Tether lanza USAT: una stablecoin con sello estadounidense

 Tether lanza USAT: una stablecoin con sello estadounidense
  • Tether avanza con USAT, una stablecoin regulada en EE. UU., con respaldo en dólares y emisión prevista para finales de 2025.
  • Bo Hines, exconsejero cripto de la Casa Blanca bajo Trump, liderará la nueva división estadounidense desde Carolina del Norte.

El ecosistema de las monedas estables suma un nuevo capítulo con el anuncio de USAT, el próximo producto de Tether diseñado para operar bajo un marco regulatorio estadounidense y con respaldo en dólares. La noticia llega acompañada del nombramiento de Bo Hines como director ejecutivo de la división en EE. UU., un movimiento que refuerza la intención de la compañía de institucionalizar su presencia en el mercado norteamericano.

Actualmente, USDT domina el mercado con cerca de 169.000 millones de dólares en circulación, consolidándose como el principal vehículo de liquidez dentro de las criptomonedas. Sin embargo, Tether busca diversificar su oferta, respondiendo a crecientes presiones regulatorias y al apetito institucional por productos con mayor claridad legal.

El rol de Bo Hines y la estrategia de Tether

Bo Hines no es un nombre menor en la política y en el sector cripto. Exdirector ejecutivo del Consejo de Criptomonedas de la Casa Blanca durante la administración Trump y posteriormente asesor estratégico en Tether, su ascenso al liderazgo de la nueva división responde a la necesidad de contar con figuras capaces de tender puentes entre la industria y Washington.

El equipo de USAT estará basado en Charlotte, Carolina del Norte, un detalle relevante que marca un alejamiento del epicentro tradicional en Nueva York o Washington, y que sugiere una estrategia de descentralizar la operación y acercarse a nuevos polos de influencia financiera.

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Fundamentos financieros y operativos de USAT

USAT será emitida por Anchorage Digital, empresa de infraestructura regulada en EE. UU., con participación de Cantor Fitzgerald, un actor clave en mercados financieros tradicionales. La asociación apunta a reforzar credibilidad y transparencia, dos aspectos que han estado en el centro de las críticas hacia Tether durante años.

La compañía, además, se presenta como uno de los principales compradores de deuda estadounidense, ocupando el puesto 18 entre los mayores tenedores de bonos del Tesoro. Este posicionamiento le ha permitido obtener beneficios por 13.000 millones de dólares en 2024, con perspectivas de repetir cifras similares en 2025.

Más allá de los números, la introducción de USAT plantea una apuesta de doble filo: mientras ofrece un producto alineado con las expectativas regulatorias de EE. UU., también expone a Tether a un escrutinio mayor y a la necesidad de sostener reservas y gobernanza en un entorno más exigente.

Implicaciones para el mercado de stablecoins

El lanzamiento de USAT llega en un momento en que las stablecoins representan más del 10% de la capitalización total del mercado cripto, y su rol como puente hacia el sistema financiero tradicional es cada vez más evidente. La propuesta regulada de Tether podría convertirse en un estándar competitivo frente a iniciativas como USDC de Circle, que hasta ahora ha sido percibida como la opción más alineada con la normativa estadounidense.

Si bien Paolo Ardoino, CEO de Tether Group, descartó planes de salida a bolsa, la creación de esta división abre la puerta a una relación más directa con instituciones financieras y posibles alianzas estratégicas. Tal como afirmó: “Nuestro enfoque será reducir los intermediarios y llegar directamente a los usuarios, invitando a las instituciones a colaborar en la expansión de la stablecoin”.

El desembarco de Tether en territorio regulatorio estadounidense con USAT no solo busca reforzar su hegemonía en el mercado de stablecoins, sino también responder a la creciente demanda de transparencia y cumplimiento normativo. La figura de Bo Hines encarna esta transición hacia un modelo híbrido: pragmático en lo político, ambicioso en lo financiero y, al mismo tiempo, arriesgado frente a la supervisión de los reguladores.

Para los inversores, este movimiento anticipa un mercado de monedas estables más competitivo y, quizás, más maduro, donde el balance entre adopción masiva y cumplimiento legal marcará la diferencia en los próximos años.