El ETF de BlackRock sobre Bitcoin ya supera al S&P 500

 El ETF de BlackRock sobre Bitcoin ya supera al S&P 500
  • IBIT genera más ingresos que el fondo IVV, a pesar de gestionar 89% menos capital.
  • ¿Se está consolidando Bitcoin como activo institucional clave dentro de Wall Street?

El giro silencioso en los flujos institucionales

En menos de dos años, el fondo cotizado en bolsa de BlackRock basado en Bitcoin, el iShares Bitcoin Trust (IBIT), no solo ha ganado tracción entre los inversores institucionales, sino que ya superó al emblemático fondo del S&P 500 (IVV) en ingresos anuales por comisiones. Un dato que parecería impensado en ciclos anteriores y que sugiere un reordenamiento estructural de preferencias dentro del mercado financiero tradicional.

IBIT genera $187,2 millones anuales en comisiones, superando los $187,1 millones de IVV, a pesar de tener activos bajo gestión (AUM) por solo $70.000–75.000 millones, frente a los $624.000 millones de IVV. La clave está en las comisiones: IBIT aplica una tarifa del 0,25%, frente al modesto 0,03% de IVV. Más allá de la diferencia en márgenes, el fenómeno evidencia una transición estratégica en el apetito institucional hacia activos no tradicionales, en especial Bitcoin, que hasta hace poco era considerado demasiado volátil para portafolios conservadores.

El ascenso de IBIT y la normalización de Bitcoin

IBIT fue lanzado en enero de 2024 y desde entonces ha captado de forma casi ininterrumpida capital institucional. Según datos de Farside, el fondo ya ha registrado entradas netas entre $52.000 y $54.000 millones, con un crecimiento sostenido incluso durante momentos de alta tensión geopolítica, como los recientes conflictos en Medio Oriente.

Hoy, IBIT controla más del 55% del mercado de ETFs de bitcoin al contado en EE. UU. y se consolida como el vehículo más popular para obtener exposición al activo sin la necesidad de custodia directa.

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«El hecho de que IBIT haya superado a IVV refleja tanto la demanda acumulada por Bitcoin como la presión deflacionaria sobre las tarifas de productos tradicionales», afirmó Nate Geraci, presidente de NovaDius Wealth Management.

Esta declaración toca un punto clave: la compresión de márgenes en los productos financieros tradicionales ha dejado espacio para nuevas narrativas de valor. A diferencia de los fondos indexados de bajo costo, Bitcoin representa una clase de activo emergente que justifica —para muchos— tarifas más altas a cambio de exposición diferenciada y limitada.

¿Bitcoin como el nuevo “oro digital”?

La popularidad de IBIT también se apalanca en un cambio de tono dentro de BlackRock. Su CEO, Larry Fink, quien antes era crítico del criptoactivo, ha reconocido a Bitcoin como una posible “reserva de valor alternativa” y «oro digital», capaz de proteger frente a la inflación y la devaluación monetaria.

Fink incluso ha sugerido que si los fondos soberanos destinaran solo entre el 2% y el 5% de sus carteras a Bitcoin, el precio podría alcanzar los $700.000 por unidad. Más allá de lo especulativo de esa cifra, refleja cómo las principales gestoras del mundo ya integran a Bitcoin dentro de sus modelos de asignación de activos a largo plazo.

Entre comisiones y convicción: el valor percibido

IBIT también ha demostrado que los inversores están dispuestos a pagar más por acceso a Bitcoin regulado y líquido a través de canales tradicionales, en contraste con el bajo interés que genera hoy una exposición pasiva al S&P 500.

Este comportamiento va más allá del hype:

  • Los flujos hacia IBIT se mantienen constantes incluso cuando el precio de BTC oscila o se estanca.
  • La entrada de grandes actores, como fondos de pensiones y bancos, refuerza el carácter estratégico del movimiento.
  • La acumulación institucional no parece motivada por especulación inmediata, sino por diversificación estructural de portafolios.

¿Un nuevo paradigma en la gestión de activos?

La clave detrás del ascenso de IBIT es menos técnica y más simbólica: Bitcoin ya no es periférico para Wall Street. La posibilidad de integrarlo a carteras tradicionales a través de ETFs aprobados ha disuelto muchas de las barreras que existían hace solo un par de años.

En un entorno donde la política monetaria expansiva y la incertidumbre fiscal continúan pesando sobre los mercados, Bitcoin empieza a consolidarse como una cobertura institucional legítima.

El hecho de que el ETF más rentable de la mayor gestora del mundo esté basado en un activo descentralizado y limitado, señala que algo profundo está cambiando en la forma en que se define el valor financiero.