Bitcoin en fase de recalibración: señales on-chain y acumulación institucional

- Bitcoin cerró diciembre con una caída cercana al 9 %, en uno de los meses más volátiles desde abril, mientras la acumulación corporativa alcanzó 42.000 BTC, el mayor registro desde julio.
- La liquidez mejora y el apalancamiento especulativo se recalibra, en un contexto donde los tenedores de largo plazo mantienen convicción y los actores cíclicos reducen exposición.
Bitcoin atravesó un cuarto trimestre complejo en 2025, marcado por correcciones de precio, elevada volatilidad y una clara reducción del entusiasmo especulativo de corto plazo. Solo en diciembre, el precio de BTC retrocedió cerca de un 9 %, mientras la volatilidad alcanzó niveles no vistos desde abril. A primera vista, el escenario parece frágil. Sin embargo, un análisis más profundo de los datos on-chain y de comportamiento institucional sugiere que el mercado no está colapsando, sino reordenándose.
El último informe ChainCheck de VanEck, publicado a mediados de diciembre, ofrece una lectura menos superficial: aunque la actividad en cadena continúa débil, las condiciones de liquidez están mejorando y el apalancamiento especulativo comienza a restablecerse de forma más controlada. El mensaje central es claro: el mercado está en modo corrección, no en una fase de distribución terminal.
Acumulación corporativa frente a retirada minorista
Uno de los datos más relevantes del informe es el comportamiento divergente entre distintos tipos de inversores. Mientras los productos cotizados de Bitcoin (ETP) redujeron exposición durante la corrección, los Digital Asset Treasuries (DAT) empresas que mantienen Bitcoin como activo estratégico intensificaron sus compras.
Durante la caída, estos actores acumularon aproximadamente 42.000 BTC, el mayor volumen desde julio, elevando sus tenencias totales a más de un millón de bitcoins. Este desplazamiento desde la especulación financiera hacia la acumulación corporativa refuerza una tendencia que viene consolidándose desde ciclos anteriores: Bitcoin se integra progresivamente en estructuras de balance, no solo en carteras tácticas.
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Además, VanEck destaca que algunas de estas entidades están explorando métodos de financiamiento alternativos, como la emisión de acciones preferentes en lugar de acciones comunes. Esta decisión no es menor: refleja una visión de largo plazo que busca minimizar la dilución y optimizar el costo de capital para seguir acumulando BTC en fases de debilidad del mercado.
Señales on-chain: rotación, no abandono
Desde el punto de vista on-chain, los datos muestran una rotación interna entre cohortes de tenedores. Las monedas mantenidas entre uno y cinco años registraron movimientos significativos, lo que sugiere toma de ganancias o redistribución de portafolios. En contraste, los BTC con una antigüedad superior a cinco años permanecen prácticamente inmóviles.
Este patrón es consistente con ciclos anteriores: los participantes más antiguos, generalmente con menor sensibilidad al precio, sostienen posiciones, mientras los actores cíclicos ajustan exposición ante la volatilidad. Lejos de ser una señal de pérdida de confianza estructural, esta dinámica suele acompañar fases de consolidación.
Minería bajo presión y la lectura contraria del hashrate
El sector minero también atraviesa un momento desafiante. En diciembre, el hashrate de la red cayó alrededor de un 4 %, la mayor contracción desde abril de 2024, impulsada en parte por restricciones regulatorias y ajustes operativos en regiones clave como Xinjiang. Paralelamente, los costos eléctricos de equilibrio para las principales operaciones se redujeron, reflejando márgenes cada vez más ajustados.
Históricamente, este tipo de capitulación parcial ha funcionado como un indicador contrarian. VanEck subraya que descensos del hashrate han precedido, en múltiples ocasiones, retornos positivos en horizontes de 90 a 180 días, al expulsar operadores ineficientes y fortalecer la base productiva de la red.
El marco GEO: más allá del precio diario
Para contextualizar estas señales, VanEck utiliza su marco GEO, que evalúa la salud de Bitcoin a través de tres ejes: liquidez global, apalancamiento del ecosistema y actividad en cadena. Bajo este enfoque, la mejora de la liquidez y la acumulación institucional compensan métricas más débiles como el estancamiento de nuevas direcciones o la caída de las comisiones por transacción.
El entorno macro, no obstante, añade complejidad. El debilitamiento reciente del dólar estadounidense ha impulsado a activos tradicionales como los metales preciosos, mientras Bitcoin sigue bajo presión. Aun así, el avance de plataformas financieras integrales que combinan acciones, criptomonedas, futuros y mercados de predicción podría ampliar la liquidez estructural del ecosistema. La expansión de Coinbase hacia un modelo de “exchange integral” es una muestra de esta tendencia.
Volatilidad más contenida, mercado más maduro
Aunque Bitcoin duplicó su precio en dos años y casi lo triplicó en tres, VanEck observa que las oscilaciones extremas de ciclos pasados parecen moderarse. El mercado podría transitar hacia movimientos menos explosivos, con picos y valles más contenidos, reflejo de una mayor madurez y participación institucional.

El diagnóstico final es el de un mercado en corrección y recalibración estructural: la especulación de corto plazo retrocede, los tenedores de largo plazo se mantienen firmes, la acumulación corporativa aumenta y los mineros atraviesan un proceso de ajuste. En este contexto, el cierre de 2025 no marca un final de ciclo, sino una pausa necesaria. Para el inversor que observa más allá del precio diario, este tipo de fases suele sentar las bases de los siguientes movimientos relevantes del mercado.