Trump intensifica la guerra comercial con China y Bitcoin cae a $78.000

- La amenaza de nuevos aranceles entre EE.UU. y China sacude los mercados globales y empuja a la baja el precio de Bitcoin.
- BTC cayó un 6% en menos de 24 horas, arrastrado por el nerviosismo geopolítico y el retorno del riesgo macroeconómico.
Bitcoin perdió $5.000 desde su pico semanal tras el anuncio de Trump sobre nuevos aranceles del 50% a China, mientras los mercados globales reaccionan con cautela ante el posible quiebre de relaciones comerciales.
El expresidente de EE.UU. advirtió que suspenderá todo diálogo con China si no se eliminan los recientes aranceles del 34% antes del 8 de abril. La tensión genera volatilidad en activos de riesgo, incluido Bitcoin.
El expresidente estadounidense Donald Trump volvió al centro de atención global con una amenaza comercial que impactó de forma inmediata en los mercados tradicionales y también en el ecosistema de criptomonedas. A través de su plataforma Truth Social, Trump advirtió que si China no revoca antes del 8 de abril un aumento arancelario del 34% recientemente anunciado, Estados Unidos responderá con un nuevo incremento del 50% a partir del 9 de abril. Esta medida se sumaría a los aranceles ya vigentes desde la anterior administración, intensificando una guerra comercial que parecía contenerse en los últimos años.
La reacción de los mercados fue inmediata. Los futuros bursátiles estadounidenses registraron caídas durante la noche, mientras que Bitcoin experimentó un retroceso significativo. La criptomoneda líder pasó de un pico cercano a los $83.000 el domingo a cotizar en $78.000 horas después del comunicado, una caída del 6% en menos de un día. Este tipo de corrección no es inusual en Bitcoin, pero el contexto geopolítico marca una diferencia: se trata de una respuesta directa al retorno del riesgo macroeconómico y la incertidumbre regulatoria global.
Trump justificó su postura acusando a China de ser el “mayor abusador comercial” del planeta, señalando prácticas como la manipulación cambiaria, subsidios ilegales a empresas locales y el uso de barreras no arancelarias. También aseguró que las conversaciones con Pekín quedarán suspendidas de forma inmediata, mientras que negociaciones con otros países interesados avanzarían en paralelo.
Oil prices are down, interest rates are down (the slow moving Fed should cut rates!), food prices are down, there is NO INFLATION, and the long time abused USA is bringing in Billions of Dollars a week from the abusing countries on Tariffs that are already in place. This is…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 7, 2025
Desde una óptica macro, este anuncio plantea varios riesgos para los mercados. En primer lugar, la ruptura de las conversaciones entre las dos mayores economías del mundo podría agravar la presión inflacionaria global. Aunque Trump sostiene que los aranceles han sido beneficiosos para EE.UU., con caídas en precios del petróleo, alimentos e incluso tasas de interés, estos efectos son debatibles y no exentos de consecuencias a mediano plazo. Un incremento arancelario del 50% a productos chinos tendría un efecto dominó en las cadenas de suministro, presionando los costos de importación y afectando a sectores tecnológicos, manufactureros y de consumo masivo.
En el caso de Bitcoin, la reacción bajista ante una noticia de índole política y económica evidencia la creciente correlación del activo con los mercados tradicionales en momentos de alta incertidumbre. Aunque muchos defensores de Bitcoin lo consideran una cobertura ante la política monetaria y las tensiones geopolíticas, los datos recientes muestran que los inversores institucionales aún lo tratan como un activo de riesgo en momentos de volatilidad.
A pesar del retroceso, Bitcoin mantiene una apreciación acumulada de más del 60% en lo que va del año. Sin embargo, la posibilidad de un nuevo capítulo en la guerra comercial entre EE.UU. y China puede añadir obstáculos a corto plazo, especialmente si los mercados tradicionales amplifican su aversión al riesgo. La atención de los inversores se centra ahora en la respuesta de Pekín y en si esta escalada verbal se traduce en medidas concretas que puedan tensionar aún más el comercio global.
El episodio subraya un patrón que los inversores de criptomonedas deben tener presente: la evolución de Bitcoin ya no ocurre en un vacío ajeno a los mercados tradicionales. Su madurez como activo ha venido acompañada de una mayor exposición a dinámicas macroeconómicas, decisiones políticas y eventos de alto impacto. Lejos de ser un refugio absoluto, BTC actúa con frecuencia como un termómetro de la confianza de los mercados.
En un ecosistema en constante evolución, donde la narrativa de Bitcoin como reserva de valor se enfrenta al tratamiento práctico de un activo volátil y especulativo, este tipo de eventos invitan a reflexionar sobre la necesidad de diversificar riesgos, entender los factores macro que influyen en las criptomonedas y, sobre todo, mantener una visión a largo plazo fundamentada en convicción más que en reacción. Mientras el panorama geopolítico siga siendo incierto, los movimientos bruscos seguirán siendo parte del juego.