Trump busca su primera victoria cripto con la Ley GENIUS

- El Congreso de EE. UU. votará esta semana la Ley GENIUS, que podría instaurar el primer marco regulatorio federal para stablecoins.
- La firma de Trump sería un espaldarazo político clave, abriendo la puerta a la adopción institucional y mayores flujos hacia activos digitales.
El presidente Trump podría firmar en los próximos días la Ley GENIUS, impulsada por el Senado, y transformar el mercado estadounidense de stablecoins. La votación en la Cámara de Representantes definiría el rumbo regulatorio del dólar digital privado, en un momento donde la industria cripto busca legitimidad y expansión.
Una semana decisiva para las stablecoins en EE. UU.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos se prepara para votar el proyecto de ley GENIUS, aprobado por el Senado el mes pasado con apoyo bipartidista. Esta legislación establece el primer marco legal federal para las stablecoins respaldadas por el dólar, y podría representar la primera gran victoria política del presidente Trump en materia cripto.

Con más de una década de presiones por parte de la industria y lobby regulatorio fallido, el sector de las criptomonedas ve en esta ley una oportunidad histórica: dotar de legitimidad institucional a las stablecoins y facilitar su adopción por bancos, empresas públicas y usuarios masivos. La expectativa es clara: una firma presidencial de Trump activaría un ciclo de integración entre activos digitales y el sistema financiero tradicional.
¿Qué propone la Ley GENIUS?
El proyecto de ley establece requisitos contables, operativos y regulatorios para emisores de stablecoins, permitiendo:
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- La creación de stablecoins respaldadas por dólares o materias primas, bajo supervisión regulada.
- La entrada de empresas financieras tradicionales, emisores privados y firmas tecnológicas al ecosistema de monedas estables.
- Un marco de autorización con comités de revisión para empresas públicas (y ahora también privadas, según las enmiendas).
Además, la norma prohíbe la emisión de una moneda digital de banco central (CBDC), alineándose con la postura de muchos republicanos sobre la privacidad financiera y la descentralización monetaria.
Un movimiento político con doble filo
El respaldo abierto de Trump al ecosistema cripto no es casual. La Ley GENIUS llega en un año electoral, y su aprobación le permitiría al expresidente proyectar una imagen pro-innovación financiera frente a un electorado joven y tecnológicamente activo. Pero el contexto va más allá del cálculo político.
La familia Trump tiene vínculos empresariales directos con el ecosistema de stablecoins. En 2024, los hijos del presidente lanzaron una empresa emisora de una moneda estable propia. Una eventual aprobación de la ley también podría facilitar el crecimiento de estos negocios, generando tensiones éticas que ya están siendo discutidas en círculos políticos y mediáticos.
Por otro lado, la estrategia legislativa de Trump ha logrado desarticular los intentos de algunos republicanos de fusionar varios proyectos cripto en una sola votación. Con presión desde el Senado, su equipo logró que la Cámara vote de forma individual la Ley GENIUS, abriendo el camino para negociaciones más controladas sobre otras normativas cripto durante septiembre.
¿Estabilidad o nuevo riesgo sistémico?
Para los inversores, esta ley representa una bifurcación de alto impacto. Por un lado, su aprobación daría confianza institucional y jurídica a stablecoins como USDC o futuras emisiones de bancos y corporaciones, facilitando su adopción como vehículo de ahorro, pagos o liquidez interbancaria. Pero también existe el riesgo de que la concentración de emisores autorizados favorezca a grandes actores, desplazando alternativas descentralizadas o proyectos independientes.
El texto aún está sujeto a posibles modificaciones. Entre ellas, destaca una cláusula que permitiría a empresas privadas emitir monedas estables, previa aprobación. Esta apertura podría derivar en una avalancha de nuevos emisores buscando capitalizar el respaldo regulatorio.
La votación de la Ley GENIUS marca un punto de inflexión: regular las stablecoins ya no es una posibilidad futura, sino una jugada política inminente. El rol de Trump, tanto como impulsor legislativo como posible beneficiario indirecto, subraya cómo los activos digitales han dejado de ser marginales para convertirse en una prioridad de Estado. El mercado cripto ya no espera ser aceptado: ahora entra por la puerta principal del poder político.