Mercados en máximos: ¿Se aproxima una nueva fase del ciclo alcista?

- El S&P 500 marca máximos históricos pese al cierre del gobierno estadounidense, impulsado por la expectativa de recortes de tasas.
- Bitcoin y Ethereum muestran una sorprendente convergencia: ambos acumulan más de 90 % de alza anual, reflejando el retorno del apetito por riesgo.
El repunte simultáneo de los mercados bursátiles y las criptomonedas confirma que los inversores están priorizando la liquidez sobre la cautela. Mientras el S&P 500 y el Dow Jones alcanzan nuevos récords, ignorando el cierre parcial del gobierno de EE. UU., Bitcoin y Ethereum consolidan su posición como activos líderes del ciclo de expansión, con rendimientos que rivalizan con los índices tradicionales.
Liquidez y expectativas: el verdadero motor del optimismo
El S&P 500 avanzó 0,4 %, el Dow Jones 1,1 % y el Nasdaq 0,2 %, alcanzando máximos intradía impulsados por el optimismo respecto a los próximos recortes de tasas de la Reserva Federal. El mercado parece descontar que, pese al cierre gubernamental —que ya retrasa datos como las nóminas no agrícolas—, la desaceleración económica podría acelerar la flexibilización monetaria.
La historia respalda esta interpretación: el último cierre prolongado del gobierno (2018-2019) costó 11 000 millones USD al PIB, pero tuvo un impacto limitado en los mercados. Hoy, el apetito por riesgo es aún mayor: la narrativa de la inteligencia artificial y la liquidez global han eclipsado las señales de enfriamiento económico.
Analistas de Capital Economics advierten, sin embargo, que el verdadero riesgo no está en el cierre político, sino en el mercado laboral. Un debilitamiento sostenido del empleo podría desencadenar una corrección simultánea en acciones, bonos y dólar, afectando también al ecosistema cripto.
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Ethereum y Bitcoin: dos trayectorias, un mismo destino
En paralelo, Ethereum (ETH) y Bitcoin (BTC) refuerzan su correlación positiva con los activos de riesgo. Según el analista Axel Adler, ambos han subido más de 90 % en el último año, pese a caminos distintos: Bitcoin lideró con los ETF y la demanda institucional, mientras Ethereum tuvo un desempeño irregular hasta el último trimestre, cuando logró recuperar el nivel de 4 400 USD.

El resurgimiento de Ethereum se apoya en su dominio en DeFi, stablecoins y tokenización institucional, consolidando su papel dentro del ecosistema financiero digital. El gráfico técnico muestra una resistencia crítica en 4 500-4 600 USD; una ruptura clara abriría el camino hacia los 5 000 USD.

Bitcoin, por su parte, mantiene su papel como activo macro de referencia, respaldado por flujos constantes hacia los ETF y por el creciente consenso de que podría actuar como cobertura frente a la expansión del crédito y la erosión del dólar.
Ambos activos, cada uno desde su narrativa —Bitcoin como reserva monetaria descentralizada y Ethereum como infraestructura financiera programable—, se benefician del mismo combustible que impulsa a Wall Street: la liquidez y las expectativas de estímulo.
Interconexión entre mercados tradicionales y digitales
El paralelismo entre los nuevos máximos del S&P 500 y la recuperación de las criptomonedas evidencia una correlación cíclica entre liquidez global y apetito por riesgo. Cada recorte potencial de tasas no solo sostiene las valoraciones bursátiles, sino que reactiva el interés por los activos digitales, percibidos como apuestas de alto rendimiento ante un entorno de expansión monetaria.
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La divergencia entre los sectores tradicionales y el emergente cripto se reduce cada vez más: cuando el capital fluye hacia la innovación tecnológica y la IA, también lo hace hacia los protocolos financieros descentralizados. Ethereum, en particular, parece acompañar el ciclo de expansión del Nasdaq, mientras que Bitcoin se consolida como el “oro digital” dentro del balance global de riesgo.
El actual escenario recuerda que la frontera entre Wall Street y el ecosistema cripto se ha difuminado. Un S&P 500 en máximos históricos y una Ethereum que alcanza a Bitcoin en rendimiento anual no son hechos aislados, sino síntomas de una misma tendencia: la búsqueda de refugio en activos escasos en un mundo de liquidez abundante.
Si los recortes de tasas se materializan y el cierre gubernamental se resuelve sin sobresaltos, el cuarto trimestre de 2025 podría consolidar la reanudación del ciclo alcista tanto en los mercados tradicionales como en los digitales, con Bitcoin y Ethereum nuevamente al centro de la narrativa global del capital.