Inflación más débil impulsa a Bitcoin, pero la estructura del mercado sigue tensa
- El IPC de EE. UU. subió solo un 3,0 %, abriendo espacio para una política monetaria más flexible y un repunte en los activos de riesgo.
- Analistas advierten que el alto interés abierto en opciones y las ventas de tenedores a largo plazo podrían amplificar la volatilidad.
Bitcoin repuntó hasta los $111 000 luego del informe de inflación estadounidense, que mostró un aumento del 3,0 % interanual, ligeramente inferior al 3,1 % previsto. El dato, interpretado por los mercados como una señal de alivio para la Reserva Federal, otorgó margen a los activos de riesgo, incluido el principal criptoactivo, que busca consolidar su recuperación tras semanas de inestabilidad macro y política en EE. UU.
Señal de respiro para los mercados
Nic Puckrin, cofundador de Coin Bureau, describió la lectura como “la publicación de inflación más impactante del año”. Según el analista, el dato reduce la incertidumbre que generaba el prolongado cierre del gobierno federal, que ya supera las cuatro semanas, y despeja el camino para un ciclo extendido de recortes de tasas por parte del FOMC.
En ese contexto, Bitcoin se movió entre los $111 000 y $115 000 antes de estabilizarse en torno a los $110 500, mientras Ether se acercaba a los $4 000. El impulso fue acompañado por un leve aumento en la capitalización total del mercado cripto, aunque concentrado en las principales monedas.
Para Puckrin, un avance sostenido por encima de los $116 500 podría marcar el inicio de una nueva fase alcista. “Si la liquidez se mantiene y no surgen noticias negativas, el flujo de capital del oro hacia Bitcoin podría intensificarse”, señaló, en referencia a la rotación de activos tradicional en ciclos de flexibilización monetaria.
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En este punto, resulta pertinente revisar cómo los flujos de los ETF han reforzado el papel de Bitcoin como activo de cobertura frente al oro.
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El lado oculto del optimismo: riesgos estructurales
No todos comparten el entusiasmo. Timothy Misir, jefe de investigación de BRN, sostuvo que el mercado aún enfrenta fragilidades estructurales.
Según sus datos, el interés abierto (OI) en opciones de Bitcoin se mantiene cerca de máximos históricos, generando un entorno de alta sensibilidad a movimientos de precio. Los operadores con posiciones cortas en gamma podrían verse forzados a cubrirse rápidamente si el precio supera zonas de liquidación concentradas en torno a los $114 000, lo que incrementaría la volatilidad intradía.
Misir también destacó la persistente distribución de tenedores a largo plazo (LTH), quienes han aprovechado los repuntes recientes para realizar beneficios. Este flujo contrasta con la demanda de ETF al contado y la acumulación de inversores de nivel medio, generando un equilibrio frágil entre oferta y demanda.
El analista advierte que “los repuntes pueden amplificarse o revertirse en cuestión de horas”, especialmente en fines de semana con baja liquidez.
Acumulación selectiva y señales mixtas en cadena
En el plano on-chain, los datos muestran una acumulación sostenida por parte de las billeteras tipo “delfín” (100–1000 BTC), que ya controlan alrededor del 26 % del suministro circulante. Este grupo ha sido el comprador marginal dominante en 2025, pero los analistas temen que una pausa en su ritmo de compra debilite el soporte del mercado.
Mientras tanto, los ETF al contado registraron entradas netas moderadas, lideradas por IBIT de BlackRock, que continúa consolidando su posición como vehículo institucional de referencia. Sin embargo, los fondos vinculados a Ethereum siguieron experimentando salidas netas, evidenciando una preferencia marcada del mercado por Bitcoin en un entorno de alta incertidumbre.
Dos caminos posibles para el corto plazo
Los analistas coinciden en que el mercado enfrenta dos escenarios claros:
- Escenario alcista: la demanda institucional y minorista se refuerza, los ETF continúan absorbiendo oferta y Bitcoin logra superar los $116 500, lo que abriría el camino hacia nuevos máximos históricos.
- Escenario de riesgo: una corrección técnica provocada por coberturas de opciones o salidas de ETF podría arrastrar el precio hacia zonas de soporte en torno a los $104 000–$106 000, generando un nuevo tramo de consolidación.
El contexto macro aún complica la ecuación. La Casa Blanca advirtió que el cierre gubernamental podría impedir la publicación del IPC de octubre, ya que la Oficina de Estadísticas Laborales carece de fondos para realizar encuestas. Sería la primera vez en la historia que el indicador no se publica, una señal que podría minar la confianza del mercado y retrasar decisiones clave sobre la legislación de criptomercados y las aprobaciones pendientes de ETF de altcoins.
Bitcoin vuelve a situarse en el centro del debate económico global: un activo que se beneficia del alivio inflacionario y de los recortes de tasas, pero que sigue expuesto a las dinámicas internas del mercado de derivados y a la incertidumbre política estadounidense.
Mientras la Reserva Federal evalúa extender su ciclo de flexibilización, el mercado on-chain revela un proceso de redistribución silencioso: las manos fuertes siguen reduciendo exposición, y los ETF —principal vehículo de entrada institucional— absorben parte de esa oferta.
El equilibrio entre estos factores definirá el próximo movimiento. En un entorno donde cada punto del IPC puede alterar la narrativa, Bitcoin se reafirma como el termómetro de la confianza en el sistema financiero y el barómetro de una economía que busca su nuevo punto de estabilidad.
