Bitcoin pisa fuerte en Wall Street

- Twenty One Capital alcanza $685 millones en financiamiento, con respaldo de Tether, Bitfinex y Cantor Fitzgerald.
- La firma lanza sistema público de prueba de reservas, apuntando a transparencia institucional y soberanía financiera.
Twenty One Capital lanza prueba de reservas y suma $100M a su tesorería
En un movimiento que marca un hito para la institucionalización de Bitcoin en Wall Street, Twenty One Capital la nueva compañía de tesorería de BTC liderada por Jack Mallers y respaldada por pesos pesados como Tether, Bitfinex y Cantor Fitzgerald anunció el despliegue de un sistema de proof of reserves (prueba de reservas), mientras cerraba una nueva inyección de capital por $100 millones en bonos convertibles.
Announcing Proof of Reserves for Twenty One
— Jack Mallers (@jackmallers) May 29, 2025
As Bitcoiners, we hear a lot about how Wall Street has arrived to #Bitcoin. With Twenty One, #Bitcoin has arrived on Wall Street.
Don't trust, verify. pic.twitter.com/johay8PJFI
Con esta nueva emisión, el financiamiento total de Twenty One asciende a $685 millones, consolidando su misión declarada: acumular miles de millones en Bitcoin y convertirlo en una herramienta legítima de preservación de capital institucional.
La iniciativa pone sobre la mesa una narrativa inversa a la habitual. Mientras en los últimos años se habló de cómo Wall Street “llegó a Bitcoin”, Mallers sostiene que ahora es Bitcoin el que ha llegado a Wall Street. En palabras del CEO: “Don’t trust, verify”, una declaración de principios que busca marcar distancia con la opacidad histórica del sistema financiero tradicional.
El mecanismo de prueba de reservas será público y verificable, siguiendo principios del ethos cypherpunk. Esto representa un contrapeso frente a iniciativas institucionales recientes como el fondo tokenizado BUIDL de BlackRock, que si bien cuenta con casi $3 mil millones en activos tokenizados en blockchain, no implementa sistemas abiertos de verificación externa.

La transparencia de Twenty One podría significar un nuevo estándar para la custodia institucional de BTC, especialmente en un momento donde la demanda por activos “verificables en cadena” crece entre inversores cripto y fondos familiares.
El contexto más amplio refuerza esta tesis:
- Securitize, la plataforma detrás de la tokenización del fondo de BlackRock, recibió inversión directa de Jump Capital y maneja más de $4.000 millones en activos tokenizados.
- La tendencia hacia activos físicos tokenizados también gana tracción, como lo demuestran las recientes rondas de financiamiento de Savea y aZen, que apuntan a relojes, vinos y redes físicas descentralizadas (DePIN).
En ese entorno, Twenty One Capital se posiciona como el brazo institucional del maximalismo bitcoiner, combinando la seriedad regulatoria de Wall Street con la filosofía radical de autoverificación y tenencia soberana.
Este enfoque podría marcar una diferencia significativa respecto a otras estrategias corporativas más opacas. Mientras algunos gigantes financieros acaparan BTC bajo estructuras que replican viejas prácticas bancarias, Mallers y su equipo parecen decididos a mostrarlo, demostrarlo y asegurarlo en cadena.
El fondo de BlackRock, tokenizado sobre la blockchain de Ethereum con acceso vía Wormhole y regulado por Securitize, muestra que el sector ya está maduro para el juego institucional. Pero Twenty One, con Bitcoin en su núcleo y un enfoque público y auditable, plantea una alternativa: no solo llevar Bitcoin al corazón financiero del mundo, sino hacerlo con los principios que lo fundaron.
En un mundo donde la narrativa de “confianza en instituciones” se vuelve frágil, las iniciativas que ofrecen transparencia radical podrían capturar la atención (y los capitales) de una nueva generación de inversionistas.