Bitcoin cae tras el recorte: qué está pasando realmente

- ¿Por qué Bitcoin baja incluso después de un recorte de 25 pb de la Fed?
- ¿Se está agotando el impacto de la flexibilización monetaria ante riesgos de inflación rígida y ciclo electoral en 2026?
Bitcoin vuelve a operar a la baja tras la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de reducir las tasas de interés en 25 puntos básicos, un movimiento que en teoría debería favorecer a los activos de riesgo. Sin embargo, la reacción del mercado fue la opuesta: el precio cayó cerca de 5%, hasta situarse en torno a los $89.400, en un clásico comportamiento de “vender el hecho”. La pregunta es evidente: ¿por qué un recorte esperado no generó un impulso alcista?

La respuesta, según varios analistas, está en la combinación de tres elementos:
- El recorte ya estaba totalmente descontado.
- Los riesgos macroeconómicos a largo plazo aumentan.
- El ciclo político y fiscal hacia 2026 podría reactivar presiones inflacionarias.
En otras palabras, el mercado está adelantando un escenario en el que la flexibilización monetaria pierde fuerza y los riesgos estructurales pesan más que el estímulo inmediato.
Un recorte “con sabor a poco”: la Fed recorta, pero el mercado mira más allá
A pesar de la reducción de tasas, el lenguaje del presidente Jerome Powell fue especialmente ambiguo respecto al crecimiento, la inflación y la trayectoria futura del ciclo de política monetaria. La Fed utilizó frases deliberadamente evasivas, reflejando la dificultad de ofrecer una guía clara en un entorno donde la inflación muestra señales de persistencia.
Suscríbete y recibe las mejores actualizaciones e informes en tu bandeja de entrada

Más revelador aún fue el movimiento reciente del banco central: compras de Letras del Tesoro por valor de $40.000 millones proyectadas en 30 días, lo que implica la primera expansión del balance desde mediados de 2022, con la excepción de la crisis bancaria de marzo de 2023. Aunque para muchos este giro debería impulsar activos de riesgo como Bitcoin, el mercado parece estar priorizando riesgos más profundos.
El sentimiento bajista se refuerza en los derivados: los traders asignan solo 17% de probabilidad a un “rally de Santa” en 2025, y las chances de ver a Bitcoin en $100.000 frente a una caída a $69.000 se redujeron 5% durante la noche.
Riesgos crecientes:
1. Un ciclo de flexibilización que se acerca a su límite
Aunque Powell no cerró explícitamente la puerta a nuevos recortes, el gráfico de puntos actualizado muestra que las expectativas de flexibilización para 2026 se han revisado a la baja. Para los mercados, esto indica que el margen de estímulo monetario podría estar agotándose más rápido de lo previsto.
La caída de Bitcoin no responde al recorte en sí, sino a la interpretación del mercado de un futuro más restrictivo. El mercado había descontado completamente el movimiento, apuntando que la reacción bajista refleja una valoración más amplia del entorno macroeconómico.
2. La política fiscal de 2026 como riesgo inflacionario
Estados Unidos celebrará elecciones intermedias en 2026, y los analistas anticipan una posible combinación de estímulo fiscal y una Reserva Federal moderada para sostener la actividad económica. En términos prácticos, esto podría reactivar la inflación justo en el momento en que la Fed intenta mantenerla bajo control.
Una mezcla simultánea de estímulo fiscal y flexibilización monetaria es históricamente explosiva para los precios, y podría llevar a un repunte de las tasas de largo plazo. Si esto ocurre, los activos de riesgo, incluido Bitcoin, enfrentarían un entorno más adverso.
3. El gasto en IA y energía: un nuevo tipo de inflación rígida
Otro factor emergente es el incremento del gasto en infraestructura para inteligencia artificial. Centros de datos, consumo energético y ampliación de redes eléctricas presionan los costos estructurales de la economía. Este tipo de gasto de capital puede sostener una inflación rígida, incluso en un contexto de recortes de tasas.
Esto supone un desafío adicional para Bitcoin: el activo depende en gran medida de la liquidez global y de la sensibilidad a las tasas reales. Si las tasas de largo plazo suben producto de una inflación persistente, la presión sobre Bitcoin puede aumentar.