La apuesta alcista de Bitcoin depende del giro de la Fed

- ¿Puede una desaceleración del empleo en EE.UU. ser la chispa que lleve a Bitcoin a nuevos máximos históricos?
- Flujos institucionales se enfrían y analistas advierten: “sin recorte de tasas, el rally se debilita”.
Con Bitcoin sobre los $105.000, los inversores institucionales y operadores de corto plazo están atentos a las señales macroeconómicas, mientras los flujos hacia los ETF spot de BTC muestran signos de fatiga. En las últimas 48 horas, las entradas a fondos como IBIT y ARKB cayeron de $375 millones a apenas $87 millones diarios, según datos del 4 de junio. Esta contracción abrupta del capital sugiere una pausa táctica por parte del dinero institucional, posiblemente a la espera del próximo catalizador macroeconómico.

Ese catalizador podría llegar pronto. El informe de empleo de EE.UU., previsto para el viernes, podría actuar como detonante de una nueva narrativa: si las nóminas no agrícolas se desaceleran por debajo de los 130.000 nuevos empleos frente a los 177.000 del mes anterior, y el crecimiento salarial se mantiene contenido (0,2%-0,3%), los mercados podrían anticipar un recorte de tasas de interés antes de septiembre. Actualmente, las tasas de referencia se ubican en un rango de 4,25% a 4,50%, con los futuros de la Fed señalando recortes recién a partir del tercer trimestre.
En ese escenario, los analistas de Bitfinex estiman que BTC podría aspirar a un rango de $120.000 a $125.000 durante junio, siempre que mantenga el soporte por encima de los $105.000. El debilitamiento del dólar y la reducción del costo del capital beneficiarían a activos escasos como Bitcoin. Sin embargo, una sorpresa al alza en el reporte laboral podría fortalecer al dólar, postergar la flexibilización monetaria y presionar a BTC hacia los $95.000, pasando antes por los $102.000 como soporte técnico inmediato.
A pesar de este potencial alcista en el corto plazo, algunas señales técnicas y de comportamiento sugieren cautela. Según Valentin Fournier, analista de BRN, la combinación de menor impulso en precios, disminución de entradas en ETFs, y un incremento en las salidas a bolsa (como las anunciadas por Circle y Kraken) podría estar indicando una fase de toma de ganancias por parte de insiders. De hecho, el rendimiento de BTC en lo que va de 2025 (+3,91% al 11 de febrero) contrasta con el retroceso acumulado de ETH, que ha llegado a caer más del 40% en ciertos tramos del año.
En los últimos siete días, BTC perdió un 3,5%, ETH retrocedió 4,3% y Solana fue el más castigado con un desplome del 11,8%. Esta falta de respuesta ante datos macroeconómicos favorables como el enfriamiento inflacionario refleja un mercado debilitado en su momentum, posiblemente agotado tras el fuerte rally de inicios de año.

El comportamiento del capital institucional está enviando una señal mixta: si bien el flujo neto acumulado hacia los ETF spot sigue siendo positivo en 2025, la volatilidad diaria de entradas y salidas evidencia una creciente selectividad en el apetito por riesgo.
La atención de los traders, por tanto, se concentra en un puñado de variables: el soporte técnico clave en los $105.000, el tono del informe laboral estadounidense y la postura de la Reserva Federal en sus próximas reuniones. Si el entorno macroeconómico acompaña y el apetito institucional se reactiva, el escenario de ruptura alcista sigue sobre la mesa. Pero si persisten las señales de agotamiento, no puede descartarse una fase de consolidación o corrección más profunda.
El mercado de Bitcoin se encuentra en una fase de pausa reflexiva, donde cada dato económico puede reconfigurar las expectativas. Mientras tanto, los inversores más experimentados ajustan su exposición, reducen riesgo y esperan con liquidez disponible. En entornos como este, la disciplina estratégica más que la euforia suele marcar la diferencia entre sobrevivir y prosperar.