Strategy vuelve al ataque
- Strategy ya controla 580.955 BTC, el 2,8 % del suministro total de Bitcoin.
- Sus tenencias tienen un valor superior a $60.000 millones, con ganancias no realizadas cercanas a los $19.300 millones.
Strategy supera los 580.000 BTC y lidera una nueva ola corporativa de acumulación
La estrategia corporativa de acumulación de Bitcoin más ambiciosa del ecosistema cripto continúa su expansión. Strategy Inc., el brazo financiero liderado por Michael Saylor y anteriormente conocido como MicroStrategy, ha sumado recientemente 705 BTC adicionales a su balance por un total de $75,1 millones. Esto eleva sus tenencias a 580.955 BTC, adquiridos a un precio promedio de $70.023 por unidad.
Este volumen representa aproximadamente el 2,8 % del suministro máximo de 21 millones de bitcoins, convirtiendo a Strategy en el mayor tenedor corporativo de BTC en el mundo. A precios actuales, sus tenencias están valoradas en más de $60.000 millones, lo que se traduce en ganancias no realizadas superiores a $19.300 millones, tomando en cuenta su inversión inicial de $40.700 millones (incluyendo comisiones y gastos).
A pesar del retroceso reciente de Bitcoin desde su máximo histórico de $112.000, Strategy continúa con su plan estructurado de adquisición de BTC, financiado a través de emisiones de acciones preferentes perpetuas (STRK y STRF). En la última semana, la firma recaudó más de $74 millones mediante la venta de estas acciones. El ambicioso programa «42/42», reformulado recientemente como “84/84”, tiene como objetivo levantar $84.000 millones en capital mediante equity y notas convertibles hasta 2027 para seguir comprando bitcoin.
Más allá del impacto directo de estas compras, el movimiento de Strategy ha desencadenado una carrera corporativa por acumular BTC. Empresas como Trump Media, GameStop y el club de fútbol PSG se han sumado a la tendencia, junto con el crecimiento de iniciativas en Japón, Europa y América del Norte. El número de compañías con tesorerías de Bitcoin ya supera las 75, según datos actualizados al 2 de junio de 2025.
Gráficos recientes revelan el dominio abrumador de Strategy en comparación con otros tenedores institucionales. Con más de $50.000 millones en BTC, supera ampliamente a su más cercano competidor, Marathon Digital, cuya posición apenas supera los $1.000 millones. A esto se suma un comportamiento sostenido en el precio promedio de compra, que ha oscilado entre $30.000 y los actuales $70.000, reflejando una política de acumulación a largo plazo y sin intención de venta.
Aunque algunos analistas señalan que la prima de mercado de MSTR sobre su valor en BTC podría estar limitando la capacidad de emisión futura, firmas como Bernstein proyectan que la tendencia continuará. Estiman que estas estrategias podrían agregar hasta $330.000 millones en BTC a manos corporativas en los próximos cinco años, impulsadas por un entorno regulatorio más favorable en EE. UU.
La narrativa de Saylor, reafirmada en su reciente intervención en Bitcoin 2025 en Las Vegas, sigue siendo clara: Bitcoin es “capital perfeccionado”. No obstante, su rechazo al uso de pruebas de reserva on-chain como mecanismo de verificación ha generado críticas desde sectores más descentralizados del ecosistema. Según él, la custodia autogestionada y las pruebas públicas abren puertas innecesarias a vulnerabilidades.
Mientras tanto, la acción de MSTR ha mostrado una ligera corrección, cerrando en $369,06 el pasado viernes, con una caída acumulada del 0,5 % en el pre-market del lunes. Aun así, acumula una ganancia anual del 23 %, reflejando la confianza del mercado en el modelo de tesorería apalancado en BTC.
Más que una apuesta especulativa, Strategy se consolida como el símbolo institucional de la narrativa del “Bitcoin como activo de reserva corporativo”. Su impacto no solo se mide en BTC acumulado, sino en la transformación de la forma en que las empresas perciben el uso de sus balances frente a la inflación, la deuda y el sistema financiero tradicional.
La historia de Strategy es hoy también la historia de cómo Bitcoin está dejando de ser únicamente una tecnología disruptiva para convertirse en una estrategia financiera dominante. Para los inversores, entender estos movimientos no es solo seguir a un gigante: es anticiparse al cambio de paradigma.
