El recorte de la Fed reactiva a Bitcoin, pero el mercado duda

 El recorte de la Fed reactiva a Bitcoin, pero el mercado duda
  • Tres recortes consecutivos de la Reserva Federal, equivalentes a una reducción total del 0,75 %, reavivan el debate sobre si Bitcoin ya tocó fondo en este tramo del ciclo.
  • BTC rebota desde la zona de los 90.000 dólares, pero enfrenta resistencias técnicas y una demanda institucional todavía contenida.

Destacado numérico
Entre septiembre y diciembre, la Fed redujo las tasas en 75 puntos básicos, mientras Bitcoin osciló entre 90.000 y 93.500 dólares, con resistencias relevantes hasta 108.000 dólares y entradas netas en ETF de apenas 219 millones de dólares desde finales de noviembre.

Síntesis del contexto
El mercado celebra el giro monetario, pero los datos muestran una reacción fragmentada: alivio en el corto plazo, cautela en el mediano y una narrativa alcista que aún necesita confirmación en flujos y estructura de mercado.

La Reserva Federal de Estados Unidos cumplió con lo que gran parte del mercado esperaba: tres recortes consecutivos de tasas en apenas tres meses, llevando el rango objetivo desde niveles superiores al 4,25 % hasta la zona de 4,00 %–4,25 %. En términos históricos no se trata de un estímulo agresivo, pero sí de una señal clara de que el ciclo restrictivo ha quedado atrás. Para Bitcoin, un activo especialmente sensible a la liquidez y al costo del dinero, el movimiento actuó como chispa inicial para un rebote técnico.

Sin embargo, la reacción estuvo lejos de ser lineal. Tras el anuncio más reciente, BTC cayó brevemente por debajo de los 90.000 dólares, para luego recuperarse hasta los 93.500 dólares en mercados spot antes de estabilizarse alrededor de los 92.000–92.500 dólares. Este comportamiento errático refleja un patrón conocido: expectativas descontadas, titulares alcistas y una ejecución que no termina de convencer a todos los participantes.

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Caída, rebote y consolidación de Bitcoin tras el recorte de tasas. Fuente: tradingview

La Fed afloja, pero no imprime

Un punto clave para entender la tibia respuesta del mercado es la naturaleza de las medidas. Las compras de 40.000 millones de dólares en bonos del Tesoro a corto plazo fueron interpretadas más como una operación técnica de gestión de liquidez que como un programa de estímulo amplio. No hay, por ahora, una expansión agresiva del balance comparable a ciclos anteriores.

Desde una perspectiva macro, esto implica dos cosas:

  1. El costo del dinero baja, lo que históricamente beneficia a activos de riesgo y escasos como Bitcoin.
  2. La liquidez no se dispara, por lo que el efecto positivo tiende a ser gradual y no explosivo.

Este matiz es fundamental. Bitcoin no reacciona únicamente a recortes de tasas, sino a la combinación entre tasas reales, expansión monetaria y expectativas de crecimiento. En este caso, el mensaje de la Fed fue ambiguo: alivio monetario sí, pero con un tono más restrictivo de lo que algunos operadores anticipaban.

“Comprar el rumor, vender la noticia”: una dinámica recurrente

Los datos on-chain refuerzan esta lectura. Cada recorte reciente estuvo acompañado por un clásico episodio de “comprar el rumor, vender la noticia”, donde el optimismo previo dio paso a ventas de corto plazo. Este comportamiento suele ir de la mano con episodios de FUD minorista, que históricamente han coincidido con suelos locales más que con techos.

Picos de sentimiento y correcciones tras recortes de tasas. Fuente: X

Para inversores con horizonte más amplio, estas sacudidas no son necesariamente negativas. Al contrario, suelen limpiar excesos de apalancamiento y permitir que el precio se reconstruya sobre bases más sólidas. No obstante, el mercado actual muestra una diferencia importante frente a ciclos anteriores: la adopción es más institucional, pero menos explosiva.

Niveles técnicos bajo la lupa

Desde el punto de vista técnico, Bitcoin se mueve dentro de un canal ascendente de corto plazo, aunque aún inserto en una estructura más amplia de corrección. Entre los niveles más observados destacan:

  • Soporte clave: zona de 90.000 dólares, donde apareció demanda defensiva.
  • Zona de congestión: 92.000–94.000 dólares, actual punto de equilibrio.
  • Resistencia mayor: rango entre 97.000 y 108.000 dólares, donde confluyen ventas previas y expectativas de toma de ganancias.

Indicadores como el MACD diario muestran un histograma acercándose a un posible cruce positivo, señal que suele anticipar impulsos alcistas. Aun así, sin volumen sostenido, estas señales pierden fiabilidad.

ETF, dólar y renta variable: el telón de fondo

Un factor que explica la cautela es la actividad de los ETF de Bitcoin al contado. Desde finales de noviembre, las entradas netas apenas superan los 219 millones de dólares, una cifra modesta frente a los flujos observados en fases claramente alcistas. Esto sugiere que el inversor institucional sigue expectante, esperando confirmaciones macro o rupturas técnicas más claras.

En paralelo, el dólar estadounidense se debilitó, con el índice DXY cayendo hacia 98,36, mientras que el Nasdaq logró mantenerse por encima de sus medias móviles de 50, 100 y 200 días. Este entorno suele favorecer a Bitcoin, aunque la correlación sigue siendo asimétrica: las caídas en acciones tienden a golpear con más fuerza a BTC que los repuntes bursátiles a impulsarlo.

El mensaje es claro: Bitcoin aún se mueve en un delicado equilibrio entre narrativa macro positiva y prudencia táctica.

El recorte de tasas encendió la mecha, pero no garantiza una carrera alcista inmediata. Para el inversor informado, el momento actual exige distinguir entre señales estructurales, que siguen siendo favorables a largo plazo, y ruido de corto plazo, dominado por expectativas ya descontadas y flujos aún tímidos. Bitcoin continúa respondiendo al pulso de la liquidez global, pero lo hace con una madurez mayor: menos euforia instantánea y más dependencia de datos reales. En ese contexto, la paciencia vuelve a ser un activo tan valioso como el propio BTC.