero Wall Street sí necesita a Bitcoin”
El crecimiento del interés institucional por Bitcoin ha sido una de las narrativas dominantes del mercado durante 2024. Empresas, fondos cotizados (ETFs) y gobiernos han incrementado significativamente sus posiciones, consolidando a Bitcoin como un activo financiero de peso global. Sin embargo, este fenómeno no está exento de cuestionamientos desde el corazón mismo de la comunidad bitcoiner.
El influencer asiático y estratega Web3 Sky Wee, con más de 4 millones de seguidores y una presencia activa en iniciativas cripto desde el ecosistema de Binance hasta fondos de inversión Web3, ha levantado una bandera de advertencia: la adopción institucional podría estar alejando a los usuarios minoristas del activo que nació como “dinero del pueblo”.
Según datos de River, en lo que va de año, los inversores individuales han reducido sus tenencias en 247.000 BTC, mientras que las instituciones aumentaron las suyas en 225.000 BTC netos. En total, más de medio millón de bitcoins han migrado desde manos minoristas hacia actores institucionales, en lo que parece una transferencia de control silenciosa.

Desde la perspectiva de Sky Wee, esta dinámica representa un cambio ideológico: “Bitcoin fue creado como un refugio ante el sistema financiero tradicional. Pero hoy, ese sistema está comprando Bitcoin a gran escala. La pregunta no es si sobrevivirá, sino quién lo controlará”.
Este fenómeno se refleja también en métricas como la desaceleración en el mempool y la caída de la actividad en direcciones no custodiadas. Si bien la institucionalización de Bitcoin aporta liquidez, legitimidad y estabilidad de precios, también introduce riesgos de concentración, centralización y dependencia de actores que tradicionalmente se han opuesto a los valores del proyecto.
Wee, galardonado por Forbes como una de las figuras emergentes más influyentes del ecosistema blockchain, es enfático:
“El verdadero riesgo no es que compren las instituciones. Es que dejen de comprar los usuarios comunes”.
Para él, la soberanía financiera sigue viva mientras los individuos elijan la autocustodia, participen activamente y comprendan el poder que Bitcoin representa.
La historia ya ofrece precedentes. La minería de Bitcoin, que comenzó como una actividad descentralizada desde ordenadores personales, hoy está dominada por mega granjas industriales en Texas, Islandia o Escandinavia, operadas por conglomerados energéticos y fondos con acceso a capital y tecnología. El temor es que la custodia institucional siga el mismo camino.
Este nuevo escenario dibuja un campo de batalla ideológico. Para el sistema financiero tradicional, Bitcoin es un activo refugio, una reserva alternativa, una cobertura. Para millones de personas en economías frágiles o regímenes autoritarios, sigue siendo una herramienta de libertad, propiedad y resistencia. Y esa diferencia, según Sky Wee, lo es todo.
A medida que la narrativa se bifurca entre la utilidad financiera y la soberanía individual, el futuro de Bitcoin dependerá de quién lo sostenga: si manos institucionales que buscan protegerse del sistema que representan, o personas comunes que buscan salirse de él.