Bitcoin sube tras caída del índice de precios al productor

 Bitcoin sube tras caída del índice de precios al productor
  • Bitcoin avanza un 0,5% a más de $114.000 dólares después de que el IPP de agosto retrocediera un 0,1%.
  • El 88% de los inversores anticipa un recorte de tasas de la Fed de 25 puntos básicos la próxima semana.

La última lectura del índice de precios al productor (IPP) en Estados Unidos reavivó el optimismo en los mercados financieros y dio un ligero impulso a Bitcoin. Con una caída intermensual del 0,1% en agosto, el dato alimentó la expectativa de que la Reserva Federal esté más cerca de aplicar un recorte de tasas en su próxima reunión del FOMC. En este contexto, la principal criptomoneda del mercado escaló hasta los $114.000 dólares.

Inflación, tasas y sensibilidad de Bitcoin

Los mercados interpretaron la caída del IPP como señal de menores presiones inflacionarias sobre la cadena productiva. Sin embargo, el panorama no está del todo despejado. El IPC subyacente, que excluye alimentos y energía, mostró un incremento del 0,3% mensual, el ritmo más alto desde marzo, elevando la tasa interanual al 2,8%. Esta cifra revela que persisten focos de inflación en sectores clave de la economía.

Bitcoin reaccionó de forma inmediata al dato, con un repunte moderado que, aunque relevante, no logra revertir la tendencia del último mes: la criptomoneda acumula aún una caída del 5,7% en 30 días, pese a su recuperación semanal del 2,3%. Ethereum también se benefició, aunque en menor medida, al subir un 0,2% hasta los$ 4.382 dólares, según datos de Coingecko.

El impacto de los datos económicos en Bitcoin refuerza un patrón conocido: la correlación con el ciclo de políticas monetarias de la Reserva Federal. Cuando los inversores perciben un entorno de menor inflación y posible flexibilización de tasas, el mercado de criptomonedas tiende a ganar atractivo como activo de riesgo.

Suscríbete y recibe las mejores actualizaciones e informes en tu bandeja de entrada

Expectativas de los inversores y apuestas de mercado

Según la herramienta FedWatch de CME, el 88% de los operadores prevé un recorte de 25 puntos básicos en las tasas de interés, mientras que un 12% se inclina por una reducción más agresiva de 50 puntos básicos. Este consenso refleja que el debate ya no gira en torno a si habrá un recorte, sino a la magnitud del mismo.

La confianza en Bitcoin también ha mejorado. El 72% de los usuarios apuesta ahora a que la criptomoneda se mantendrá por encima de los $105.000 dólares durante septiembre, una señal de que el pesimismo observado la semana pasada se ha disipado.

No obstante, el mercado no está libre de riesgos, “el dato del IPC de mañana será crucial”. Un índice de precios al consumidor más bajo de lo esperado podría reforzar las expectativas de un recorte de tasas, pero una cifra elevada abriría la puerta a correcciones en los mercados de riesgo, incluidas las criptomonedas.

Señales mixtas: volatilidad latente

El Crypto Fear & Greed Index, que mide el sentimiento de los inversores, pasó de una lectura de “avaricia” de 70 el mes pasado a un nivel neutral de 49 en la actualidad. Este retroceso refleja una mayor cautela de los traders a pocos días del anuncio del FOMC.

Además de la inflación, el mercado sigue de cerca otros indicadores que podrían añadir volatilidad: las nóminas no agrícolas y las cifras de desempleo, que serán publicadas antes de la decisión de la Fed. Estos datos podrían alterar el rumbo de las expectativas y generar movimientos bruscos en Bitcoin.

Un mercado en espera del catalizador

La reacción de Bitcoin al IPP confirma su creciente dependencia de los indicadores macroeconómicos. La narrativa de activo refugio digital se entremezcla con su rol de inversión especulativa altamente sensible al entorno monetario.

La próxima semana podría ser decisiva. Un recorte de tasas de 25 puntos básicos consolidaría la visión de un ajuste moderado, mientras que una reducción de 50 puntos básicos marcaría un giro más agresivo en la política de la Fed. En ambos escenarios, Bitcoin se enfrentará a un test inmediato: demostrar si puede sostenerse por encima de los 114.000 dólares o si volverá a ceder frente a la volatilidad que caracteriza su historial.