Shiba Inu pierde a sus ballenas

- La cantidad de billeteras que contienen entre 1 y 10 billones de SHIB ha caído más de 2% en los últimos días, revelando una pérdida de confianza de los grandes inversores.
- Más del 88% del suministro circulante se encuentra en pérdidas, con señales técnicas y fundamentales que refuerzan un panorama sombrío para el token.
El ecosistema de Shiba Inu (SHIB), uno de los tokens más representativos del auge de los memecoins, atraviesa actualmente un proceso de erosión profunda en sus fundamentos. A casi tres años de su apoteósico rally de 2021, SHIB no sólo enfrenta una presión técnica constante, sino que sufre de una progresiva desafección por parte de quienes alguna vez movieron las mareas del mercado: los llamados “trillonarios”.
Según datos recientes en cadena, el número de billeteras con saldos entre 1 y 10 billones de SHIB ha disminuido más de un 2%, una caída que, si bien podría parecer marginal en términos porcentuales, representa una retirada significativa de capital y convicción en un activo cuya propuesta de valor ha perdido definición. Estas billeteras cuya acumulación se interpretaba antaño como una apuesta de largo plazo están ahora deshaciéndose de sus posiciones o permaneciendo inactivas. Lo más relevante es que no están siendo reemplazadas por nuevos jugadores institucionales ni por retail significativo.
La actividad transaccional también refuerza este patrón de enfriamiento. El 7 de abril se registraron 112 transacciones de gran volumen; apenas cinco días después, esta cifra se había desplomado a 15. Este tipo de movimientos suele estar vinculado a operaciones de alta capitalización, muchas veces asociadas a ballenas o entidades con poder de mover el mercado. Su retirada puede interpretarse como una pérdida de interés estructural o, en el mejor de los casos, una pausa estratégica ante la falta de catalizadores. El panorama técnico no ofrece consuelo. SHIB ha sido rechazado repetidamente por sus promedios móviles exponenciales de 50, 100 y 200 días desde inicios de 2024. Intentó, sin éxito, romper la resistencia en $0.0000128, nivel que podría haberle permitido recuperar momentum. Sin embargo, con un RSI en zona neutral y un volumen decreciente, la estructura alcista permanece ausente. Actualmente, el precio ronda los $0.0000123 y apenas un 10% de los tenedores están en ganancias. Eso implica que cerca de 900 billones de tokens están en números rojos.

Desde una óptica fundamental, el proyecto también se encuentra en un limbo preocupante. Shytoshi Kusama, uno de sus principales voceros, ha reducido su presencia pública, y el roadmap del ecosistema permanece prácticamente estancado. La falta de avances concretos en la capa 2 Shibarium, las promesas de utilidad descentralizada o alianzas estratégicas reales ha convertido a SHIB en una sombra de su narrativa inicial. Más que una comunidad tecnológica, lo que queda es un vestigio de entusiasmo colectivo sostenido por la nostalgia del retail.
La reflexión que deja el caso de SHIB no es sólo sobre la fragilidad de los memecoins sin fundamentos sólidos, sino también sobre la dinámica emocional de los mercados en red. En un entorno donde los fundamentos importan tanto como la narrativa, la falta de liderazgo, desarrollo y transparencia puede erosionar incluso los tokens con mayor volumen histórico de adopción. Para los inversores intermedios, la lección es clara: la diversificación no sólo debe ser técnica, sino narrativa. Apostar por activos sin dirección estratégica es financiar el olvido.