Michael Saylor insiste: más Bitcoin para Strategy

- La firma ya controla más de 592.100 BTC, lo que equivale al 2,8 % del suministro total de Bitcoin.
- “Nada detiene a esta naranja”: Saylor reaviva su estrategia de señales crípticas justo antes de una nueva compra corporativa.
Más compras, más deuda, más debate
Michael Saylor, presidente ejecutivo de Strategy (ex-MicroStrategy), ha vuelto a encender el debate en el ecosistema cripto con una publicación breve pero contundente: “Nada detiene a esta naranja”. Esta frase, acompañada de un gráfico del desempeño histórico de Bitcoin, fue interpretada por muchos como una antesala a otra adquisición significativa de BTC por parte de la firma.
No es la primera vez que Saylor anticipa movimientos mediante mensajes crípticos en X. Históricamente, estas señales han precedido a nuevas solicitudes ante la SEC o comunicados oficiales sobre compras de Bitcoin. Si se repite el patrón, estaríamos ante la novena semana consecutiva en la que Strategy amplía su posición en BTC.
Actualmente, la empresa posee 592.100 BTC, valuados en unos 60.000 millones de dólares, lo que la convierte en el mayor tenedor corporativo de Bitcoin del mundo. Esta cantidad representa aproximadamente el 2,8 % del suministro total que habrá en circulación, reafirmando su estrategia corporativa centrada exclusivamente en el activo digital.

La visión de Saylor y las advertencias de sus detractores
Saylor no se ha limitado a compras. En sus redes sociales también deslizó una predicción provocadora: Bitcoin podría alcanzar los 21 millones de dólares en los próximos 21 años. Un juego numérico que vincula el suministro total del activo con su potencial a largo plazo. Esta afirmación ha generado entusiasmo en la comunidad, pero también críticas.
Suscríbete y recibe las mejores actualizaciones e informes en tu bandeja de entrada
El reconocido inversor Jim Chanos, famoso por su papel en la caída de Enron, ha señalado lo que considera inconsistencias en la estrategia de financiamiento de Strategy. Chanos cuestiona abiertamente la supuesta “seguridad” que ofrece Saylor en torno a la deuda convertible de la empresa. Según él, la firma sigue siendo responsable si los bonos no se convierten en acciones al vencimiento, lo que podría implicar una presión financiera significativa si el precio de Bitcoin cae abruptamente.
Este enfrentamiento expone un ángulo poco discutido: la fragilidad estructural que podría esconderse tras una estrategia agresiva de apalancamiento. Saylor, por su parte, ha defendido su postura alegando que la deuda es “sin garantía” y “sin recurso”, insistiendo en que incluso una caída del 90 % en el precio de BTC no afectaría la capacidad de la firma para cumplir sus obligaciones.
Emisión de acciones y más compras en el horizonte
Strategy no solo compra Bitcoin con sus reservas. En junio anunció una nueva emisión de 11.764.700 acciones preferentes Serie A, con un rendimiento del 10,00 %, para obtener fondos adicionales que destinará a fines corporativos generales, incluyendo nuevas compras de BTC.
Este movimiento se suma a una tendencia creciente: la financiarización del Tesoro Bitcoin, donde las ganancias de capital derivadas de la revalorización del activo se convierten en palanca para nuevas rondas de compra. Esta estrategia convierte a Bitcoin en el centro operativo y financiero de la compañía, en una especie de bucle monetario respaldado por fe y volatilidad.
Metaplanet y la carrera por el Tesoro Bitcoin
La estrategia de Saylor no ha pasado desapercibida. Otras empresas, como la japonesa Metaplanet, han comenzado a emular el modelo. Con 8.888 BTC en sus arcas y un objetivo ambicioso de alcanzar 210.000 BTC para 2027, la firma nipona busca posicionarse como el referente asiático del «Bitcoin standard corporativo».
Este contexto ha generado un nuevo eje de competencia: no solo se trata de acumular BTC, sino de construir una narrativa de confianza a largo plazo que sirva de ancla frente a la creciente incertidumbre macroeconómica.
¿Un modelo de acumulación sostenible?
El caso de Strategy abre interrogantes sobre la sostenibilidad de este tipo de estructuras: ¿hasta qué punto una corporación puede usar Bitcoin como único pilar de su política financiera? Si bien la revalorización del activo ha permitido multiplicar el valor bursátil de la firma —superando incluso a gigantes tecnológicos como Tesla o Meta en retorno anual—, el riesgo de una sobreexposición sin diversificación es evidente.
Para muchos inversores, seguir a Strategy es una apuesta indirecta por Bitcoin; para otros, es un modelo excesivamente dependiente de la narrativa alcista.
El modelo Saylor tiene un atractivo indiscutible para el mercado institucional: claridad, convicción y retorno. Pero esa misma convicción, si se desdibuja en medio de la volatilidad, podría revelar que no toda exposición a Bitcoin es igual de resiliente.
La línea entre estrategia visionaria y riesgo sistémico corporativo es más delgada de lo que parece.