Bitcoin alcanza un nuevo récord de hashrate: 1.091 ZH/s

 Bitcoin alcanza un nuevo récord de hashrate: 1.091 ZH/s
  • ¿Cómo logran los mineros sostener el poder de cómputo cuando los ingresos caen más de 12% en un mes?
  • La red se acerca a una dificultad superior a los 150 billones, lo que elevará aún más la exigencia para obtener un bloque.

1.091 zettahash por segundo. Ese fue el hito alcanzado el 20 de septiembre de 2025, cuando la red Bitcoin registró su mayor potencia de cómputo en la historia. Apenas dos días después, la cifra se mantenía estable en 1.082,29 EH/s, evidenciando la fortaleza del ecosistema minero. Este récord se produce en un entorno adverso, marcado por una caída del 12,41% en el “precio de hash”, que pasó de 57,12 $ a 50,03 $ por petahash en solo un mes.

El desafío de la dificultad creciente

La dificultad de minado se encuentra en 142,34 billones, y todo apunta a un reajuste superior al 10% para el 1 de octubre de 2025. De confirmarse, Bitcoin enfrentará una dificultad inédita que podría superar los 150 billones, un verdadero “peso pesado” para quienes compiten por las recompensas de bloque. Este aumento significa que, en promedio, los mineros necesitarán mayor eficiencia energética y equipos más avanzados para mantener la rentabilidad.

Aunque los tiempos de bloque suelen rondar los 10 minutos, en la última medición se ubicaron en 9 minutos y 4 segundos, reflejando la potencia que los mineros han añadido a la red. Paradójicamente, mientras el hashrate crece, los ingresos disminuyen, lo que pone en evidencia una resiliencia poco común en una industria tan dependiente de los ciclos de precio y recompensa.

La paradoja de los ingresos mineros

Los ingresos por hash han caído, pero la potencia agregada no se detiene. En este escenario, la pregunta central es: ¿qué impulsa a los mineros a sostener operaciones tan costosas? Existen al menos tres factores clave:

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  1. Inversión a largo plazo: muchos operadores ven el hashrate como una apuesta estratégica para futuros ciclos alcistas.
  2. Eficiencia tecnológica: la constante innovación en chips ASIC reduce costos por unidad de hash, permitiendo mantener competitividad.
  3. Economías de escala: grandes granjas, especialmente en Norteamérica y Asia Central, pueden soportar periodos de rentabilidad negativa gracias a contratos energéticos ventajosos.

No obstante, los mineros más pequeños enfrentan un panorama incierto. El aumento de la dificultad amenaza con dejar fuera del mercado a quienes no logren modernizar su infraestructura o asegurar fuentes de energía baratas.

Impacto en el mercado de Bitcoin

El hashrate récord no solo es un indicador técnico: también es un reflejo de la confianza de los mineros en el futuro de Bitcoin. Históricamente, un aumento sostenido de la potencia de cómputo ha sido correlativo con la seguridad de la red, reduciendo el riesgo de ataques del 51% y fortaleciendo la narrativa de Bitcoin como activo robusto frente a la censura.

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Sin embargo, la caída en los ingresos puede presionar a la industria hacia procesos de consolidación, donde los actores con mayor capital absorban operaciones menos eficientes. Este fenómeno ya se observó tras el halving de 2020 y 2024, y podría repetirse con mayor intensidad en este ciclo.

El mercado, por ahora, observa cómo los mineros parecen apostar más a la acumulación de poder de cómputo que a los beneficios inmediatos. De mantenerse la tendencia, el próximo reajuste de dificultad pondrá a prueba los límites de la industria.

La paradoja es evidente: mientras los ingresos se reducen, los mineros siguen duplicando esfuerzos. Este comportamiento no solo refleja resiliencia, sino también una visión compartida: que Bitcoin, a largo plazo, recompensará la persistencia con nuevos máximos históricos de precio. En ese horizonte, cada bloque descifrado bajo condiciones adversas no es simplemente una victoria técnica, sino un testimonio de fe en el futuro del protocolo.