BitMine suma 44M en ETH y acelera su acumulación corporativa

 BitMine suma 44M en ETH y acelera su acumulación corporativa
  • BitMine intensifica su acumulación y ya controla cerca del 3% del suministro de Ethereum
  • La empresa suma 44 millones USD en ETH en su tercera compra mayor del trimestre en medio de un mercado tenso

BitMine vuelve a escena con una cifra que no pasa desapercibida: 44,34 millones de dólares destinados a la compra de Ethereum, detectados en cadena en la billetera asociada “0xbd0…E75B8”. No hubo anuncio oficial; aun así, el movimiento coincide con el patrón de adquisiciones que la compañía ha sostenido durante las últimas semanas, reforzando una narrativa clara: esta no es una compra aislada, sino una estrategia de crecimiento sostenido.

La compañía ya había sumado 200 millones USD en ETH a inicios de semana, además de 321 millones un mes atrás. Con estos movimientos, BitMine consolida una posición que pocas corporaciones podrían igualar. Hoy mantiene 3.629.701 ETH, equivalentes a unos 10.900 millones de dólares, cifra que representa aproximadamente el 3% del suministro circulante. Su meta declarada: poseer el 5% del total, bajo el argumento de que Ethereum será un pilar estructural del nuevo sistema financiero digital.

4.6K ETH hacia BitMine | Fuente: Arkham

Un mercado tenso que contrasta con la agresividad de compra

El contexto no es trivial. Mientras BitMine avanza con determinación, el mercado opera con cautela.
Bitcoin cotiza sobre 91.000 USD, mostrando un +7,2% semanal, aunque continúa un -19% mensual; solo 13 días positivos de 30 reflejan un mercado frágil. Ethereum no escapa a esa dinámica: supera los 3.000 USD, con un retroceso mensual del -23%, mientras el índice de miedo y avaricia se mantiene en 25, zona de miedo extremo.

La aparente disonancia ─compras multimillonarias frente a sentimiento deprimido─ podría interpretarse de dos maneras:

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  1. BitMine está comprando barato en un entorno pesimista, anticipando un nuevo ciclo.
  2. La acumulación continúa puede no ser suficiente para revertir un entorno macro que aún no libera presión.

El mercado encuentra sus dudas en varios factores simultáneos:

  • Volatilidad global en activos de riesgo
  • Nuevas lecturas inflacionarias que alteran expectativas económicas
  • Liquidez global lenta, drenada y sin catalizadores inmediatos
  • Reserva Federal aún sin señal clara de recorte o estímulo
  • Flujos institucionales irregulares hacia criptoactivos

Proyecciones que apuntan alto, pero no sin un piso previo

El presidente de BitMine, Tom Lee, sostiene una visión de recuperación amplificada del mercado. Según su modelo, ETH podría marcar un mínimo cercano a 2.500 USD antes de escalar hacia un rango de 7.000–9.000 USD para 2026. Para Bitcoin, Lee visualiza un cierre anual por encima de 100.000 USD, sujeto a una mejora palpable del sentimiento y un giro en la política monetaria estadounidense.

En sus últimas intervenciones públicas, Lee sugiere que la Reserva Federal podría ajustar el tono durante el año, lo que aliviaría la presión sobre los mercados. Nada confirmado por la institución monetaria, pero sí una tesis que cobra sentido cuando se observan ciclos históricos: grandes tramos alcistas se han originado en fases de contracción de liquidez inmediatamente previas a un cambio de postura monetaria.

Un movimiento que puede marcar una referencia estructural

BitMine no está especulando con volúmenes menores; está tomando un rol estructural en el ecosistema Ethereum. Controlar un porcentaje del suministro con intención explícita de crecimiento es una señal que no debe ignorarse, especialmente en un mercado donde la volatilidad castiga al impaciente y recompensa al que piensa en ciclos largos.

Si la empresa logra acercarse al 5% del suministro, no solo ampliará su influencia sobre la dinámica de oferta, sino que establecerá un precedente similar al de MicroStrategy en Bitcoin años atrás: una narrativa donde la acumulación corporativa se convierte en política, no en operación táctica.

En un mercado dominado por el miedo y el corto plazo, BitMine está haciendo lo contrario: compra, retiene y proyecta. Queda en manos del inversor interpretar si esta estrategia es una lectura adelantada de ciclo o una apuesta que puede tardar en madurar. Lo cierto es que el movimiento de 44 millones reafirma una convicción: mientras muchos venden incertidumbre, otros compran infraestructura. El tiempo se encarga de definir quién tenía razón.