La liquidez cripto se enfría antes de fin de año

- El crecimiento de USDT a 60 días cayó de $15,38 mil millones a $4,83 mil millones, una señal clara de contracción del capital nuevo en el mercado.
- ¿Puede Bitcoin romper su rango actual sin una expansión real de liquidez o seguirá atrapado en consolidación?
La pregunta que domina el cierre de año en el mercado de criptomonedas no es si habrá volatilidad, sino de dónde vendrá el próximo impulso real de liquidez. Los datos más recientes sugieren que ese combustible, al menos por ahora, escasea. En vísperas del período festivo, el mercado parece entrar en un régimen conocido: menor volumen, capital más prudente y movimientos de precio cada vez más dependientes de rupturas técnicas, no de flujos frescos.
El indicador más revelador de este enfriamiento es la desaceleración abrupta en la capitalización de mercado de USDT, la stablecoin más utilizada como puerta de entrada al ecosistema cripto. La métrica de crecimiento a 60 días pasó de $15,38 mil millones el 1 de noviembre a solo $4,83 mil millones, una contracción de casi dos tercios. En términos prácticos, esto refleja que el dinero nuevo que ingresa al sistema se ha reducido de forma notable.
Durante el último mes, la oferta total de stablecoins se ha mantenido prácticamente estancada entre $285.000 y $290.000 millones, con episodios puntuales de leves retrocesos en activos clave como USDT. Esto no implica que el capital haya salido del ecosistema, sino que permanece inactivo.
Las reservas de stablecoins en exchanges una de las mejores aproximaciones al capital “listo para usar” alcanzaron recientemente un máximo histórico cercano a $80.000 millones. Posteriormente, cayeron alrededor de 11 % durante el repunte de Bitcoin hacia los $94.000, y repuntaron de nuevo durante la ola de ventas más reciente. El patrón es claro: hay liquidez disponible, pero no se despliega de manera agresiva.
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Esta cautela tiene consecuencias directas. Cuando el capital adopta una postura defensiva, el mercado pierde capacidad para sostener tendencias prolongadas. Las subidas se vuelven frágiles, dependientes de narrativas de corto plazo o eventos técnicos, y cualquier corrección encuentra menos compradores dispuestos a absorber oferta.
Bitcoin: resiliente, pero limitado por la liquidez
Para Bitcoin, el impacto es ambiguo. Por un lado, sigue mostrando mayor resiliencia relativa frente a otros activos del mercado. Por otro, su potencial alcista queda claramente condicionado por la falta de nueva demanda estructural, especialmente desde ETFs o una reactivación clara en la emisión de stablecoins.
Los analistas sitúan el rango clave de consolidación entre el precio realizado promedio, actualmente cerca de $81.000, y el costo base del tenedor a corto plazo, alrededor de $102.000. Mientras el precio se mantenga dentro de ese canal, el mercado seguirá en modo de espera.

Una ruptura sostenida por encima del umbral de $102.000 podría reactivar un escenario de descubrimiento de precios, similar a episodios vistos en ciclos anteriores. En contraste, perder el soporte cercano al precio realizado reforzaría una lectura bajista más profunda, evocando dinámicas observadas en la primera mitad de 2022.
Altcoins: más vulnerables en un entorno restrictivo
Si Bitcoin enfrenta límites, Ethereum y el resto de las altcoins se encuentran en una posición aún más delicada. Estos activos dependen en mayor medida de la rotación de capital y de un apetito por el riesgo elevado, dos factores que hoy brillan por su ausencia.
En el mercado de predicciones, los participantes asignan apenas un 23 % de probabilidad a una temporada de altcoins en el primer trimestre de 2026. Esta baja expectativa refleja un consenso implícito: sin liquidez expansiva, las narrativas alternativas pierden tracción rápidamente.
El capital, en este contexto, tiende a concentrarse o a permanecer al margen, reforzando dinámicas de selección más estrictas y penalizando proyectos con menor profundidad de mercado.
Expectativas, macroeconomía y el cierre de año
A nivel macroeconómico, algunos de los principales focos de incertidumbre como decisiones inmediatas de tasas por parte de la Reserva Federal han quedado momentáneamente en segundo plano. Sin embargo, esto no se ha traducido en una entrada significativa de capital nuevo y comprometido.
El resultado probable es un mercado lateral e inestable, donde los movimientos direccionales carecen de seguimiento. Aun así, el sentimiento no es completamente negativo. En Myriad, los usuarios asignan un 64 % de probabilidad a que Bitcoin vuelva a probar los $100.000, frente a un escenario alternativo de caída hacia $69.000.
Este optimismo moderado convive con una realidad clara: sin una mejora tangible en la liquidez, cualquier ruptura será vulnerable. El cierre del año, más que definir una tendencia definitiva, parece encaminado a consolidar un mercado paciente, expectante y altamente selectivo.