Millonarios Cripto en la cena de Trump
- Legisladores y grupos cívicos exigen transparencia sobre los 220 invitados al evento privado con el expresidente.
- Millonarios cripto, celebridades y figuras anónimas ocuparán un espacio exclusivo con acceso directo a Donald Trump.
La cena organizada por Donald Trump para los 220 mayores tenedores de su moneda meme “TRUMP”, ha captado la atención no solo del ecosistema cripto, sino también del Congreso estadounidense. La falta de claridad sobre quiénes asistirán al evento ha despertado críticas, sospechas de posible influencia extranjera y cuestionamientos éticos.
La gala, que promete reunir a figuras destacadas —y otras no tanto— del mundo de las criptomonedas, exige como requisito haber mantenido un volumen significativo de tokens TRUMP durante un periodo determinado. El acceso fue restringido a los primeros 220 clasificados según un promedio ponderado de posesión de tokens, y los 25 primeros obtuvieron además una invitación VIP.
Entre los asistentes confirmados destacan personalidades como Justin Sun, fundador de Tron, actualmente ciudadano de San Cristóbal y Nieves, quien ha invertido más de $22 millones en TRUMP, y que ha realizado una gira pública en EE. UU. antes del evento. Otro actor destacado es la blockchain MemeCore, representada por su cofundador “Ice”, cuya billetera contiene $20.3 millones en tokens.
El evento también contará con figuras públicas y celebridades, como el exjugador de la NBA Lamar Odom, quien promoverá su propia moneda ODOM enfocada en combatir el abuso de sustancias. A pesar de las advertencias de figuras como Terrell Owens, Odom ha confirmado su asistencia. El anonimato sigue siendo un tema central. Muchos de los invitados operan bajo seudónimos y utilizan plataformas de intercambio centralizadas, dificultando la trazabilidad. Este es el caso de “EV”, creador de múltiples monedas asociadas a celebridades, quien habría utilizado información privilegiada para posicionarse dentro de los clasificados. Según investigaciones, EV retiró millones de dólares en tokens poco después del corte para la clasificación.
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Por su parte, asesores de World Liberty Financial —empresa vinculada a la familia Trump— como el seudónimo “Ogle”, han declarado que asistirán con mascarillas para mantener su anonimato durante el evento, aunque deberán retirarlas una vez dentro. La propia empresa ha sido señalada por el senador Richard Blumenthal por su escasa cooperación ante una investigación sobre posibles riesgos de corrupción e influencia extranjera.
A la cita también asistirán ejecutivos de empresas de trading como Kronos Research, representantes de proyectos DeFi como Synthetix, y figuras de renombre en el ecosistema NFT y coleccionables. Morten Christensen, fundador de AirdropAlert, ha declarado haber invertido tan solo $1.200 para asegurar su invitación, utilizando una estrategia de cobertura que minimizaba el riesgo económico.
No obstante, menos del 10 % de los asistentes ha sido identificado públicamente, lo que ha provocado que legisladores como Elizabeth Warren y Adam Schiff exijan una investigación formal. El temor de que gobiernos u otros actores extranjeros accedan directamente al expresidente a través de esta cena ha incrementado la presión pública.
La opacidad de los invitados, unida a la promesa de favores, networking político y presencia mediática, plantea un desafío sobre la ética en la interacción entre política y criptomonedas. Mientras que algunos ven la gala como una forma novedosa y descentralizada de financiar y acceder a figuras políticas, otros la interpretan como una puerta trasera a la influencia, sin los controles habituales de financiamiento electoral.
En resumen, esta cena es mucho más que un encuentro informal entre entusiastas de las criptomonedas. Se trata de un reflejo de la creciente interacción entre política, dinero digital y estructuras de poder global. La cuestión ya no es quién asistirá, sino qué puede salir de ahí.
