Oro cae con fuerza y reabre debate frente a Bitcoin

 Oro cae con fuerza y reabre debate frente a Bitcoin
  • El oro cayó más del 5 % en un solo día, su mayor desplome diario en más de dos meses, mientras Bitcoin llegó a rozar los $90.000 dólares.
  • ¿Estamos ante una simple corrección técnica en los metales o frente al inicio de una rotación de capital hacia activos digitales?

El mercado financiero cerró diciembre con una señal que no pasó desapercibida para analistas e inversores: una venta abrupta en los metales preciosos, liderada por el oro, coincidió con un repunte relevante en el mercado de criptomonedas. La secuencia temporal y la magnitud del movimiento reactivaron una discusión recurrente en los ciclos de volatilidad: ¿el capital está rotando de los activos tradicionales de refugio hacia Bitcoin y otros criptoactivos, o se trata de un episodio puntual dentro de una tendencia alcista más amplia del oro?

La respuesta, por ahora, está lejos de ser concluyente.

Un desplome sincronizado en los metales preciosos El 29 de diciembre, el oro registró una caída superior al 5 %, marcando su peor sesión diaria desde finales de octubre. No estuvo solo. La plata, el platino y el paladio acompañaron el movimiento en una liquidación generalizada que sorprendió por su intensidad, especialmente después de un mes de fuertes subidas.

Fuente: TradingView

La plata fue el caso más extremo. Tras alcanzar brevemente niveles cercanos a los $84 dólares, retrocedió con fuerza hasta la zona de los $70,5 dólares, lo que representó una corrección cercana al 16 %. El platino llegó a perder más del 15 %, mientras que el paladio también sufrió descensos relevantes. Todo esto ocurrió en el contexto de un rally previo que había llevado a los metales preciosos a máximos de varios años.

Suscríbete y recibe las mejores actualizaciones e informes en tu bandeja de entrada

Bitcoin sube mientras el oro cae

El contraste fue inmediato. Mientras los metales se desplomaban, el mercado cripto mostró fortaleza relativa. Bitcoin alcanzó brevemente los $89.300 dólares, y Ethereum se aproximó a los 3.000 dólares, alimentando la narrativa de una posible rotación de capital.

Algunos analistas sostienen que parte del dinero que salió de la plata y el oro encontró refugio temporal en Bitcoin, especialmente en un entorno donde la liquidez global sigue siendo elevada y la volatilidad se traslada rápidamente entre clases de activos. De hecho, en las horas posteriores al desplome de los metales, la plata llegó a caer un 11 % adicional, reforzando la percepción de presión vendedora.

Sin embargo, el movimiento no fue unidireccional ni sostenido. En las siguientes 24 horas, el oro recuperó cerca de un 1 %, la plata subió un 3 % y el platino un 2,6 %, mientras que la capitalización total del mercado cripto retrocedió aproximadamente un 0,13 %. El rebote cruzado dejó una lectura ambigua: ni confirmación clara de rotación, ni invalidación total del argumento.

El contexto histórico del oro sigue siendo sólido

Desde una perspectiva de largo plazo, los defensores del oro subrayan que la reciente caída no altera la estructura principal del mercado. Un dato clave es que el oro ha cotizado por encima de su media móvil de 200 días durante alrededor de 550 sesiones de negociación, una de las rachas más prolongadas registradas.

El único período comparable ocurrió tras la crisis financiera de 2008, cuando el oro se mantuvo por encima de ese nivel durante unas 750 sesiones. En el ciclo actual, el precio del oro ha subido aproximadamente 135 %, superando incluso el avance del 91 % observado entre 2009 y 2011. En otros ciclos históricos, como 1986–1988, el alza fue del 38 % en unas 510 sesiones, y entre 1978–1980, el oro avanzó un 209 % en cerca de 495 sesiones.

Estos números refuerzan la idea de que el impulso estructural del oro sigue siendo fuerte y que las caídas abruptas pueden responder más a factores técnicos y de posicionamiento que a un deterioro real de la demanda.

¿Rotación de capital o divergencia temporal?

El otro lado del debate se centra en las señales técnicas. Algunos analistas han identificado divergencias bajistas en varios marcos temporales del oro, lo que sugiere pérdida de momentum a corto plazo. Además, el hecho de que el precio haya caído por debajo de su máximo histórico previo es interpretado por algunos como una señal de vulnerabilidad.

En paralelo, el gráfico BTC/oro ha mostrado divergencias alcistas, un patrón que en ciclos anteriores precedió a periodos de fuerte rendimiento relativo de Bitcoin. Ejemplos recientes incluyen el cuarto trimestre de 2022, asociado al final del mercado bajista cripto, y el tercer trimestre de 2024, justo antes de que Bitcoin superara niveles psicológicos clave.

Una lectura prudente para inversores

Lo ocurrido a finales de diciembre pone de relieve un entorno de alta volatilidad intermercados, donde las narrativas cambian con rapidez y los flujos de capital responden tanto a factores técnicos como macroeconómicos. El oro mantiene fundamentos históricos sólidos, pero enfrenta señales mixtas en el corto plazo. Bitcoin, por su parte, sigue consolidándose como un activo alternativo relevante, aunque aún altamente sensible a cambios de liquidez y sentimiento.