Bitcoin debate borrar parte de su historia

 Bitcoin debate borrar parte de su historia
  • ¿Es legítimo eliminar millones de UTXOs por “uso no monetario”? La propuesta revive la mayor disputa ideológica en años.
  • Un soft fork que busca borrar UTXOs de Ordinals y Stamps enfrenta críticas por censura, propiedad y gobernanza.

Un debate que vuelve a fracturar al ecosistema

Bitcoin cerrará 2025 sin el rally que muchos anticipaban sin nuevos máximos, sin el ascenso prolongado por encima de 150.000 dólares, sin un ciclo de “up-only” que despejara las discusiones ideológicas. En ese vacío, la atención ha vuelto a un viejo frente: la lucha por definir qué usos son legítimos dentro de la cadena.

El catalizador del nuevo conflicto es The Cat, oficialmente denominado “Non-Monetary UTXO Cleanup”, una propuesta técnica que busca eliminar de forma permanente un conjunto de UTXOs asociados a protocolos de inscripciones, como Ordinals y Stamps. Según el borrador, estos UTXOs contienen datos considerados “no monetarios”, desde imágenes tipo NFT hasta textos, metadatos y colecciones visuales inscritas en la cadena principal.

La idea es simple en la superficie: congelar y luego purgar esos UTXOs del registro activo. La consecuencia, en cambio, es monumental: reabrir una guerra conceptual sobre qué es Bitcoin, quién decide sus reglas y qué límites existen para alterar retroactivamente su historia.

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¿Qué pretende exactamente The Cat?

La propuesta opera en varios pasos:

  1. Capturar un snapshot del UTXO set en un bloque específico.
  2. Identificar todos los UTXOs “no monetarios” usando criterios basados en indexadores externos como ord (Ordinals) y stamps.
  3. Marcar estos UTXOs como inválidos a nivel de consenso mediante soft fork, haciéndolos imposibles de gastar.
  4. Eliminar los UTXOs del conjunto activo para reducir el peso total de la base de datos que mantienen los nodos.

Los defensores argumentan que millones de UTXOs con valores inferiores al coste de transacción polvo económico o dust ocupan espacio sin aportar valor monetario ni posibilidad real de ser gastados. Y que permitir su permanencia incrementa la carga técnica para nuevos nodos, debilitando la descentralización.

Los defensores argumentan que millone Fuente: X

Desde esta óptica, The Cat sería una limpieza quirúrgica para proteger uno de los recursos más críticos de Bitcoin: un UTXO set manejable para cualquiera que quiera operar un nodo.

El problema: el remedio desafía principios fundacionales

Lo que ha desatado la tormenta no es la preocupación técnica válida y ampliamente discutida sino el método elegido para resolverla.

1. Riesgo de censura y ruptura del contrato social

Hacer inválidos ciertos UTXOs por el tipo de dato que contienen es, para muchos, un ataque directo a la censura resistencia, uno de los pilares de Bitcoin.
El argumento central:
Si hoy se declaran inválidos UTXOs con imágenes o datos culturales, mañana podría hacerse lo mismo con:

  • Donaciones políticas
  • Mezcladores
  • Juegos de azar
  • Pagos a jurisdicciones no deseadas
  • Actividades vistas como “no alineadas” con la visión dominante

Es un precedente expansivo. Y en Bitcoin, los precedentes importan.

2. Dependencia de indexadores externos

El Cat requiere que nodos y mineros confíen en indexadores no oficiales para identificar qué UTXOs son “no monetarios”.
Ese simple hecho introduce subjetividad y dependencia fuera de la propia cadena, un riesgo que contradice la naturaleza determinista del consenso de Bitcoin.

3. Conflicto con la propiedad privada en la red

Miles de usuarios pagaron por Ordinals, Stamps y otros artefactos digitales asegurados por Bitcoin.
Declarar sus activos como “inexistentes” rompe la expectativa de inmutabilidad, un valor social esencial para quienes confían en Bitcoin como repositorio de propiedad resistente a manipulaciones.

4. Alto riesgo de división social y técnica

Un soft fork que toca transacciones ya confirmadas necesita un consenso muy superior al usual.
Con desacuerdos intensos entre desarrolladores, operadores y usuarios, cualquier activación mal coordinada generaría riesgo real de chain split.

¿Hay alternativas que no violen la neutralidad del protocolo?

Los críticos coinciden en que el problema del crecimiento del UTXO set es real. Pero apuntan a soluciones menos intrusivas:

  • Ajustar el descuento de witness data, encareciendo inscripciones.
  • Mejorar los límites de polvo, evitando UTXOs irrecuperables.
  • Perfeccionar el pruning y los UTXO commitments, reduciendo costos para nodos sin modificar el historial.
  • Migrar los usos culturales o NFT hacia capas superiores, sin sobrecargar la capa base.
  • Promover estándares sociales en wallets para desincentivar prácticas abusivas.

Ninguna de estas rutas exige invalidar UTXOs ya existentes.

Bitcoin está en una encrucijada conceptual. The Cat no es solo una propuesta técnica: es un espejo de las tensiones acumuladas entre quienes conciben Bitcoin exclusivamente como infraestructura monetaria y quienes lo interpretan como una red neutral, resistente a juicios sobre el propósito de sus transacciones. Su desenlace marcará no solo el futuro de los UTXOs, sino el futuro del contrato social que sostiene a la red. En un sistema sin líderes formales, la verdadera decisión recaerá como siempre en el consenso social que surja de la comunidad. Y ese proceso, más que el resultado, será lo que determine qué visión prevalecerá en los próximos años.