Strategy retoma compras de Bitcoin y refuerza su apuesta corporativa

 Strategy retoma compras de Bitcoin y refuerza su apuesta corporativa
  • Strategy volvió a comprar Bitcoin tras una breve pausa, elevando sus tenencias a 672.497 BTC, una cifra que la consolida como el mayor tenedor corporativo del activo a nivel global.
  • La operación se produce en un contexto de alta volatilidad, debate institucional y creciente escrutinio sobre el rol de Bitcoin en balances empresariales.

Una reanudación calculada tras la pausa

Entre el 22 y el 28 de diciembre, Strategy la firma liderada por Michael Saylor volvió a ejecutar compras de bitcoin luego de una semana sin anuncios, un movimiento que había generado especulación en el mercado. La pausa no implicó un cambio de tesis, sino una reorganización táctica de liquidez: la empresa reforzó su caja en dólares estadounidenses, una decisión que ahora se revela complementaria a su estrategia de acumulación.

La compra reciente se financió mediante la venta de 663.450 acciones ordinarias Clase A (MSTR) bajo su programa de oferta “at the market” (ATM), generando ingresos netos equivalentes al monto destinado a la adquisición de bitcoin. Desde una perspectiva financiera, la operación mantiene la coherencia histórica de Strategy: utilizar el mercado de capitales como vía para transformar pasivos y dilución accionaria en un activo que la empresa considera reserva de valor de largo plazo.

El balance de Strategy: números que importan

Con esta operación, Strategy acumula 672.497 BTC, adquiridos por un total aproximado de 50.440 millones de dólares. A precios de mercado cercanos a 87.300 dólares por bitcoin, esas tenencias se valoran en torno a 58.700 millones de dólares, lo que representa una ganancia no realizada superior a 8.000 millones de dólares.

Estado actual del balance de Bitcoin de Strategy tras la última compra. Fuente: Strategy

Estos números son relevantes no solo por su magnitud absoluta, sino porque convierten a Strategy en un actor sistémico dentro del mercado de Bitcoin. Sus decisiones de compra, pausa o financiación no pasan desapercibidas: influyen en la narrativa institucional, en la percepción de riesgo y en la discusión sobre el uso corporativo de bitcoin como activo de tesorería.

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Liquidez, resiliencia y el debate entre analistas

El refuerzo previo de la reserva de efectivo hasta 2.190 millones de dólares ha sido interpretado de maneras opuestas. Para analistas de TD Securities, esta liquidez adicional fortalece la capacidad de Strategy para atravesar un escenario adverso prolongado, mejorando su flexibilidad financiera y reduciendo riesgos operativos. Bajo esa lectura, la compañía estaría mejor posicionada para sostener su exposición a bitcoin incluso en un entorno de precios deprimidos.

Desde otra óptica, firmas de análisis on-chain han sugerido que la acumulación de dólares podría anticipar una fase de corrección profunda o extendida en el precio del bitcoin. Esta visión no contradice necesariamente la tesis de largo plazo de Strategy, pero sí plantea que la empresa se prepara para escenarios extremos, conscientes de que la volatilidad sigue siendo una característica estructural del activo.

Compras históricas de Strategy en Bitcoin. Fuente: saylortracker

En paralelo, analistas de banca tradicional han subrayado que la verdadera variable crítica no es la minería ni el ruido macro, sino la capacidad de Strategy para no vender sus bitcoins en momentos de estrés. La resiliencia del balance corporativo se convierte así en un factor indirecto que puede influir en la estabilidad del mercado en el corto y mediano plazo.

El frente regulatorio y el riesgo de los índices

Más allá del precio, el mercado observa con atención un elemento adicional: la posible exclusión de Strategy y otras empresas con grandes tenencias de criptomonedas de ciertos índices bursátiles. La decisión, prevista para mediados de enero, podría tener implicaciones relevantes en flujos pasivos y en la demanda estructural de las acciones de estas compañías.

Strategy ya ha advertido que excluir empresas cuya exposición a criptomonedas supere el 50% de sus activos podría generar distorsiones, volatilidad innecesaria y un mensaje contradictorio con las políticas estadounidenses orientadas a fomentar la innovación en activos digitales. Este debate refleja una tensión más amplia: Bitcoin avanza en adopción institucional, pero aún desafía los marcos tradicionales de clasificación financiera.

Bitcoin como activo corporativo: más allá del precio

La última compra de Strategy no cambia por sí sola la dinámica del mercado, pero sí refuerza una narrativa clave: Bitcoin está siendo integrado, con todas sus implicaciones, en balances corporativos de gran escala. Esto introduce nuevas variables en el análisis del activo, desde la gestión de deuda y liquidez hasta la relación con reguladores, accionistas e índices de referencia.

Para el inversor intermedio, el caso de Strategy ofrece una lección clara. Bitcoin no es solo un instrumento especulativo ni una cobertura macro abstracta; también es una herramienta estratégica que puede redefinir la estructura financiera de una empresa, amplificando tanto su potencial como sus riesgos.

El movimiento “de vuelta a la naranja” no debe leerse como un gesto impulsivo ni como una señal infalible de mercado. Es, más bien, la continuidad de una tesis que asume volatilidad, se apalanca en el tiempo y confía en que la escasez programada y la adopción progresiva de Bitcoin terminen imponiéndose sobre el ruido coyuntural. Para bien o para mal, Strategy sigue siendo el experimento corporativo más grande del ecosistema, y sus decisiones continúan ofreciendo información valiosa para quien busca entender hacia dónde evoluciona Bitcoin en las finanzas globales.