30 de abril de 2025

Bitcoin supera al oro en los ETF

 Bitcoin supera al oro en los ETF
  • En los últimos cinco días hábiles, los ETF de Bitcoin captaron más de 3.000 millones de dólares, mientras los de oro registraron salidas por 1.000 millones.
  • La prima de riesgo en los bonos del Tesoro estadounidense alcanza su mayor nivel en 12 años, lo que refuerza la narrativa de Bitcoin como cobertura frente a activos de EE.UU.

La narrativa histórica del oro como principal activo refugio global está siendo desafiada con una contundencia que, hasta hace poco, parecía impensable. En solo cinco días, los fondos cotizados en bolsa (ETF) de Bitcoin han registrado entradas netas superiores a $3.000 millones de dólares, mientras que los ETF de oro han sufrido salidas por $1.000 millones. Esta diferencia de $4.000 millones de dólares marca el mayor desfase entre ambos productos desde la elección presidencial estadounidense de noviembre, un momento históricamente sensible para los mercados financieros.

El trasfondo de este desplazamiento de capital no se encuentra únicamente en la volatilidad de corto plazo ni en el efecto mediático. Hay un cambio estructural en juego: los grandes inversores están repensando su asignación estratégica de activos. Datos recientes apuntan a un debilitamiento en la demanda extranjera de bonos del Tesoro estadounidense a 30 años, cuyos flujos semanales cerraron abril en mínimos de cinco años. Esta pérdida de apetito por la deuda soberana a largo plazo ha provocado una subida en la prima de riesgo (term premium), que ahora se encuentra en su nivel más alto en más de una década.

La correlación entre esta prima de riesgo y el precio de Bitcoin ha sido subestimada durante años, pero está comenzando a consolidarse como uno de los nuevos indicadores de posicionamiento institucional. A medida que aumenta la percepción de riesgo estructural en los mercados tradicionales, Bitcoin comienza a consolidarse no solo como activo especulativo, sino como instrumento de cobertura no correlacionado con el riesgo país estadounidense.

Geoffrey Kendrick, analista de Standard Chartered, ha subrayado que el comportamiento reciente de los flujos sugiere una reorientación del capital fuera de EE.UU., impulsada por la descentralización intrínseca de Bitcoin y su resistencia tanto a eventos sistémicos del sector privado (como el colapso de Silicon Valley Bank en 2023) como a riesgos de origen estatal. Frente a esto, el oro parece cumplir una función más acotada: actuar como cobertura frente a crisis geopolíticas o guerras comerciales. En términos de precio, Bitcoin ha retrocedido apenas un 1% en las últimas 24 horas, situándose en torno a los $94.200 dólares. El mercado cripto en su conjunto ha tenido una caída de 2%, una oscilación que, en este contexto de consolidación estructural, resulta menor. El pronóstico de Standard Chartered es claro: se espera que Bitcoin alcance los $120.000 dólares antes de finalizar el segundo trimestre y que cierre el año por encima de los $200.000, en un escenario donde los movimientos de capital institucional suelen prolongarse durante varias semanas o meses.

Fuente: Tradingview

Esta transición de oro a Bitcoin como activo preferido por los gestores de patrimonio institucional no es una anécdota ni un efecto pasajero. Es una señal de madurez del mercado cripto y, al mismo tiempo, una advertencia sobre el desgaste progresivo del paradigma financiero tradicional. Que un activo con apenas quince años de existencia esté absorbiendo flujos que históricamente pertenecieron al metal más antiguo del sistema monetario debería invitarnos a una reflexión profunda: no estamos frente a una moda, sino ante una transformación de fondo en cómo el capital global entiende el riesgo, la soberanía financiera y la reserva de valor en el siglo XXI.

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