China vuelve al mapa del hashrate de Bitcoin: el regreso fantasma

- Según datos recientes, China aporta aproximadamente el 14 % del hashrate global de Bitcoin, lo que equivale a unos 145 exahashes por segundo (EH/s).
- Esto ocurre a pesar de que desde 2021 el gobierno chino prohibió las actividades de minería doméstica de criptomonedas, lo que plantea cuestiones relevantes sobre la eficacia regulatoria, la fragmentación del control estatal y la resiliencia descentralizada de la red.
¿Qué muestra la cifra y por qué es relevante?
Desde una perspectiva técnica y de inversión, el dato de que China recupere una cuota significativa del poder de cómputo de Bitcoin merece análisis por varias razones:
Contexto histórico
- En 2021, el Banco Popular de China (PBOC) junto con otras autoridades lanzaron una ofensiva regulatoria que incluyó la prohibición de la minería de criptomonedas y de las transacciones con activos digitales.
- La narrativa inicial fue que China había “expulsado” la minería de Bitcoin, lo cual generó rotación de las operaciones hacia Estados Unidos, Kazajistán y otros países.
- Según la base de datos de la Luxor Technology Corp. (mapa “Global Hashrate Map”), en el cuarto trimestre de 2025 China figura con 14,05 % de participación, frente al 13,8 % del trimestre anterior.
Datos técnicos clave
- El porcentaje del 14 % representa del orden de 145 EH/s, según estimaciones.
- El total estimado del hashrate global ronda los ~1.100 EH/s a comienzos del cuarto trimestre de 2025, lo que coloca a China en la tercera posición mundial detrás de EE.UU. (~37,8 %) y Rusia (~15,5 %).
- El hecho de que un país que oficialmente prohíbe la minería siga aportando tal porcentaje indica que el cómputo conectado a China o que deriva de infraestructuras chinas sigue siendo enorme y relevante. Para ampliar esta perspectiva sobre la distribución global de la minería de bitcoin y los cambios recientes en los actores dominantes, lee nuestro artículo Bitcoin: ¿Nuevo líder en minería global?.
Implicaciones para el ecosistema Bitcoin
- Diversificación y centralización del hash: Si bien la centralización geográfica del hashrate era ya una preocupación, esta recuperación china refuerza la idea de que la distribución global del poder de minado sigue estando dominada por unos pocos países. Por ejemplo, los tres primeros concentran ~67,5 % del total.
- Resiliencia regulatoria: Para la comunidad de Bitcoin, esta cifra refuerza el argumento de que la red es más resistente de lo que muchos reguladores esperaban. Aunque China aplicó una prohibición, parece que la actividad minera no se extinguió por completo, sino que simplemente se volvió más oculta o migró a zonas con menor supervisión.
- Infraestructura, cadena de suministro y control indirecto: Otro aspecto importante es la manufactura. Empresas chinas como Bitmain, MicroBT o Canaan Inc. dominan el mercado global de equipos ASIC de minería, lo cual otorga a China una influencia indirecta aun cuando muchas máquinas estén fuera de sus fronteras.
Aspectos críticos que merece considerar un inversor medio
- Estimaciones vs realidades: Las cifras se basan en estimaciones de IP, pools, enrutamiento de bloques, etc. No existe un registro preciso y público de cuántos EH/s efectivamente se ejecutan físicamente en China. Esto introduce un margen de error que un analista serio debe tener presente.
- Riesgo regulatorio persistente: El hecho de que la minería prospera “a la sombra” de la legalidad significa que operaciones podrían estar sujetas a interrupciones o confiscaciones. Una oleada de controles podría provocar migraciones forzadas y afectar el coste de minería global.
- Impacto en los costes de minería y en la dificultad: Si China incrementa su hashrate doméstico u oculto, la red aumenta la competencia por bloques. Eso puede empujar la dificultad hacia arriba, lo que repercute en los márgenes de los mineros y los costes de entrada de nuevas operaciones. Para un inversor en empresas de minería o incluso en Bitcoin, este es un dato relevante para modelar rentabilidad.
- Interpretación en clave de inversión en Bitcoin: Que China mantenga ~14 % del hashrate es un indicador de que la red tiene un respaldo robusto en cómputo global. Desde una perspectiva de reserva de valor, muestra que la red no depende exclusivamente de países con regulaciones laxas, lo cual fortalece el argumento de descentralización (aunque no perfecta). Por otro lado, la concentración geográfica sigue siendo un factor de riesgo.
- Elección territorial y energía barata: Zonas como la región autónoma de Xinjiang Uygur Autonomous Region vuelven a citarse como foco de minería clandestina por su electricidad barata y geografía remota. Esta combinación competitivo-energética habilita operaciones con costes bajos, lo que podría favorecer una ventaja de coste para aquellos mineros que resistan interrupciones regulatorias.
Reflexión final

El dato de que China retenga el tercer lugar mundial en hashrate de Bitcoin, con cerca del 14 % global (~145 EH/s), a pesar de una prohibición nacional de la minería, es una señal poderosa tanto de la resiliencia del ecosistema Bitcoin como de la persistencia de desafíos estructurales en torno a la descentralización real y la supervisión regulatoria.
Para un inversor que ya tiene experiencia en criptomonedas, este fenómeno debe ser incorporado en el análisis de riesgo-beneficio: fortalece la tesis de que la red tiene una base global sólida, pero no elimina completamente los vectores de concentración geográfica, dependencia de cadenas de suministro y vulnerabilidades regulatorias. En última instancia, el mensaje es que Bitcoin sigue siendo una red robusta, pero no invulnerable; su futura trayectoria dependerá tanto de la evolución tecnológica y del mercado como de la dinámica regulatoria y geopolítica internacional.