¿Revaluar el oro para salvar al Tesoro? La Fed abre el debate

 ¿Revaluar el oro para salvar al Tesoro? La Fed abre el debate
  • El Tesoro de EE. UU. tiene 261,5 millones de onzas de oro valoradas oficialmente en solo $11.000 millones, pero su valor de mercado supera los $750.000 millones.
  • ¿Podría esta revalorización contable convertirse en una vía alternativa para financiar deuda o crear una reserva estratégica de Bitcoin?

El oro del Tesoro vale más de lo que parece


El Tesoro de los Estados Unidos posee una de las mayores reservas oficiales de oro del mundo: 261,5 millones de onzas, mayoritariamente almacenadas en Fort Knox. Sin embargo, este «tesoro» está registrado en los libros contables del Estado a un precio oficial de $42,22 por onza, fijado en 1973. Esto da un valor nominal de apenas $11.000 millones.

Hoy, con el oro cotizando por encima de los $3.400 la onza (tras haber subido más del 40 % en un año), su valor real supera los $750.000 millones. Esta divergencia ha reavivado una idea largamente archivada en Washington: la revalorización contable del oro para generar liquidez sin recurrir a impuestos ni emisiones de deuda.

La Reserva Federal pone el tema sobre la mesa

El 1 de agosto, la Reserva Federal publicó una nota titulada «Revaluaciones de las Reservas Oficiales: La Experiencia Internacional». Aunque no propone explícitamente que EE. UU. revalúe su oro, el documento analiza cómo otros países —Alemania, Italia, Líbano, Curazao y Sudáfrica— utilizaron este mecanismo para:

  • Cubrir pérdidas de sus bancos centrales.
  • Financiar gasto público sin emitir deuda.
  • Reforzar reservas sin venta física de oro.

El informe describe con precisión los pasos contables para llevar a cabo esta operación:

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  1. El Tesoro retira el certificado actual por $11.000 millones.
  2. Fija un nuevo precio oficial más alto para el oro.
  3. Transfiere el oro a la Fed a ese nuevo valor.
  4. La Fed entrega un nuevo certificado de valor equivalente.
  5. El oro permanece en su lugar, pero el Tesoro obtiene efectivo contable inmediato.

¿Dinero nuevo o manipulación contable?

El mecanismo no es inocuo. Al acreditarse el Tesoro con nuevos fondos sin venta de activos ni respaldo productivo, se incrementa directamente la base monetaria. Críticos lo califican como una forma de emisión encubierta, que podría presionar la inflación y socavar la independencia de la Reserva Federal.

Este tipo de intervención recuerda a la revaluación de 1934, cuando el presidente Roosevelt elevó el precio oficial del oro de $20,67 a $35, provocando un aumento inmediato de la oferta monetaria. Aquello permitió al Tesoro tomar control efectivo de la política monetaria, lo que terminó en el histórico Acuerdo de 1951 que devolvió independencia a la Fed.

Bitcoin entra en escena

Una nota al pie en el documento de la Fed hace referencia a un proyecto de ley presentado por la senadora Cynthia Lummis, que propone utilizar los ingresos derivados de una eventual revalorización para crear un fondo soberano de riqueza o incluso una reserva estratégica de Bitcoin. Estas ideas han sido impulsadas en el pasado por el expresidente Donald Trump, quien ha criticado repetidamente la gestión de la Fed y ha coqueteado con propuestas que incluyan a Bitcoin en la política económica nacional.

Aunque el actual secretario del Tesoro, Scott Bessent, negó en marzo que se esté considerando una revaluación del oro —declaración hecha en el influyente podcast All-In—, el simple hecho de que la Fed publique un análisis sobre el tema sugiere que la idea ya está en el centro del debate macroeconómico.

¿Un nuevo horizonte para el sistema monetario?

En un contexto donde la deuda nacional de EE. UU. se aproxima a los $37 billones, y con tensiones entre el Tesoro y la Fed sobre los recortes de tasas y el control de la inflación, la revalorización del oro podría ofrecer una válvula de escape… o una bomba de tiempo.

La idea de convertir valor oculto en liquidez inmediata suena atractiva en tiempos de presión fiscal, pero también plantea serias implicaciones para la confianza institucional, la independencia monetaria y el equilibrio macroeconómico.

El hecho de que el mismo informe cite posibles usos para financiar reservas de Bitcoin o fondos soberanos indica una transformación más profunda en la arquitectura monetaria. Ya no se trata solo del oro como “último respaldo”, sino del surgimiento de nuevos activos estratégicos en la era digital.

En este escenario, la discusión sobre el oro no es únicamente contable: es una señal de que los cimientos del sistema monetario están siendo cuestionados. Y en ese nuevo tablero, tanto el oro como Bitcoin podrían jugar un papel decisivo.

Para entender cómo responde el mercado de Bitcoin a este entorno, lee: ¿Consolidación o falsa calma en Bitcoin?