Tensión en Wall Street: ganancias récord y amenazas comerciales

 Tensión en Wall Street: ganancias récord y amenazas comerciales
  • ¿Podrán Apple y Microsoft sostener el impulso alcista de los índices?
  • EE.UU. exige que sus socios cedan hasta el 90 % de las ganancias en nuevos acuerdos

A pesar del optimismo en los mercados bursátiles, los principales índices de Wall Street se encuentran en una situación delicada. El S&P 500 y el Nasdaq cerraron la semana en niveles cercanos a sus máximos históricos, impulsados por una racha de buenos resultados empresariales. Sin embargo, la tensión comercial y la expectativa por decisiones clave de la Reserva Federal podrían alterar el rumbo.

Expectativas altas y fundamentos frágiles El S&P 500 abrió el viernes con un alza del 0,18 %, acumulando un incremento del 3.2% en julio, mientras que el Nasdaq avanzó un 0,03 % en el día y un 3.9% en el mes, apuntando a su sexta sesión consecutiva en verde. Esta estabilidad aparente esconde, no obstante, una fuerte dependencia de los gigantes tecnológicos.

Los inversores mantienen su atención en las ganancias de Apple (AAPL) y Microsoft (MSFT), cuyos reportes se publicarán la próxima semana. Estos resultados podrían definir si la tendencia alcista continúa o si se impone la cautela.

Pese a los buenos rendimientos de Alphabet (GOOGL) y el repunte del Dow Jones —que subió 75 puntos el viernes y ha ganado cerca del 4 % en el mes—, hay señales mixtas: Tesla decepcionó con sus resultados, lo que provocó una caída significativa en su acción, y Bitcoin perdió impulso, cayendo hasta los $115.000, bajo presión vendedora.

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El factor geopolítico: acuerdos, amenazas y tasas

Más allá de los balances empresariales, el escenario macroeconómico y político global añade incertidumbre. El reciente acuerdo comercial entre EE. UU. y Japón, anunciado como un triunfo estratégico por el gobierno estadounidense, ya enfrenta tensiones.

Según el presidente Trump, el pacto contempla una inversión japonesa de $550.000 millones en sectores clave como los semiconductores. Pero el detalle polémico está en la distribución de los beneficios: EE. UU. conservaría el 90 % de las ganancias generadas en su territorio, algo que Tokio no parece dispuesto a aceptar sin cuestionamientos. La fecha límite para cerrar acuerdos similares con otros socios es el 1 de agosto. Si no hay avances, Trump ha advertido que se activarán aranceles del 15 % al 50 %, en lo que él denomina una política «recíproca».

Simultáneamente, el presidente realizó una visita a la Reserva Federal, donde reiteró su exigencia de bajar las tasas de interés. En contraste, la postura del banco central ha sido de contención, priorizando el control de la inflación.

Próximos eventos clave para los mercados

La próxima semana será crítica para los inversores. A los reportes financieros de las principales tecnológicas se suma una reunión de dos días de la Reserva Federal, en la que se definirá el rumbo de la política monetaria. Además, se publicará el informe mensual de empleo en EE. UU., otro indicador clave que podría influir tanto en el sentimiento de mercado como en las decisiones de la Fed.

Los inversionistas enfrentan, por tanto, un equilibrio complejo: resultados corporativos optimistas pero con márgenes estrechos, presiones políticas internas, desacuerdos comerciales internacionales y un entorno monetario aún incierto.

¿Optimismo justificado o calma antes de la tormenta?

Aunque los índices bursátiles muestran fortaleza, esta se apoya en pilares que podrían fracturarse en cuestión de días: una decepción en las ganancias de Apple o Microsoft, un conflicto con Japón por los términos del acuerdo, o una postura más firme de la Fed podrían cambiar el panorama rápidamente.

En paralelo, activos alternativos como Bitcoin no logran capitalizar la incertidumbre, lo que sugiere que el mercado aún no ha entrado en modo defensivo, pero se encuentra en alerta.

Mientras tanto, los analistas se preguntan si este repunte en los mercados es la antesala de un nuevo ciclo expansivo… o el techo temporal de un entorno cada vez más inestable.