19 de abril de 2025

Mantra cae un 94% ¿Fue una Estafa?

 Mantra cae un 94% ¿Fue una Estafa?
  • El desplome de OM evidencia una posible manipulación coordinada por un grupo interno que controlaba más del 94% del suministro del token.
  • El proyecto Mantra enfrentaría un quiebre de confianza irreversible entre sus principales actores, en medio de versiones de complicidad y estrategias de “pump and dump”.

El token $OM, nativo del ecosistema Mantra Chain, sufrió recientemente una caída abrupta en su cotización, alimentando sospechas de colusión y manipulación de mercado a gran escala. Si bien la fundación Mantra niega haber participado en la venta masiva que desencadenó el desplome, el análisis on-chain y los movimientos en exchanges centralizados (CEX) sugieren una historia diferente: una estructura de poder concentrada, decisiones estratégicas que favorecieron el corto plazo y una eventual ruptura entre los involucrados que desató la tormenta.

El detonante habría sido una maniobra unilateral de uno de los integrantes del grupo interno que mantenía el control del 94% del suministro circulante de $OM. Según fuentes del mercado, esta entidad habría sido forzada a liquidar sus posiciones por presiones de un acreedor, lo que fracturó el frágil equilibrio que sostenía el precio tras un año de movimientos coordinados.

La historia de esta manipulación probable se remonta a mediados de 2023, cuando Mantra aún contemplaba lanzar un nuevo token (AUM), como parte de una nueva fase del proyecto. Sin embargo, ante la dificultad de listar un token nuevo en Binance, el equipo optó por reutilizar $OM como token de gas. Esta decisión habría sido influenciada por terceros posiblemente asesores o inversionistas y acompañada por movimientos de capital que sirvieron para inflar artificialmente el precio del token.

A lo largo del año, se registraron retiros y depósitos masivos de $OM en Binance, ejecutados a través de intermediarios como GSR y DWF Labs. Estos flujos coincidieron con dos ciclos de apreciación significativa del token:

  • Primer pump (diciembre 2023): de una FDV de $20 millones a $100 millones.
  • Segundo pump (febrero 2024): de una FDV de $200 millones a $1.000 millones.

En ambos casos, se observó una reducción anticipada de los saldos de $OM en CEX, seguida de retiros hacia wallets on-chain no identificadas, las cuales mantuvieron los tokens durante meses antes de redepositarlos. Esta secuencia sugiere una estrategia deliberada de oferta restringida para propiciar subidas de precio y posterior distribución a mercado.

La evidencia apunta a que el grupo coordinado, incluyendo a la fundación Mantra, tenía control efectivo de más del 94% del suministro total del token, un porcentaje sorprendente para un proyecto con más de cuatro años de existencia.

El modelo comenzó a desmoronarse a principios de 2025, cuando una de las entidades del grupo fue forzada a liquidar su colateral en $OM. Este movimiento abrupto generó una cascada de ventas, desatando la caída del precio y revelando la fragilidad estructural del ecosistema Mantra.

Al romperse la confianza entre los coludidos, la situación derivó en un clásico dilema del prisionero: cada actor ahora debe actuar por su cuenta, anticipando que los demás harán lo mismo. Este tipo de descomposición suele tener consecuencias irreversibles en la confianza del mercado.

Lo que comenzó como una estrategia agresiva para capitalizar el entorno favorable de los exchanges derivó en una sobreexposición de poder y una narrativa que ahora pone en duda la legitimidad de todo el proyecto. Las consecuencias para los inversionistas, especialmente minoristas, son significativas: pérdidas masivas en un activo cuyo valor dependía más del control interno que de su adopción o desarrollo tecnológico.

La lección es clara: la concentración extrema del suministro de un token, combinada con incentivos mal alineados y una narrativa opaca, crea el terreno perfecto para ciclos de manipulación y colapso. Aunque casos como el de Mantra no son nuevos en el criptoespacio, sí resaltan una necesidad urgente de escrutinio más riguroso, tanto por parte de los usuarios como de los exchanges que los listan. En mercados aún incipientes, la transparencia y la descentralización no pueden ser solo eslóganes: deben ser principios operativos.

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