ETF de XRP en camino: el fallo contra Ripple redefine el panorama regulatorio

• La SEC desiste de apelar el caso contra Ripple, marcando un precedente legal clave para el ecosistema cripto.
• La posibilidad de un ETF de XRP se fortalece, con expectativas de aprobación para 2025.
Una nueva etapa para XRP: el fin del caso Ripple abre camino a un ETF y sienta precedente legal
El fallo judicial que la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) ha decidido no apelar marca un antes y un después en la industria cripto, estableciendo que las ventas de tokens en mercados secundarios no constituyen transacciones de valores. Esto despeja el terreno legal para la aprobación de un ETF de XRP, algo que los inversores han estado esperando desde hace años.
La batalla legal entre la SEC y Ripple, que inició en 2020, culminó recientemente tras la decisión del regulador de abandonar su apelación. Este cierre le otorga validez permanente a la sentencia de la jueza Analisa Torres de julio de 2023, en la cual se estableció que las ventas programáticas de XRP realizadas por Ripple —a través de exchanges como Coinbase o Kraken— no violan las leyes de valores debido a la naturaleza ciega del proceso de licitación.
Un litigio extenso con implicaciones profundas
A diferencia de otros casos recientes en los que la SEC simplemente desestimó cargos —como sucedió con Coinbase y Kraken—, el caso Ripple atravesó una fase avanzada de descubrimiento y juicio sumario, abarcando áreas legales más amplias. El resultado: un precedente judicial que establece que las ventas en mercados secundarios, así como ciertas distribuciones de tokens a empleados, no constituyen transacciones de valores. Esto representa un parteaguas para la regulación del sector.
Ripple fue multada con 125 millones de dólares por ventas directas a inversionistas institucionales, pero al desistir de una apelación cruzada, aceptó que la SEC conservara 50 millones de ese monto. La victoria legal parcial de la empresa se convierte en un precedente jurídico de peso en la industria, sobre todo considerando que, según expertos como el abogado Samson Enzer, «la decisión ahora es ley vigente» en ausencia de apelación.
Perspectivas para un ETF de XRP
Con la cuestión legal resuelta, los ojos se vuelcan hacia un posible fondo cotizado (ETF) basado en XRP. Varios actores del sector, incluyendo Grayscale, WisdomTree y Bitwise, ya han presentado solicitudes para lanzar productos financieros vinculados al token. Incluso plataformas de predicción como Polymarket sitúan la probabilidad de que un ETF de XRP sea aprobado este año en un 86%.
El analista de Bloomberg James Seyffart sugiere que primero se vería un ETF de futuros antes de uno spot, pero indica que “las probabilidades de aprobación en 2025 aumentan significativamente”. Por su parte, el CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, aseguró que espera el lanzamiento de un ETF de XRP en la segunda mitad de 2025, y destacó que existen al menos 11 solicitudes activas en proceso ante la SEC.
Un cambio de enfoque regulatorio en EE. UU.
El desenlace del caso Ripple parece coincidir con un viraje en la estrategia regulatoria de la SEC. Bajo la presidencia de Gary Gensler, el organismo adoptó una postura combativa hacia el ecosistema cripto, impulsando causas por falta de registro. Sin embargo, el reciente retiro de guías contables controversiales, la creación de un grupo de trabajo enfocado en criptomonedas y la revaluación de normativas, sugieren un enfoque más colaborativo.
Aun así, el panorama regulatorio no será uniforme. Se anticipa que fiscales generales estatales podrían continuar ejerciendo presión en casos donde haya fraude o afectación directa a consumidores. Las acciones por motivos técnicos, como la falta de registro, probablemente disminuirán a nivel federal, lo que representa un alivio para los exchanges y emisores de tokens.
La retirada de la SEC en el caso Ripple no solo representa el cierre de un capítulo legal que se extendió por más de cuatro años, sino también un punto de inflexión para toda la industria. La validación tácita del fallo judicial establece un marco interpretativo que podría impulsar productos financieros innovadores como los ETF de XRP, al tiempo que abre espacio para un diálogo más constructivo entre reguladores y actores del ecosistema. La claridad jurídica obtenida, aunque parcial, permite al sector proyectarse con mayor confianza hacia el futuro.