¿Consolidación o falsa calma en Bitcoin?

 ¿Consolidación o falsa calma en Bitcoin?
  • El precio de Bitcoin se mantiene cerca de $114,000, pero sigue sin recuperar el impulso alcista.
  • ¿Basta con que se enfríe la presión de venta o veremos una caída más profunda?

La aparente estabilización del precio de Bitcoin en torno a los $114,000 despierta más dudas que certezas. Aunque el activo logró contener una caída más profunda tras la presión bajista de julio, los fundamentos del mercado muestran señales mixtas. La pregunta clave ahora es si el enfriamiento en la presión de venta será suficiente para sostener el precio o si se avecina una nueva etapa de debilidad, impulsada por la baja demanda institucional y los riesgos macroeconómicos.

La presión de venta cede, pero persiste la incertidumbre

Durante gran parte de julio y principios de agosto, Bitcoin enfrentó una presión de venta intensa, causada por factores como la guerra arancelaria impulsada por Trump y la caída de la demanda institucional en los ETF de Bitcoin al contado. Sin embargo, nuevos indicadores muestran que el impulso vendedor ha comenzado a moderarse.

Uno de los principales factores que sugiere un respiro en la presión bajista es la reducción del porcentaje de Bitcoin en ganancias, que cayó del 95% al 92,5%. Este umbral es clave: históricamente, niveles tan altos indican zonas de techo, ya que muchos inversores tienden a vender cuando sus posiciones están en verde. Ahora, con una menor proporción de BTC en ganancia, se reduce el incentivo inmediato para vender.

Además, el cambio neto de posiciones en exchanges tocó recientemente su nivel más alto en cuatro meses, lo que refleja que muchos BTC fueron depositados para su posible venta. Sin embargo, este flujo se ha desacelerado en los últimos días, dando señales de una posible consolidación.

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¿Qué dicen los indicadores técnicos?

El precio actual de Bitcoin ronda los $114,337, con una resistencia clave en $115,000 y soporte en torno a $110,000. Técnicamente, el SAR Parabólico continúa sobre las velas, lo que sugiere una inercia bajista. No obstante, la media móvil exponencial (EMA) de 50 días aún actúa como soporte dinámico, lo cual suaviza las perspectivas negativas. Este contexto sitúa a Bitcoin en un rango lateral entre $111,000 y $120,000, sin un catalizador claro que lo empuje fuera de esa franja. El próximo movimiento dependerá tanto de eventos macroeconómicos —como posibles decisiones arancelarias en EE.UU.— como del comportamiento de los inversores institucionales.

Los ETF pierden fuerza… y eso se siente

El desbalance entre oferta y demanda fue una de las causas principales de la caída en julio. A pesar de que Bitcoin alcanzó un máximo histórico de $123,236 el 14 de julio, perdió casi $9,000 en solo semanas. La clave estuvo en que, mientras la oferta se mantenía baja, la demanda simplemente no apareció.

Los ETF al contado, que habían sido motores clave del rally de los primeros meses del año, comenzaron a mostrar entradas erráticas. Sin flujos consistentes, el soporte institucional que había sostenido los precios se evaporó. Como resultado, el índice de inventario de liquidez cayó a mínimos históricos, reflejando un mercado vulnerable.

Este escenario muestra una advertencia clara: una oferta limitada no garantiza una subida de precios si no está acompañada de una demanda fuerte y sostenida.

Acumuladores estratégicos y voces escépticas

Mientras el sentimiento institucional se enfría, algunos acumuladores estratégicos continúan comprando. Metaplanet, por ejemplo, adquirió 463 BTC el pasado 4 de agosto, apostando a largo plazo por una recuperación de valor.

Perspectivas a corto plazo: entre la consolidación y el riesgo bajista

Con el volumen de operaciones en $55.960 millones y una caída del 3,92% en los últimos siete días, Bitcoin se mantiene en una posición ambigua. Por un lado, los indicadores técnicos y el enfriamiento de la presión de venta ofrecen la posibilidad de una fase de consolidación. Por otro, la falta de demanda institucional, sumada a la inestabilidad macroeconómica, podría ejercer una nueva presión bajista.