30 de abril de 2025

Bitcoin resiste en el abismo mientras la economía de EE.UU. se desangra

 Bitcoin resiste en el abismo mientras la economía de EE.UU. se desangra
  • Los datos del empleo y producto interno bruto en Estados Unidos lanzan alarmas de corrección para mercados, la inflación (PCE) salva el día
  • Bitcoin reacciona con volatilidad ante el deterioro macroeconómico

La publicación del índice de precios de consumo personal (PCE) de marzo en EE.UU. ofrece una imagen ambigua sobre la dinámica inflacionaria. Si bien el dato interanual del PCE general cayó a 2.3% (desde 2.5% en febrero), y el PCE subyacente se mantuvo estable en 2.6%, los datos desestacionalizados a corto plazo reflejan una aceleración preocupante: el PCE subyacente anualizado a tres meses se situó en 3.5%, y el de seis meses en 3%. Ambos están claramente por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal.

La persistencia inflacionaria está concentrada en el componente de servicios, particularmente en vivienda, que aumentó 0.39% en marzo su lectura mensual más alta desde octubre. En contraste, los bienes básicos presentaron una leve deflación (-0.27%), tras dos subidas consecutivas del 0.41% en enero y febrero. Sin embargo, en perspectiva anual, los bienes transitan de la deflación hacia una inflación suave, lo que sugiere que ya no actúan como ancla del índice general.

Más allá del PCE, el deterioro macroeconómico se profundiza. El PIB del primer trimestre se contrajo -0.3%, peor de lo previsto (-0.2%), y la creación de empleo privado se ubicó en solo 62.000 puestos, frente a los 115.000 esperados

El patrón que se presenta en el empleo es preocupante, vemos una desaceleración de la contratación, para luego proceder con los despidos, elevando dramáticamente las probabilidades de recesión. Según Polymarket, ya se ubica en 66%.

Fuente: Polymarket

El mercado reacciona con nerviosismo. Los principales índices bursátiles corrigieron, y Bitcoin, si bien logró detener momentáneamente su caída gracias al dato mensual del PCE en línea con lo esperado, se mantiene sin rumbo claro. El activo se mueve lateral en torno a los USD 94.000, con presión bajista.

Con los datos de inflación aún sin ceder de forma sostenida y un enfriamiento económico tangible, todas las miradas se dirigen al FOMC del 7 de mayo. Si bien una pausa en las subidas de tasas parece asegurada, los datos actuales complican cualquier giro prematuro hacia la flexibilización. Para Bitcoin, esto implica que la esperada narrativa de recorte de tipos como catalizador alcista podría seguir postergándose.

La aparente paradoja de una inflación que no cede y una economía que se desacelera plantea un dilema incómodo para la Reserva Federal y para los mercados. En este contexto, Bitcoin no se comporta como un activo defensivo ni como una cobertura directa contra la inflación: se mueve según las expectativas de liquidez futura. Mientras no haya una señal clara de giro en la política monetaria, su comportamiento dependerá más del deterioro de los datos macro que de su narrativa de largo plazo. La pregunta clave para los próximos días será: ¿cuándo la Fed empezará a preocuparse más por el crecimiento que por la inflación?

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