Hong Kong congela licencias de stablecoins hasta 2026

- ¿Estrategia regulatoria o barrera a la innovación en cripto?
- Hong Kong no emitirá licencias de stablecoins en 2025, pese a tener el marco legal listo.
¿Una pausa estratégica o freno a la innovación?
El 29 de julio, la Autoridad Monetaria de Hong Kong (HKMA) anunció que no emitirá licencias para emisores de stablecoins durante todo 2025, incluso después de haber finalizado un nuevo marco regulatorio que entrará en vigor el 1 de agosto. Este aplazamiento, calificado como «necesario» por el subdirector ejecutivo Darryl Chan, refleja una postura cautelosa ante el avance de las monedas estables en el sistema financiero.
La decisión se da en medio de una creciente presión global para establecer reglas claras sobre activos digitales, especialmente aquellos que buscan replicar la estabilidad de monedas fiat como el dólar o el euro. Sin embargo, la estrategia de Hong Kong se aleja de la implementación acelerada: aquí se prioriza el cumplimiento técnico, la transparencia y la estabilidad antes que una expansión rápida del mercado.
Un marco riguroso y selectivo
Las nuevas directrices publicadas por la HKMA abordan dos ejes centrales:
- Requisitos operativos y de capital estrictos para los emisores.
- Protocolos avanzados de prevención de lavado de dinero (AML), alineados con estándares internacionales.
La regulación también establece que los infractores podrán enfrentar sanciones bajo la nueva Ordenanza sobre Stablecoins. A partir de agosto, cualquier entidad que pretenda emitir stablecoins en Hong Kong deberá primero expresar su interés antes del 31 de agosto y luego entregar una solicitud completa antes del 30 de septiembre, si desea ser considerada para una aprobación anticipada. Sin embargo, la HKMA ha sido clara: el volumen de solicitudes aceptadas será limitado, con prioridad para aquellas que demuestren total alineación con el nuevo marco. En palabras de Chan, «es improbable un crecimiento explosivo», lo que refuerza la idea de una apertura calculada y progresiva del sector.
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Contraste con la Ley GENIUS de EE. UU.
Mientras Hong Kong opta por una postura conservadora, Estados Unidos acelera su carrera por el liderazgo en monedas estables. El 18 de julio, el presidente Trump firmó la Ley GENIUS, que impone:
- Respaldo del 100 % en reservas líquidas para cada stablecoin.
- Reportes mensuales obligatorios de auditoría.
- Supervisión federal estricta bajo leyes AML.
Además, la legislación estadounidense ofrece vías rápidas de aprobación para emisores que cumplan los requisitos, en un intento explícito por dominar la innovación digital y asegurar la hegemonía del dólar en entornos cripto.
La diferencia de velocidades es evidente: mientras Washington busca «moverse a la velocidad del rayo», como tuiteó Trump, Hong Kong sigue un modelo de filtrado riguroso. Ambas estrategias apuntan a proteger a los usuarios, pero una privilegia el crecimiento y la adopción masiva, y la otra, la solidez institucional y el orden regulatorio.
¿Riesgo de quedar rezagado?
La decisión de Hong Kong plantea una interrogante legítima: ¿podrá su modelo cauteloso competir en un entorno global que premia la agilidad? En el ecosistema cripto, donde las innovaciones tecnológicas y financieras avanzan en semanas, una demora regulatoria de meses —o años— puede suponer una pérdida de competitividad frente a otros centros financieros.
La ciudad, que aspira a ser un hub de activos digitales en Asia, corre el riesgo de quedar a la sombra de jurisdicciones más ágiles como Dubái o Singapur, sin mencionar a Estados Unidos, que ahora apuesta fuertemente por institucionalizar las stablecoins bajo su liderazgo normativo.
Por otro lado, la medida también puede evitar crisis futuras, como la caída de proyectos no respaldados adecuadamente, lo cual refuerza la confianza institucional a largo plazo.
El congelamiento de licencias para stablecoins en Hong Kong no es un rechazo al sector, sino una apuesta por consolidar su base regulatoria antes de permitir un crecimiento significativo. A diferencia del enfoque estadounidense de “escala primero, ajusta después”, la HKMA prefiere evitar riesgos sistémicos en su naciente ecosistema cripto.
El tiempo dirá si esta estrategia pausada se traduce en resiliencia o en irrelevancia. Lo cierto es que el juego por el liderazgo en monedas estables ya comenzó, y cada decisión pesa.