Un proyecto audaz para fortalecer la soberanía monetaria

• ¿Sabías que una propuesta legislativa en Francia busca que el Estado acumule hasta **420.000 Bitcoin (≈ 2 % del suministro total) para constituir una “reserva nacional” de la criptomoneda?
• Esta iniciativa se complementa con un rechazo abierto al euro digital del Banco Central Europeo (BCE) y la promoción de “monedas estables” denominadas en euros, lo que podría marcar un giro estratégico en la política monetaria europea.

Un grupo parlamentario francés, liderado por Éric Ciotti y el partido Unión de la Derecha y el Centro (UDR), presentó a finales de octubre de 2025 una propuesta legislativa que plantea, entre otros puntos:

• Acumular hasta 420.000 BTC durante los próximos 7-8 años, lo que equivale a aproximadamente el 2 % del suministro total de Bitcoin.
• Financiación de esta compra mediante tres vías principales:
  1. Minería pública de Bitcoin con excedentes de energía nuclear e hidroeléctrica en Francia.
  2. Retención de bitcoins incautados en procesos judiciales para transferidos a la reserva.
  3. Dedicar parte de los depósitos en productos de ahorro populares (por ejemplo los Livret A y LDDS) para comprar Bitcoin diariamente.
• En paralelo, la propuesta alza objeciones al euro digital del BCE —al que califica de riesgo para la privacidad financiera y la libertad individual— y promueve la emisión de monedas estables en euros como alternativa.

Datos clave que los inversores deben tener en cuenta

• Cantidad objetivo: 420.000 BTC. En precio aproximado de mercado, si tomamos un valor de ~US$115.000 por BTC (según datos recientes de mercado), calculamos ~US$48 mil millones.
• Tiempo estimado: adquisición gradual durante 7-8 años, reduciendo el impacto de compra frente a la volatilidad del mercado de Bitcoin.
• Contexto del mercado de stablecoins: El 91 % del volumen de monedas estables globales está vinculado al dólar. Francia hace hincapié en que esta dependencia del dólar deja a Europa vulnerable.
• Riesgos políticos y energéticos:
  • La UDR tiene solo 16 de los 577 escaños en la Asamblea Nacional francesa, lo que pone en duda la viabilidad inmediata del proyecto.
  • La parte que aborda minería pública usando energía nuclear e hidroeléctrica queda expuesta a debates sobre sostenibilidad, regulación energética y competencia.

Impacto para el ecosistema de Bitcoin y la política monetaria

Desde mi experiencia como inversor veterano en Bitcoin, estos son los matices que considero importantes:

1. Relevancia simbólica y estratégica. Si Francia implementa esta reserva, estaría legitimando de facto a Bitcoin como activo de reserva nacional, algo hasta ahora reservado al oro y a divisas tradicionales. En ese sentido, estamos ante un posible precedente para otras economías que contemplan activos digitales como parte de su estrategia soberana.

2. Implicación para la liquidez de Bitcoin. Una acumulación de 420 000 BTC podría generar tensiones de liquidez, al tiempo que envía una señal alcista hacia el mercado institucional. Sin embargo, la adquisición gradual busca mitigar esa fricción.

3. Tensiones regulatorias y monetarias en Europa. La oposición al euro digital y el impulso por stablecoins denominadas en euros abre un nuevo frente en el debate sobre soberanía monetaria europea, privacidad bancaria y descentralización financiera.

4. Riesgo de ejecución. Un plan de esta magnitud no solo exige respaldo político, sino también diseño técnico (minería pública, gestión de reservas, custodia, impacto fiscal). Debe evitarse el típico exceso de optimismo sin concreción operativa.

5. Lección para inversores intermedios. Este tipo de iniciativas ponen en evidencia que Bitcoin ya no es solo un activo especulativo. Para el inversor informado, significa que los fundamentos de adopción institucional y estatal se están fortaleciendo, lo cual debe revisarse en clave de asignación de activos, riesgo regulatorio, y visión de largo plazo.

Reflexión final

La propuesta parlamentaria francesa no es únicamente política o simbólica. Es una declaración de intenciones: Bitcoin aspirando a convertirse en un pilar de soberanía estatal, no solo una mercancía financiera. Para el inversor intermedio en criptomonedas, esto amplía el horizonte del análisis más allá del gráfico de precios: ahora se trata también de geopolítica monetaria, regulación y adopción estatal. Aun si el proyecto no prospera en su forma actual, marca un precedente que coloca a Bitcoin (y en general a los activos digitales) dentro del abanico legítimo de reservas nacionales.

En ese sentido, la enseñanza clave es que la valoración de Bitcoin por parte de inversores serios debe incorporar no solo métricas tradicionales de red, adopción on-chain y liquidez, sino también variables macro-regulatorias y de política pública. La próxima gran dimensión del análisis será: ¿cuántos países más están dispuestos a colocar activos digitales en su balance soberano, y cómo responderá el ecosistema financiero global a ese movimiento?