Los tres modelos corporativos de Bitcoin según Michael Saylor

- ¿Cómo se clasifican las empresas que usan Bitcoin en su estrategia de capital?
- El modelo de tesorería pura podría escalar hasta un billón de dólares según Saylor.
Un nuevo paradigma en las finanzas corporativas
A medida que Bitcoin se consolida como activo estratégico en los mercados públicos, surge una nueva clase de compañías: las empresas de tesorería de Bitcoin. Estas organizaciones incorporan BTC como parte fundamental de su estructura de capital, no como una simple cobertura, sino como un activo generador de crecimiento, estabilidad y reputación institucional.
Michael Saylor, presidente ejecutivo de Strategy (antes MicroStrategy), propuso recientemente una clasificación jerárquica que define la madurez y ambición de estas compañías frente a Bitcoin. Su marco distingue tres modelos, que varían según la convicción, la estructura financiera y el grado de integración del activo en su negocio.
1. Empresas Pure Play Bitcoin Treasury
El modelo de mayor convicción. Estas entidades no diversifican su balance ni dependen de negocios tradicionales: Bitcoin es su producto, su tesorería y su estrategia. Captan capital, emiten crédito respaldado por BTC y utilizan los recursos para acumular más Bitcoin.
Su objetivo es la transformación del capital fiduciario en capital digital. Este tipo de empresas aprovecha los entornos de bajo rendimiento de las monedas fiat para expandir su balance mediante instrumentos financieros nativos de Bitcoin.
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Rasgos principales:
- Todo el capital levantado se destina a comprar BTC.
- No mantienen negocios heredados ni operaciones paralelas.
- Diseñadas para emitir crédito o acciones respaldadas por Bitcoin.
- Pueden operar en jurisdicciones con tasas negativas o débil rendimiento fiduciario.
Entre los ejemplos más destacados se encuentran Strategy (EE. UU.), Metaplanet (Japón) y Smarter Web (Reino Unido).
Saylor estima que estas firmas “podrían escalar de mil millones a cien mil millones, incluso a un billón de dólares”. Son, en su visión, los “depredadores alfa” del nuevo sistema financiero, capaces de lograr rendimientos de 100x o 1000x gracias a una gestión disciplinada y una arquitectura de capital completamente alineada con Bitcoin.
2. Los operadores fuertes de Bitcoin
El segundo nivel representa a las compañías con exposición significativa a Bitcoin, pero que aún mantienen negocios fiduciarios tradicionales. Estas organizaciones combinan operaciones convencionales con acumulación de BTC y, en algunos casos, emisión limitada de instrumentos respaldados por el activo.
Aunque no son totalmente “nativas de Bitcoin”, sí poseen una convicción estratégica clara y una estructura que podría evolucionar hacia un modelo puro.
Características:
- Bitcoin es un componente clave, pero no el eje del negocio.
- Emiten deuda o acciones vinculadas parcialmente a BTC.
- Mantienen operaciones tradicionales que les brindan flujo y estabilidad.
Ventajas:
- Menor riesgo percibido por los inversores institucionales.
- Potencial para evolucionar hacia una empresa de tesorería pura.
- Rendimientos estimados de 10x a 20x en ciclos alcistas.
Este grupo representa una transición: participan del nuevo sistema monetario, pero continúan atados a las estructuras de la economía fiat. Su limitación reside en las prioridades contrapuestas entre accionistas tradicionales y la lógica deflacionaria de Bitcoin.
3. Los integradores o “hedgers” con Bitcoin
En la base de la jerarquía se ubican las empresas que adoptan Bitcoin de manera defensiva o pasiva. Lo incluyen como cobertura frente a la inflación o la depreciación del dinero fiduciario, pero sin incorporarlo a su modelo operativo o financiero.
Estas empresas no emiten instrumentos respaldados por BTC ni educan al mercado sobre su estrategia; simplemente mantienen Bitcoin en el balance, como si se tratara de oro digital.
Rasgos comunes:
- BTC como reserva de tesorería, no como motor de negocio.
- Riesgo bajo y apreciación moderada a largo plazo.
- Retornos esperados entre 2x y 4x en horizontes amplios.
El papel de estas compañías es fundamentalmente preservar valor, no transformarlo. Aun así, su adopción refuerza la legitimidad de Bitcoin como activo contable y amplía la red de tenedores institucionales.
Más que una clasificación: un mapa de poder financiero
La jerarquía de Saylor no es meramente teórica: refleja la reconfiguración de los mercados de crédito y capital. En este nuevo sistema:
- Las cuentas de ahorro podrían ofrecer rendimientos del 8% anual, frente al 0% actual.
- El crédito estaría respaldado por Bitcoin, no por hipotecas ni deuda soberana.
- Los índices bursátiles incluirían empresas con estructuras de capital nativas de BTC.
En este contexto, las compañías pure play no solo almacenan valor, sino que rediseñan el coste del capital. Los operadores fuertes aprovechan el ascenso de Bitcoin, pero aún dependen del legado fiduciario. Los integradores pasivos, por su parte, simplemente se protegen del deterioro monetario sin asumir un rol de liderazgo.
El mensaje de fondo es claro: el tipo de relación que una empresa adopte con Bitcoin determinará su posición en el nuevo orden financiero. Quienes comprendan que Bitcoin no es solo una cobertura, sino una infraestructura de capital, serán los que definan las reglas del juego. Las demás solo seguirán la corriente.