CEO de Praetorian Group se declara culpable de fraude con Bitcoin

 CEO de Praetorian Group se declara culpable de fraude con Bitcoin
  • Más de 90.000 inversores en todo el mundo fueron engañados con promesas de rentabilidad imposible.
  • El fraude movió más de 200 millones de dólares, incluyendo 8.198 BTC, y dejó pérdidas de al menos 62,7 millones.

200 millones de dólares en depósitos y 40 años de prisión en riesgo.
El fraude de Palafox usó un esquema Ponzi para atraer y engañar a miles de inversores.

Un fraude global con sello de Ponzi

Ramil Ventura Palafox, director ejecutivo internacional de Praetorian Group International (PGI), se declaró culpable en un tribunal de EE. UU. por fraude electrónico y lavado de dinero tras operar un esquema Ponzi con Bitcoin. Entre diciembre de 2019 y octubre de 2021, la empresa atrajo depósitos por más de 201 millones de dólares, de los cuales 171,5 millones provinieron de 8.198 BTC y 30,3 millones en efectivo.

PGI prometía a sus clientes retornos diarios de entre 0,5 % y 3 %, presentándose como un actor de alto volumen en el comercio de Bitcoin. Sin embargo, los registros judiciales confirmaron que la compañía no tenía la infraestructura ni el capital de trading para sostener esas ganancias. Como es típico en un esquema Ponzi, los fondos de nuevos participantes se usaban para pagar a los anteriores, mientras que una parte importante era desviada a gastos personales del directivo.

Estilo de vida financiado por las víctimas

El caso expuso un patrón recurrente: la utilización de capital de los inversores para lujos personales y el reforzamiento de la ilusión de éxito. Palafox gastó alrededor de 3 millones de dólares en 20 autos de lujo, incluyendo marcas como Ferrari, Lamborghini, Bentley y McLaren. También destinó 6 millones de dólares en propiedades en Las Vegas y Los Ángeles, 329.000 dólares en áticos de hoteles de lujo y cerca de 3 millones en artículos de diseñador y relojes de alta gama.

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Además, transfirió al menos 800.000 dólares en efectivo y 100 BTC —valorados en 3,3 millones de dólares en ese momento— a un familiar, en un intento de mover parte de las ganancias ilícitas fuera del alcance de los reguladores.

Impacto para los inversores

El fraude dejó un saldo de 62,7 millones de dólares en pérdidas directas. Más de 90.000 víctimas, distribuidas en varios continentes, resultaron afectadas por la falta de controles y por la confianza en un esquema que se apoyaba en narrativas atractivas: supuestos algoritmos de trading de alta frecuencia y promesas de rentabilidad constante en un mercado volátil como el de Bitcoin.

El caso refuerza un punto crítico: incluso en un ecosistema que se fundamenta en la transparencia de la blockchain, la opacidad de las plataformas centralizadas permite que actores fraudulentos escapen al escrutinio hasta que el daño ya es irreparable.

Una lección sobre confianza y custodia

La sentencia contra Palafox está programada para el 3 de febrero de 2026 y podría llegar a los 40 años de prisión. Si bien es probable que el castigo final sea menor, la restitución de fondos difícilmente cubrirá las pérdidas. Los esquemas Ponzi, una amenaza recurrente en el sector cripto, se alimentan de una constante: la búsqueda de rendimientos rápidos sin análisis de riesgo.

Más allá de la condena individual, este caso resalta un principio esencial para cualquier inversor en Bitcoin: la diferencia entre la tecnología transparente de la red y los intermediarios opacos que intentan capitalizarse sobre ella. Bitcoin, como protocolo, no falló. Lo que falló fue la confianza depositada en una entidad privada que explotó el entusiasmo por el activo.

El episodio deja una enseñanza clara: en un ecosistema donde la narrativa de riqueza fácil aún seduce, la vigilancia crítica y la custodia responsable siguen siendo la mejor defensa para preservar el capital.

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