17 de abril de 2025

Bitcoin, el as bajo la manga en medio de un nuevo capítulo de tensiones geopolíticas

 Bitcoin, el as bajo la manga en medio de un nuevo capítulo de tensiones geopolíticas
  • China anuncia un aumento arancelario del 34% al 84% sobre importaciones estadounidenses, lo que podría intensificar las tensiones comerciales globales.
  • El posible desmantelamiento de las tenencias de bonos del Tesoro por parte de China, valoradas en más de 760 mil millones de dólares, pone a Bitcoin nuevamente en el radar como activo refugio.

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han escalado con fuerza tras la decisión de Beijing de aumentar los aranceles a ciertas importaciones estadounidenses del 34% al 84%, a partir del 10 de abril. Esta medida, interpretada como una respuesta directa a los aumentos arancelarios previos por parte de Washington, no solo agita el tablero del comercio internacional, sino que también vuelve a colocar a Bitcoin en el centro del escenario financiero global.

Mientras tanto, reportes desde Asia apuntan a que el Banco Popular de China (PBoC) ha ordenado a los principales bancos estatales reducir sus compras de dólares estadounidenses para operaciones internas. Paralelamente, crece la especulación sobre una potencial venta masiva de bonos del Tesoro por parte de China, que actualmente mantiene más de 760 mil millones de dólares en dichos instrumentos, siendo el segundo mayor tenedor extranjero de deuda estadounidense.

La aparente desdolarización gradual, sumada al recrudecimiento de la guerra comercial, llega en un contexto especialmente sensible para los mercados. Con una subasta de bonos del Tesoro estadounidense en el horizonte, una liquidación por parte de China podría presionar los rendimientos al alza, dificultando la financiación del déficit fiscal norteamericano y acentuando el riesgo sistémico global.

Pese a que Bitcoin registró una caída del 4% en las últimas 24 horas, cotizando en torno a los 76.298 dólares al momento del anuncio, la reacción del mercado parece más bien técnica. La criptomoneda sigue mostrando resiliencia frente al deterioro de las relaciones económicas entre potencias, consolidándose como un activo cada vez más observado en tiempos de tensión y desconfianza institucional.

Aunque aún no hay confirmación oficial sobre la venta de bonos, la narrativa que emerge es poderosa: un mundo donde el dólar pierde lentamente su hegemonía y donde los Estados comienzan a replantearse sus reservas internacionales. En ese escenario, Bitcoin ya no solo es una herramienta especulativa o un refugio ante la inflación: se perfila, para muchos, como un activo estratégico fuera del control de cualquier nación.

La posibilidad de que China desate un nuevo capítulo en la reorganización del sistema monetario internacional, sumado al progresivo debilitamiento de la confianza en las monedas fiduciarias, podría acelerar la migración de capitales hacia activos descentralizados. Bitcoin, con su oferta limitada y naturaleza apolítica, se encuentra bien posicionado para absorber parte de ese flujo. La historia aún se escribe, pero una vez más, los fundamentos macroeconómicos recuerdan por qué Bitcoin no es solo una invención tecnológica, sino una alternativa sistémica en tiempos de incertidumbre.

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